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Las ventas al exterior culminaron en 2016 muy lejos del récord y no dieron muestras de recuperación. ¿Qué se espera para este 2017? 
04/01/2017 - 23:57hs

Las exportaciones argentinas de bienes terminaron 2016 en niveles similares a los de 2015: unos u$s58.000 millones.

La buena noticia que se extrae de esta afirmación es que, después de cinco años de descensos, en 2016 se interrumpió la caída de las ventas externas.

La mala noticia es que no pueden recuperarse y volver a crecer.

La Argentina exportaba por más de u$s80.000 millones en 2011 y, desde ese momento, las cifras han mostrado cada año descensos, hasta la estabilización en 2016

Varias razones confluyen para que aun no pueda esperarse un resultado de recuperación hacia niveles como los de hace años.

Algunas son exógenas:

-Caída de precios internacionales

-Recesión en el principal mercado para argentina (Brasil)  

-Desaceleración de la economía en China (segundo principal mercado para nuestras exportaciones) 

-Debilidad de las economías latinoamericanas (histórico principal continente de destino de las ventas externas).

Otras son endógenas. La competitividad sistémica argentina padece de debilidades y el proceso de corrección iniciado por la actual administración -que comenzó con eliminación de impuestos a la exportación, simplificación de trabas burocráticas, liberación cambiaria, regularización de la relación financiera con el mundo, solución de controversias jurisdiccionales internacionales y corrección de desequilibrios- todavía tiene mucho por delante. 

Analizando la composición de las exportaciones en 2016, debe decirse que las ventas al exterior de bienes de origen agropecuario se han convertido –hace algunos años ya y esto se confirmó el pasado- en el gran componente de los envíos al exterior.

Los productos primarios han crecido holgadamente comparándolos con el año anterior (el único rubro de alto crecimiento en 2016) y, junto a los manufacturados de origen agropecuario (que pese a que decrecen levemente medidos en dólares generados, son el rubro con mayor participación en el total de exportaciones, superando el 40% del total) explican dos tercios del total vendido al mundo.

Sin embrago, debe decirse que, pese a los esfuerzos -que aún no arrojan resultados relevantes-, los datos de 2016 permiten confirmar una situación que se conserva desde hace al menos un lustro: la Argentina se ha convertido en los últimos años en un país extremadamente cerrado en el comercio internacional.

Según el Banco Mundial, en 2010 en nuestro país las exportaciones de bienes y servicios representaban el 18,8% del PBI. Y en 2011 equivalieron al 18,3% del PBI.

Pero en 2012 ya bajaron al 16,2%; en 2013 cayeron al 14,6% del PBI; en 2014 descendieron aún más, al 14,3% y en 2015 completaron la caída hasta representar sólo el 11,1%.

No contamos aun con las cifras definitivas de 2016 pero puede predecirse que no habrá gran diferencia con 2015.

Este proceso de descenso de la participación de las exportaciones en el PBI acompañó a uno similar en las importaciones.

Mientras en 2010 equivalían al 16% del PBI, en 2015 bajaron a sólo 11,9% del PBI.

La Argentina ha reducido en el último lustro su participación en el comercio mundial de modo alarmante y aun no se recupera.

Si se comparan las exportaciones y las importaciones con el PBI en Argentina y en todos los países de las Américas (Sudamérica, Centroamérica, el Caribe y Norteamérica), Argentina es el país con peores ratios en los últimos años. 

Ahora bien: la corrección de esta debilidad, empero, no deberá conseguirse solamente con la mejora en el entorno local de negocios. El mejor ambiente (institucional, macroeconómico, microeconómico) que se obtenga a partir de más calificadas políticas y prácticas locales, deberá sumarse a otros logros. 

Efectivamente, si se observa la inserción comercial externa argentina se constata que muchos de los principales mercados (demanda de productos argentinos) estan afectados por sus problemas económicos, lo que depara amenzas sobre el inminente futuro comercial externo de nuestro pais.

Asi, entre los principales mercados para nuestras exportaciones hoy estan el Mercosur, la UE, y el resto de Aladi más Chile (LatAm).

Estos mercados explican el 45% del total. A Latinoamérica (la región sumada), Argentina envia alrededor del 30% del total de sus exportaciones.

Y luego tenemos un segundo conjunto que está explicado por Asia (ASEAN más China, India y paises del sudeste asiático), que explica otro 26% del total.

Despues -y en otro nivel-, con una participacion equivalente cada uno (11%), estan adicionalmente el NAFTA, Medio Oriente y el Magreb.

Es útil saber que para 2017 el FMI prevé que el PBI de los desarrollados crecerá menos que el de los emergentes en la medida en que EE.UU. crecerá 2,5%, el área Euro 1,4%, Canadá lo hará en 2,1%.

Y, como contrapartida, los emergentes en su conjunto crecerán 4,6%, mientras en particular Asia emergente lo hará en un 6,3%, India un 7,4%, el Asean un 5,1%, Europa emergente un 3,2%, Medio Oriente y el norte de África un 3,3%. Mientras, Latinoamérica solo crecerá 1,6% (México lo hará en 2,6%, pero Brasil solo en 0,6%). 

Por su lado, según el Banco Mundial para Latinoamérica se prevé un crecimiento de sólo 1,2%, con un Brasil que no recupera capacidad de suba. 

Por ende, debe advertirse que Argentina exporta casi un tercio del total a Latinoamérica y el Caribe y que no hay previsiones de buena performance en el continente.

Luego, a la UE la Argentina le exporta casi el 15% del total, y se prevé para el área Euro un alza de solo 1,6%.

También se prevé que EE.UU. crezca menos que el promedio mundial (aunque están mejor que las otras dos regiones). 

Estos mercados, muy relevantes para nuestro país, no generan grandes oportunidades para 2017. Algo relevante es que muchos de ellos han generado esfuerzos políticos de Argentina en 2016 (visitas de autoridades políticas, negociaciones para acuerdos, pertenencia a espacios institucionales internacionales). 

Mientras, por otro lado, en Asia Pacífico se prevé un alza del 6,2% del PBI el próximo periodo anual, y en Asia del Sur uno de 7,1%. Se destacan al respecto las previsiones sobre la India, China e Indonesia. Y a la vez, para el norte de África y Medio oriente se prevé en el BM un alza de su PBI de 3,5%.

Lo expuesto muestra que, para corregir las dificultades anunciadas al inicio (además de continuar hacia la mejora en el entorno macroeconómico  interno) Argentina deberá (para mejorar su performance comercia internacional) enfocar estratégicamente (utilitarismo en la política externa) su acceso a mercados.

Así, mientras entre nuestros principales mercados están economías que anuncian muy débiles alzas (menores al promedio) como Brasil (primer mercado), EE.UU. (tercer mercado), Chile (4to mercado), o la UE en su totalidad, hay otros mercados que prevén alzas mayores y aparecen como oportunidades (India, China, Indonesia, el resto de Asia Pacifico y Asia del Sur, el Magreb y medio Oriente) y que, por ende, deberían generar mayores resultados comerciales

La mejora en la performance podrá esperarse a partir de esfuerzos locales pero también de reajustes externos.

(*) Marcelo Elizondo es especialista en negocios internacionales. Director de “DNI” y profesor/investigador del ITBA)
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