Cuando en su presentación oficial del viernes pasado Nicolás Dujovne dijo que su ambición era disminuir el déficit fiscal de 4,2% que fija el Presupuesto 2017 con la ayuda de los fondos del blanqueo, el designado ministro de Hacienda ya tenía un anticipo de cómo iba a cerrar la segunda parte del sinceramiento fiscal, el 31 de diciembre.

Antes de irse, Alfonso Prat Gay festejó que ya se alcanzaran los u$s90.000 millones exteriorizados, lo que le dejaba ingresos al fisco por 82.000 millones de pesos. Al último día hábil de 2016, a las 18, el blanqueo ya se acercaba a los u$s100.000 millones, y la AFIP ya llevaba recaudados más de $ 03.000 millones por las penalidades, de acuerdo con los datos que le pasó el organismo que lidera Alberto Abad al ex titular de Hacienda.

"Producto del excelente resultado que se obtuvo con el proceso de exteriorización de capitales es probable que se tenga una mejora en los ingresos, superior a la que se tenía presupuestada", había dicho Dujovne.

En la Jefatura de Gabinete aspiran a que al ritmo que viene el blanqueo, que finaliza el 31 de marzo, logre superar los u$S120.000 millones.

De lo recaudado, ya se transfirieron $62.500 millones a la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) para cumplir con el Programa de Reparación Histórica para Jubilados que, en teoría, era el destino del blanqueo.

Prat Gay había señalado que los buenos resultados del blanqueo le iban a permitir a la ANSES contar con los recursos necesarios para cubrir el gasto adicional que le demandará el pago del primer año del programa de Reparación Histórica y no tener que recurrir al Fondo de Garantía de Sustentabilidad para cumplir con ese compromiso.

Según había asegurado el Gobierno, los pagos retroactivos a los jubilados implicaban más de $47.000 millones, a los que había que sumarle para el pago de los haberes actualizados otros $75.000 millones por año si los 2,3 millones de potenciales beneficiarios se incorporaba al programa. 

Parte de los números más finos del blanqueo se verán reflejados en los datos de recaudación de diciembre, que se conocerán este lunes.

Hasta noviembre, la AFIP había sumado $ 2.900 millones por el blanqueo y $3.900 millones en octubre. Pero el salto fuerte se dio en los últimos días de diciembre, ya que a partir de enero la alícuota a abonar por la exteriorización sube de 10 a 15 por ciento.

Para inmuebles se mantiene el 5%. La primera etapa, que terminó el 31 de octubre, fue para blanquear efectivo en el país. En ese tramo, los contribuyentes abrieron 108.623 cuentas especiales en las que depositaron u$s7.185 millones.

Ahora comienza la cuenta regresiva para los últimos tres meses del programa. Antes de que finalice, sin embargo, se conoció la versión de que, como fuente extra de ingresos para hacer frente a los vencimientos de este año, el Gobierno estudiaba cambios en el “bono mágico” que es una de las opciones del blanqueo.

Ese título permite evitar el pago del impuesto y habilita a blanquear tres veces más que el monto que se suscribe. Ya entraron u$s560 millones por esta vía, menos de lo esperado, a raíz de su bajo rendimiento. Pero en la Casa Rosada reconocen que no será fácil introducir por decreto cambios en las condiciones de emisión del bono.