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Desde varios sectores del establishment aplaudieron la vocación por trabajar en una reforma integral. Piden quitar tributos distorsivos
04/01/2017 - 13:34hs

Las recientes declaraciones del flamante ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, respecto de avanzar en una reforma tributaria integral ilusionó al sector empresario, que viene reclamando desde hace tiempo una reducción de la presión tributaria.

Un reciente documento elaborado por la Unión Industrial Argentina (UIA) reveló que la carga impositiva total, incluyendo las tasas de los municipios, llega al 34% del PBI, diez puntos porcentuales más que en la última década.

Este es uno de los factores que hace a la tan reclamada competitividad y que todos coinciden en que debe comenzar a resolverse. Es por ello que desde varios sectores empresarios aplaudieron la vocación por iniciar el trabajo, que asumen será arduo, y mucho más en un año electoral.

Algunos sectores ya habían comenzado a trabajar en diversas mesas sectoriales con el Gobierno, pero las declaraciones del ministro dejaron en el establishment dieron más certezas de que se avanzará con esta reforma.

La duda que tiene la mayoría de los empresarios es cómo hará Dujovne para bajar el gasto y el déficit fiscal con una reducción de impuestos.

Cómo compensar la pérdida de recursos que generaría eliminar impuestos distorsivos como el impuesto al cheque, Ingresos Brutos, o reducir las cargas patronales es el gran interrogante. Asumen que llevará tiempo, pero que se debe encarar cuanto antes, si se pretende el desarrollo del país.

"Muchas veces dijimos que somos muy competitivos puertas adentro de la fábricas, pero cuando salimos, entre los costos logísticos y la presión tributaria, perdemos toda la competitividad. Por eso vemos muy positivo que se encare una reforma tributaria", afirmó el presidente de la UIA, Adrián Kaufmann.

Sobre las cargas patronales, enfatizó que "son mucho más elevadas que en otros países" y "es uno de los motivos por los cuales el país tiene casi el 40% de la economía en negro". De todos modos, agregó que las empresas no tomarán más personal solo porque bajen los impuestos al trabajo, sino que "hay un conjunto de cuestiones pendientes, macro y micro, que hacen que las compañías inviertan más y contraten más gente".

Desde el sector de la construcción, el presidente de la cámara, Gustavo Weiss, planteó que el rubro tiene una proporción muy importante del empleo en negro, que está dado por la construcción y refacción de viviendas unifamiliares. "En ese sector, que representa el 50% de la industria, la informalidad es muy alta", afirmó el empresario.

Weiss aclaró que las empresas que trabajan con grandes emprendimientos privados o con obra pública tienen a todos sus trabajadores formalizados, aunque en el interior "se ven más casos de empresas que no pagan el 100% del salario en blanco porque no les dan los costos finales de la vivienda para poder venderla".

Esta situación ocurre en las obras privadas con la presión impositiva en general. En la obra pública, los constructores trasladan sus costos al Estado, pero en las privadas deben ser competitivos para poder vender luego las unidades. "La economía argentina tiene una carga impositiva insostenible en el tiempo y ello evita el desarrollo", consignó Weiss.

A su vez, desde el sector agropecuario, el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Luis Miguel Etchevehere, consideró que la Argentina, como gran potencia mundial en la producción de alimentos, recién podrá expresar todo su potencial cuando tenga reglas de juego similares a sus competidores. "Nuestros alimentos son fantásticos, pero tenemos que tener buena infraestructura, estabilidad monetaria, acuerdos comerciales y también un sistema impositivo que incentive la producción", sostuvo el ruralista.

"Creo que la reforma impositiva tiene que estar orientada a bajar la informalidad y potenciar el federalismo. Y todo lo que salga debe salir por consenso", manifestó el industrial salteño José Urtubey.