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Puerta a puerta, con demoras: más del 50% de los productos importados aún no llegó a manos de los compradores
29/12/2016 - 13:13hs

A fines de julio, cuando el Gobierno presentó los detalles del servicio “puerta a puerta” para la importación de productos adquiridos a través de páginas web del exterior, los empresarios se pusieron en alerta

Ese temor se reforzó cuando el secretario de Comercio, Miguel Braun, destacó que, con la reinstalación de este sistema –que había sido dado de baja por el kirchnerismo-, los consumidores iban a tener la “libertad de comprar en el mundo por un monto de dinero razonable”. 

Además, el funcionario había celebrado el hecho de que el Estado iba a recaudar impuestos por un nivel equivalente al 50% del valor de los bienes importados y que el mercado se iba a ver beneficiado por una competencia saludable. 

Desde cámaras vinculadas con sectores “sensibles” de la economía, como el del calzado, textil y electrónica, rápidamente salieron a cuestionar el sistema

Los empresarios argumentaban que este régimen, que posibilita a cada argentino convertirse en un “microimportador” con sólo contar con una tarjeta de crédito, podía hundir más a la industria nacional en un contexto de caída generalizada del consumo y en el que las importaciones tradicionales ya venían sacándole cuota de share. 

Finalmente, el “puerta a puerta” versión macrista entró en vigencia el 26 de agosto, de modo que ya cumplió los primeros cuatro meses de vida. ¿Qué fue lo que ocurrió a lo largo de este período? 

Según datos del Correo Argentino actualizados al 24 de diciembre, a los que accedió iProfesional, de los casi 532.600 paquetes que ingresaron al país a través de este canal, poco más del 50% todavía no pudo llegar a manos de los compradores

Puesto en cifras concretas: 

-Unos 232.700 envíos sí se completaron y fueron retirados en la Aduana o entregados en domicilio. 

-En paralelo, cerca de 25.400 avisos fueron emitidos por el Correo Argentino a la espera de que los usuarios retiren los productos. 

-Como contrapartida, hay 274.500 operaciones que, o bien están en un “limbo” o directamente quedaron truncas

-De ese subtotal, más de 101.600 paquetes fueron devueltos a los países de origen porque los compradores no realizaron los trámites necesarios para liberarlos o porque superaron los plazos para retirarlos. 

-Finalmente, casi 173.000 encomiendas están en situación de espera y todavía no pudieron ser entregadas porque los particulares no efectuaron el pago de los tributos y tasas correspondientes. 

Fuentes del sector, que pidieron estricto off the record, reconocieron que hay un alto porcentaje de envíos que todavía no pudo llegar a destino pero señalaron que, en la mayoría de los casos, esto responde a que los propios interesados todavía no cumplieron con algunos requisitos necesarios para completar la operación. 

¿La razón? Expertos consultados por iProfesional señalaron que esto responde a varios factores: temor a exponerse ante la AFIP, falta de comprensión sobre cómo funciona el sistema o paquetes que simplemente quedaron abandonados porque su valor no justificaba realizar todos los trámites. 

¿Cómo funciona? Cabe destacar que los particulares disponen de dos canales para utilizar el servicio “puerta a puerta”. 

Por un lado, pueden optar por realizar la compra en el exterior y luego hacer llegar el producto a través de una empresa privada tipo courier (como FedEx o DHL). Este sistema: 

• Permite realizar sólo un máximo de cinco operaciones anuales. 

• Tiene la desventaja de no tener franquicia

• El usuario debe abonar el mismo arancel que una empresa importadora (por ejemplo, en el caso de una prenda paga el 35%). 

• El valor de cada envío debe ser inferior a los u$s1.000 y pesar menos de 50 kilogramos.

La desventaja que muchos observan para este tipo de servicio logístico es que el costo del flete puede llegar a exceder cómodamente el precio del producto

Así, es posible adquirir con tarjeta de crédito en portales chinos una notebook Lenovo a u$s180, pero con un servicio logístico que duplica el costo de este dispositivo. 

Por eso, la gran mayoría de los compradores prefiere realizar este tipo de operaciones a través de un correo estatal del exterior.

Esto es así ya que, en el caso de China, el flete puede estar 100% subsidiado, con lo cual el interesado puede lograr un importante nivel de ahorro.

Estas operaciones, una vez arribado el producto al país, son canalizadas por el Correo Argentino. El servicio a través de esta modalidad, impone las siguientes condiciones: 

• Tiene la ventaja de que no hay límite en la cantidad de compras anuales (a diferencia del courier, que son cinco como máximo). 

• Se cuenta con una franquicia de u$s25 pero por única vez

• Una vez descontada dicha franquicia, se tributa el equivalente al 50% del valor del producto

• El envío no debe superar los u$s200 ni los 2 kilogramos si se quiere recibir el artículo en el domicilio

• En tanto, aquellos que quieran traer por el correo oficial mercadería por hasta u$s1.000 (límite 20 kilos) deben retirar el producto en Aduana

Claro que para hacerse del artículo, hay que cumplir con una serie de pasos

• El Correo Argentino envía al comprador un telegrama de aviso

• A partir de allí, el usuario luego deberá completar un formulario en la página de la AFIP, lo que implica que tiene que contar con un número de CUIL/CUIT y clave fiscal, con un nivel de seguridad 3 para poder operar. 

