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El roadshow por Londres y Estados Unidos apunta a para promocionar la colocación de deuda. Falta definir la tasa y los plazos de los bonos
16/01/2017 - 12:30hs

"Siempre hay que dejar demanda insatisfecha cuando se emiten bonos en el mercado". 

Tal definición, que corre por cuenta del mismísimo ministro de Finanzas, Luis "Toto" Caputo, se transformó en un especie de confesión.

El funcionario, en una charla distendida, explicó cómo será la estrategia oficial para la nueva colocación de deuda en los mercados internacionales y, esta vez, también en la plaza local.

Este jueves irá por u$s5.000 millones en el exterior y por otros u$s2.000 millones en el plano doméstico.

Este total -sumado al préstamo de u$s6.000 millones que obtuvo del consorcio de bancos que participarán de la transacción- le permitirá reducir las necesidades de financiamiento para este año, que ascienden a u$s40.000 millones.

El primer paso del equipo de Finanzas es el roadshow, o gira promocional de la transacción. Para cubrir las plazas financieras más relevantes, se conformaron dos grupos.

Uno, comandado por el mismo Caputo y con Pablo Quirno, jefe de Gabinete del ministerio de Finanzas.

Arrancó este lunes en Londres para iniciar los contactos "cara a cara" con los potenciales compradores de títulos. Un día después, el destino es Boston y el miércoles, Nueva York, 24 horas antes de la colocación de los nuevos bonos por u$s5.000 millones.

El segundo equipo lo conforma Santiago Bausili, secretario de Financiamiento, y Patricio Merlani, el subsecretario del área. 

El miércoles, junto con Caputo en Nueva York, quedan a la espera del gran día. Todas las reuniones con inversores tienen como objeto cerrar definitivamente la transacción.

El jueves solamente restará que Caputo le diga al mercado la famosa frase "show me the money" y ahí se medirá el éxito o no de la emisión.

La estrategia de "Toto"Mucho se especuló (y se especula) con respecto a la tasa que finalmente se convalidará por estos nuevos bonos.

Caputo no quiso deslizar a qué plazo emitirá ni el tipo de interés que está dispuesto a pagar. Por lo pronto, los rendimientos de los títulos argentinos en Nueva York vienen en caída, producto de una visión más favorable hacia el país.

En tanto, la tasa a 10 años en Estados Unidos -clave para medir cuánto más tendrá que abonar- permanece estable (2,40%).

Los bonos argentinos que se operan actualmente, para los plazos más representativos indican que:

-Si optara por una emisión a 10 años, debería pagar 7,60%

- Colocar títulos a 5 años le costaría 5,40%

-Para plazos más reducidos, como por ejemplo tres años, bajaría a 3,50%

Los papeles con ley local para tramos cortos (36 meses) ofrecen casi 4%, mientras que el Bonar 2024 rinde un 5,3%.

En el mercado prevalece la incertidumbre sobre el tipo de interés que el funcionario terminará convalidando. Hasta ahora, sólo se limitó a decir que tratará de obtener el menor costo posible.

Pero claro, del otro lado están los financistas, que buscarán torcerle el brazo y darle todos los dólares que necesita a cambio de conseguir un buen rendimiento.

Para ganar esa pulseada, Caputo apela a una estrategia: "dejar demanda insatisfecha", a que la misma exceda la oferta o, dicho en otras palabras, a no venderle todos los bonos que ellos pudieran llegar a solicitar.

Apunta a "dejarlos con ganas de más". Es decir, a "plantarse" en una cifra aunque le pongan más dinero sobre la mesa.

Esto no significa que deje de tomar una cifra superior a la inicialmente prevista, siempre y cuando la tasa siga siendo atractiva, algo que posiblemente ocurra.

De todas formas, mantendrá su consigna: que un grupo de inversores, aun teniendo los dólares en sus bolsillos, se quede sin poder comprar papeles argentinos.

¿Para qué? Caputo lo resume así: "De nada sirve que después de que se hayan emitido, los precios se desplomen", producto de que decaiga el atractivo de conservarlos en los portfolios.

Esto es algo usual en las emisiones de deuda y que el funcionario quiere evitar.

