Ete fin de semana llegó la primera ola de calor del año. Puertas adentro, la sociedad resistió poniendo al máximo los ventiladores y los aires acondicionados, y eso trajo de regreso un clásico de los últimos veranos: los cortes de luz.

Con la emergencia eléctrica decretada por el Gobierno todavía en plena vigencia, el viernes la temperatura llegó a 31 grados en Capital, con una térmica de 32,5°. La marca no fue extrema, y sin embargo casi 100.000 hogares se quedaron sin luz en la Ciudad y el Gran Buenos Aires.

El Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), dijo que 56.136 usuarios de Edenor soportaron la primera jornada de la ola de calor a oscuras, y unos 41.293 de Edesur.

El sábado, con temperaturas que llegaron a 33,1° y una sensación térmica que alcanzó los 35,9°, llegó a haber por la tarde más de 31.100 hogares afectados en forma simultánea. 

San Isidro, Tortuguitas, Paso del Rey, Villa Rosa, Merlo y Villa Adelina fueron las localidades con mayor cantidad de apagones en el área de Edenor, mientras que Edesur tuvo sus mayores apagones en Temperley, Rafael Calzada, Monte Grande, Don Orione, Banfield, Florencio Varela, y Lanús, entre otras.

Rosario soportó máximas de 33,7°, Córdoba de 34,2° y Mendoza de 38°.

En Santiago del Estero, La Rioja y San Juan se superaron los 40 grados y en Santa Rosa el termómetro marcó 42,5°"‹ a las cuatro de la tarde.

En ese contexto, la demanda de potencia eléctrica alcanzó los 21.715 MW en todo el país, muy cerca del récord histórico para un sábado, que es de 21.866 MW y data del 18 de enero de 2014.

En Capital, la ola de calor continuará hasta el martes y ese día llegará a su pico.

Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN),  el lunes las temperaturas no bajarán de los 24°, ni siquiera de noche, y llegarán a 33° durante el día.

Mientras que el martes la mínima será de 25° y la máxima estará en 33°, con sensaciones térmicas que podrían ser de varios grados más y lluvias hacia la noche que traerían el alivio.

Con esa perspectiva, el SMN extendió el alerta amarilla para advertir que estas condiciones pueden ser peligrosas, en especial para bebés, niños pequeños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas.

Tomar abundante agua, vestir ropa de colores claros y evitar al máximo las actividades al aire libre son algunas de las recomendaciones para atenuar los riesgos.