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Hay modelos que están más baratos que en febrero hay una serie de vehículos que no respetaron el aumento de precios.  Las razones de este fenómeno
20/12/2016 - 15:29hs

El mercado automotor logró sortear el temporal de la recesión y cerrará 2016 con un crecimiento cercano al 9 por ciento.

Todo un éxito si consideramos que las empresas automotrices esperaban vender unas 560.000 unidades y finalizarán el año por encima de las 700.000 comercializaciones.

¿El secreto? La tendencia inflacionaria que superará el 40% anual cuando finalice diciembre no tuvo eco en la suba de precios de los 0Km. Los que más se encarecieron, aumentaron un 30% pero no todos lo hicieron en ese nivel e, incluso, hay autos que bajaron su valor.

La devaluación no se manifestó fiel en el comportamiento de los precios.

Los modelos más económicos, los de entrada de gama, presentaron incrementos inferiores al 12% en las mediciones comparativas entre febrero y diciembre.

Un ejemplo de ello es el Chery QQ, un modelo que redujo su precio un 7% habiendo pasado de $185.728 iniciales a $173.246 actuales. Pero no es el único que se abarató. Lo mismo sucedió con el Chevrolet Classic, que en febrero valía $197.400 y que ahora, por medio de bonificaciones, cotiza $171.000. Su precio disminuyó un 13 por ciento.

El VW Up! es otro producto en oferta en el mercado argentino: con una reducción del 1% anual su valor bajó de 183.000 a 180.500 pesos.

La comprobación es contrastable. Los valores actuales son menores a los precios que fueron anunciados a principios de año, una vez actualizadas las listas de las automotrices ajustadas a la devaluación de fin de 2015. Hay bajas del 10%, hay costos estáticos y hay modelos que registran aumentos por debajo de la media del 30%, muy por debajo de la inflación del costo de vida estimada en el 40 por ciento.

El VW Gol Trend vale $200 menos: de $198.900 cayó a $198.700. El Nissan March, también beneficiado con bonificaciones, aumentó sólo un 2% y hoy cuesta $199.000. Ya por encima del umbral de los $200.000 aparecen el Renault Clio Mío de $205.000 con una suba del 3% anual y el Fiat Palio Fire que trepó hasta los $223.000 evidenciando un aumento del 12 por ciento.

La lluvia de bonificaciones y la guerra de precios fue la manera que las automotrices encontraron para enfrentar la crisis en Brasil y la consecuente caída de la demanda de los vehículos argentinos. A ese sobrestock generado por la situación financiera del país vecino se le sumó la aperrura de las importaciones.

Ante ello, las terminales se concentraron en el mercado interno que ya sufría la escalada inflacionaria pero con un dólar bastante estable y previsible. est último, les permitió que lo incrementos de los  vehículos de gama media y alta fueran tenues.