La estrategia de "Toto" Caputo es clara: al dejar inversores afuera de la emisión primaria, los inducirá a comprar en el mercado secundario, donde operan libremente y cuyo precio se establece por oferta y demanda.

Este apetito por incorporar papeles argentinos a sus carteras hará que las cotizaciones no caigan e, incluso, tiendan a subir.

La estrategia del funcionario se completa del siguiente modo:

- Si hay buena demanda, entonces el riesgo país de la Argentina caerá más

- Si esto sucede, cualquier suba en los tipos de interés que ocurra en Estados Unidos será compensada

-Esto, a su vez, hará que la tasa de financiamiento para el país se mantenga estable, de cara a las futuras colocaciones de deuda

Antecedentes de un traderA diferencia de otros funcionarios del área, Caputo tiene sobrada experiencia en lo que se llama "trading" ("operar" en el mercado).

No necesariamente es un "técnico". Más bien, es un hombre que supo ganarse su reputación (y unos buenos ingresos) en base a saber cuándo y cómo comprar activos financieros para luego venderlos a mejor precio.

Fue jefe de Trading nada menos que en el JP Morgan en Nueva York y en Argentina, entre 1994 y 1998. En ese entonces operaba con bonos y acciones de América latina.

Después se mudó al poderoso Deutsche Bank, donde fue jefe de trading para Europa del Este y América Latina entre 1998 y 2003.

Nueve años manejando la mesa de dinero de semejantes bancos lo transformó en un especialista en la materia.

La estrategia que ahora desplegará el ministro no es novedosa. De hecho, en las anteriores colocaciones en el exterior apeló a una maniobra parecida:

-En abril del año pasado, el Gobierno recibió ofertas por u$s69.000 millones. Sin embargo, aceptó menos de la cuarta parte: u$s16.500 millones.

-En julio del 2016, con la excusa de que iba a recomprar los cupones PBI (algo que no se hizo), captó u$s2.750 millones. Las órdenes recibidas más que duplicaron esa cifra: u$s6.700 millones.

-En octubre pasado, los inversores del Viejo Continente ofrecieron 7.600 millones de euros: el Gobierno apenas tomó la tercera parte.

Esto muestra cómo en las tres operaciones del año pasado, lideradas por Caputo, hubo demanda insatisfecha en todos los casos.

¿Cuánto podría ser esta vez? En el mercado creen que el total de requerimientos de estos nuevos títulos en el exterior, como piso, sería de u$s10.000 millones. Si bien el ministro dejó entrever que se espera una fuerte demanda, lo cierto es que ya "avisó" que mantendrá su estrategia de selectividad.

El préstamo que el Gobierno obtuvo de los bancos (u$s6.000 millones), a horas de salir a buscar fondos entre inversores, también fue un mensaje claro a los financistas: ya no está tan ahogado a la hora de tener que hacerse de dólares, como sí lo estaba antes.

Más adentro que afueraOtro dato no menor es la decisión de Finanzas de volcarse este año más al mercado interno.

Caputo buscará fondos por u$s14.000 millones en la plaza local, mientras que afuera lo hará por menos: u$s10.000 millones.

¿Esto es señal de que tratará de privilegiar el circuito doméstico en desmedro del internacional? No necesariamente, ya que los mismos fondos del exterior podrán hacerse de estos títulos que se transaccionen internamente.

No obstante, para algunos financistas tener activos con ley argentina en sus portafolios puede no ser tan sencillo, más allá del empujón que les otorgara el JP Morgan al sumar bonos albicelestes a su índice.

Otro punto clave de la estrategia trazada por Caputo será la de reducir la dependencia del país al financiamiento externo. Apunta a que, en un futuro, suceda lo que en Brasil, que logra fondearse en reales, internamente y a tasas bajas.

Esa es la meta que persigue el funcionario, si bien sabe que le resta transitar un largo camino para desarrollar el mercado de capitales doméstico.

Por eso, en su agenda, figura con birome roja y como un "pending" importante la reforma de la Ley de Mercado de Capitales, que lo ayudará a darle mayor impulso a la plaza local.