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Según el famoso índice publicado por el semanario británico The Economist, surge claramente que el peso se apreció frente al dólar
13/01/2017 - 14:46hs

El célebre Índice Big Mac que elabora el semanario británico The Economist reflejó en su última actualización uno de los efectos colaterales de la política económica del primer año de Gobierno de Cambiemos: la apreciación del peso. Según datos publicados ayer, basados en los precios del sandwich más conocido de la cadena estadounidense de comida rápida en todo el mundo, más de un tercio de la ventaja competitiva que se ganó con la salida del cepo se evaporó.

The Economist presenta a su Big Mac Index, creado en 1986, como una guía informal para conocer el nivel al que están valuadas las monedas de todo el mundo. Así, ejemplifica la pagina del índice, un precio promedio de u$s 5,06 para el sandwich en los Estados Unidos en comparación con el promedio de u$s 2,83 que cuesta la misma hamburguesa en China indicaría que el yuan está subvaluado en un 44%.

Aunque hay indicadores más precisos, como el Índice de Tipo de Cambio Real Multilateral que elabora el Banco Central de la República Argentina, en principio esto indicaría que por la vía cambiaria China contaría con una importante ventaja de precio a la hora de competir con sus bienes y servicios, al menos frente a los Estados Unidos.

El precio promedio relevado en la Argentina por The Economist durante este mes fue de $ 55 por sandwich, es decir u$s 3,47. El resultado es una subvaluación del peso del 31,5%, favorable para la competitividad cambiaria del país en comparación con los Estados Unidos pero lejos del 44% chino.

Más allá de la foto, la medición de enero muestra un encarecimiento de la Argentina (o al menos de sus locales de comida rápida) durante el último año. En julio, el peso estaba subvaluado un 33,6% según el mismo índice y, en enero de 2016 –poco después de la salida del cepo cambiario– estaba un 51,5% por debajo del valor promedio en los Estados Unidos.

En resumen, lo que muestran los precios de la cadena McDonald’s, es que en el primer semestre del año pasado se perdió buena parte del colchón cambiario obtenido con la devaluación del peso en el mercado oficial en diciembre del año pasado. Así como las hamburguesas locales salen cada vez más caras para turistas o visitantes del exterior que las consuman en Buenos Aires, muy probablemente los productos y servicios locales hayan sufrido el mismo fenómeno, incluso los transables (que se pueden exportar o importar).

Comparaciones mucho más largas no se pueden hacer, porque como tantas otras estadísticas el Índice Big Mac sufrió distorsiones por intervención oficial en los últimos años. Al ser al mismo tiempo una medida de precio y de tipo de cambio, el indicador llamó la atención del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, porque ayudaba restar credibilidad a la cifra de inflación del Indec.

El resultado fue que, desde enero de 2011 hasta junio de 2012 –cuando el precio del sandwich saltó 26% de una sola vez– los precios locales del Big Mac se movieron muy por debajo de los del resto de las hamburguesas de la cadena.