• En la web, el usuario debe generar un Volante Electrónico de Pago (VEP) para poder abonar los impuestos establecidos por el fisco (se puede pagar por home banking) y, además, tiene que desembolsar $100 por manejo del paquete. 

• Posteriormente, el particular debe comunicar en la web de la AFIP que recibió la mercadería dentro de los 30 días corridos.

• Desde el organismo conducido por Alberto Abad aclaran que, de no confirmar la recepción, el destinatario no podrá recibir otro envío bajo esta modalidad hasta que dicha confirmación se haga efectiva o se justifique ante la Aduana indicando los motivos por los cuales no se realizó la confirmación.

Todo esto demuestra que el sistema “puerta a puerta” tiene una “letra chica” muy amplia, lo que explica en parte por qué hay tantos paquetes sin entregar. 

“Hemos notado que este servicio está registrando demoras por varios motivos: hay personas que realizan la operación y después no quieren exponerse ante la AFIP; otros importan alguna baratija y, al ver los trámites que realizar, consideran que no se justifica completar la operación y también están los que no llegan a entender cómo funciona el sistema”, explicó Miguel Ponce, experto en comercio exterior. 

En cuanto a los productos que más se están importando, afirmó que “abundan los artículos de electrónica de bajo costo o accesorios”, como pueden ser auriculares, parlantes, relojes inteligentes de marcas genéricas, discos rígidos externos o protectores y fundas para celulares. 

También, indicó que se están trayendo algunos textiles y calzados, pero “nada de esto de manera masiva”. 

En cuanto al origen, el país que monopoliza el “puerta a puerta”, es China: cerca del 80% de las compras realizadas hasta el momento se canalizaron a través de portales web ubicados en el gigante asiático. 

Abanico de precios

Además de las cuestiones burocráticas, hay otras variables que deberá considerar un usuario cuando esté frente al monitor, tarjeta en mano, y se disponga a hacer clic en la opción “comprar” en una página del exterior.

Los impuestos internos, el tema de la garantía y la posibilidad de pagar en cuotas en un comercio tradicional son factores que pesan. 

En el portal chino DealExtreme es posible conseguir un Smartwatch Samsung Gear S2 a un precio de $3.890, con envío gratuito

Luego de pagar los tributos y tasas correspondientes, el dispositivo terminaría costando unos $5.300

¿Cuánto cuesta este reloj inteligente en un comercio local? En un retail, el mismo modelo se ofrece por $9.000, es decir, un 70% más.

Claro que, en general, ofrece la posibilidad de pagar en 12 cuotas sin interés, a lo que se suma el beneficio de la garantía

Sin embargo, en otros productos, como los discos rígidos, las diferencias no son tan notables.  

En los portales chinos, un dispositivo marca WD con capacidad de 1TB se ofrece a u$s71, con el flete 100% bonificado. 

Si se le suman los impuestos y la tasa del Correo Argentino, nacionalizar este artículo terminará costando $1.700. 

Esta cifra se ubica apenas por debajo de los $1.800 a los que cotiza en un retailer de la Argentina.

Además, también habrá que poner en la balanza variables como la posibilidad de pagarlo en seis meses y la garantía

Incluso, aun contando con la franquicia de u$s25, el usuario se encontrará con que el gap entre el precio final de este producto comprado a través del puerta a puerta o en un comercio tradicional es demasiado pequeño

En el caso de indumentaria, se pueden encontrar camisas de hombre por apenas $222.

Claro que luego habrá que sacar cuentas: sumando impuestos y tasas, este producto llegará al domicilio a un valor cercano a los $450 (sin franquicia).

Como contrapartida, en sitios de Argentina como Mercado Libre es posible encontrar camisas similares que parten desde los $400. 

De modo que los tributos y los costos de manipulación que se cobran por la entrega terminan achicando sustancialmente las diferencias

Frente a este cuadro, Marco Meloni, vicepresidente de Fundación ProTejer, afirmó a este medio que “el sistema que reinstauró el Gobierno no nos está arrojando datos alarmantes en cuanto a importaciones”. 

“Hoy, el principal problema que tenemos es la caída del consumo, que en indumentaria se acerca al 30% en todo el año”, agregó. 

En tanto, desde la cámara que nuclea a fabricantes de calzados –que habían mostrado una marcada preocupación cuando se anunció el relanzamiento del sistema-, también le restaron dramatismo al impacto que por ahora tiene el "puerta a puerta" en la industria local. 

“En un mercado de 140 millones de pares como es el de la Argentina, este régimen todavía no está moviendo un volumen suficiente como para preocuparnos”, señaló una fuente de la entidad.

Además, atribuyó esta poca participación a que "los trámites están resultando un poco más complicados de lo que se creía en un primer momento".