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El juez federal Ariel Lijo ordenó intervenir el teléfono de Parrilli en una causa en la que está imputado por el supuesto encubrimiento
23/01/2017 - 19:08hs

Entre los casos que tienen a Cristina Kirchner  la Cámara de Casación decidió darle impulso a la denuncia que realizó Alberto Nisman por encubrimiento del atentado de la AMIA.

Una serie de conversaciones telefónicas que están en poder de la Dirección de Captación de Comunicaciones del Poder Judicial que depende de la Corte Suprema la complican más aún.

Allí se la escucha consultarle a Oscar Parrilli por las causas que le "armaron" al agente de inteligencia  Antonio Stiuso.

El juez federal Ariel Lijo ordenó intervenir el teléfono de Parrilli en una causa en la que está imputado por el supuesto encubrimiento de Ibar Esteban Corradi.

En esa causa, los investigadores se toparon con varias comunicaciones entre el ex jefe de los espías durante el kirchnerismo y la ex Presidente.

Según fuentes judiciales, en al menos tres diálogos se escucha una voz que sería de Cristina Kirchner en una evidente relación de confianza y maltrato de la ex mandataria al ex funcionario.

La más sugestiva de estas conversaciones se produjo el 11 de julio de 2016 a las 9:52 cuando hablaron sobre las declaraciones que Stiuso había realizado en un reportaje en el que calificó a la ex mandataria como "una mujer loca" que "ya no tiene poder".

La charla dice así: 

Otra comunicación se estableció cuatro días después, y esta vez Cristina Kirchner le comentó a su colaborador que la esposa del juez federal Julián Ercolini, María Julia Kenny, era vocera del ministro de Justicia, Germán Garavano.

En esa misma comunicación aseguró que Gerardo Pollicita, el fiscal que impulsó la investigación en la que la ex jefa de Estado terminó procesada por presunto desvío de fondos de la obra pública, es un "coimero".

Del entrecruzamiento de llamadas surgen otros datos relevantes como la conversación en la que Parrilli le advierte a su jefa que los teléfonos estaban "chupados", algo que denota que el ex director de la Agencia Federal de Inteligencia mantiene contactos con el espionaje.