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Cumplió su promesa y retiró la participación de su país en el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica tres días después de asumir su cargo
24/01/2017 - 13:55hs

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, retiró la participación de su país en el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, por sus siglas en inglés) tan solo tres días después de asumir su cargo.

Se trata de un gran acuerdo comercial multinacional que el hoy vicepresidente estadounidense Mike Pence apoyaba cuando era gobernador de Indiana, pues decía que "comercio significa empleos, pero también significa seguridad".

Pero durante su campaña, Trump no se cansó de repetir todo lo contrario y este lunes al firmar una orden ejecutiva que establece la retirada de su país del pacto lo confirmó: "Lo que acabamos de hacer es una gran cosa para los trabajadores estadounidenses".

¿De qué se trata el TPP y por qué se opone a él el nuevo presidente de EE.UU.?

Hasta antes de la retirada de EE.UU., el acuerdo comercial TPP abarcaba cerca del 40% de la economía mundial, un mercado de unas 800 millones de personas.

Japón, Australia, Canadá, México, Perú, Chile, Malasia, Vietnam, Nueva Zelanda, Singapur y Brunéi son las naciones que se mantienen en el pacto.

El gran ausente entre las potencias económicas del Pacífico sigue siendo China, que no ha mostrado intenciones de integrarse.

El acuerdo -del que el gobierno del expresidente de EE.UU. Barack Obama había sido un gran impulsor- sienta las bases para un superbloque económico que, de continuar como se pensó, reducirá las barreras comerciales en las naciones que participan en él.

También armoniza la legislación en temas como el acceso a internet, la protección a los inversionistas, la propiedad intelectual en áreas como los productos farmacéuticos y la producción digital, así como en las normas de protección al medio ambiente.

Pero esa apertura económica multinacional que plantea va a contracorriente de la política de protección que ha planteado Trump como su línea de gobierno.

La "protección" será el fundamento de la nueva "prosperidad y fuerza" de EE.UU., dijo Trump en su discurso de toma de posesión el 20 de enero.

"Debemos proteger nuestras fronteras de los estragos de otros países que fabrican nuestros productos, roban nuestras empresas y destruyen nuestros puestos de trabajo", dijo.Sin ChinaEl TPP también es considerado como una parte integral de la estrategia económica de las tres naciones latinoamericanas que hacen parte del acuerdo.Chile fue la pionera de la región en buscar sociedades comerciales distintas a las tradicionalmente orientadas a Estados Unidos y Europa.

Fue, incluso, una de las cuatro naciones fundadoras del acuerdo precursor al TPP, junto con Brunei, Nueva Zelanda y Singapur.

México y Perú

también buscan aumentar sus exportaciones y atraer importantes inversiones provenientes de países asiáticos.

Entre las naciones de la Cuenca del Pacífico, sin embargo, la ausencia más notoria en el TPP es la de China, la economía más grande de Asia y la segunda mayor del mundo.

La mayoría de los bienes y servicios que se comercializan entre los países están considerados en el TPP, pero no todos los aranceles (los impuestos de importación) van a ser retirados.

En total hay 18.000 aranceles en juego, pero algunos serán eliminados antes que otros.

Por ejemplo, los firmantes dijeron que iban a eliminar o reducir los aranceles y otras políticas restrictivas de los productos agrícolas e industriales.Otros rechazosLa oposición no solo viene del nuevo gobierno estadounidense.

Los críticos de la iniciativa alegan que fue negociado en secreto y que beneficia principalmente a las multinacionales.

También alertan que puede allanar el camino para que las empresas demanden a los gobiernos que cambien de política en áreas como la salud y la educación.

Los países con mano de obra más barata se benefician del traslado de la manufactura de países más desarrollados.

Como suele ocurrir en todas las discusiones en torno a los tratados de libre comercio, en los distintos países se esgrimen intereses que podrían verse fortalecidos o afectados por el TPP.

Los exportadores de distintas naciones están esperanzados con la expansión comercial que promete el acuerdo, otorgándoles nuevos mercados.

En cambio, en EE.UU. varios sindicatos argumentaban que el acuerdo ayudará a que más empleos industriales bien remunerados sean trasladados a países donde la mano de obra es más barata, como el sureste de Asia.

Es un asunto clave en los objetivos del gobierno de Trump: evitar que los empleos se vayan de su país, según BBC.

Está por ver si con la salida de EE.UU. del acuerdo, este llega a entrar en vigor y de qué forma, ya que el resto de países integrantes pierden uno de sus principales incentivos: un mayor acceso al mercado estadounidense.

Algunos países como Nueva Zelanda han sugerido algún tipo de acuerdo alternativo para que se sostenga el TPP sin EE.UU.

El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, ya dijo que un TPP sin EE.UU. -y su mercado de 250 millones de consumidores- sería un "sin sentido".

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