Panasonic instó a sus empleados a que salgan de trabajar como muy tarde a las 20 horas, en un momento en el que Japón volvió a cuestionar sus largas jornadas laborales tras el suicidio en 2015 de una mujer que realizaba más de 100 horas extra al mes.

El propio presidente de la compañía, Kazuhiro Tsuga, se encargó de comunicar la decisión por correo electrónico a los 100.000 empleados que la compañía tiene en Japón, según confirmó una vocera de la empresa.

La conciliación de la vida laboral y familiar está ganando terreno en Japón tras el mencionado caso de suicidio de 2015. Por ejemplo, la casa de valores Daiwa acaba de aprobar una campaña para pedir a sus empleados a que dejen la oficina a las 19 horas, mientras que el fabricante de productos de higiene Unicharm prohibió las horas extra después de las 22 horas.

Panasonic está entre las empresas niponas que históricamente más cuidaron este aspecto, aprobando medidas como una de 1965 que en pleno auge del milagro económico japonés, prohibió las semanas laborales de seis días (régimen que la mayoría de empresas no modificaron hasta los ochenta y que muchas pymes aún mantienen).

El suicidio, en diciembre de 2015, de Matsuri Takahashi tras llevar siete meses trabajando en el gigante de la publicidad Dentsu volvió a poner el foco sobre los regímenes laborales de las empresas niponas y el "karoshi" (término japonés acuñado para definir la "muerte por exceso de trabajo").

El Ministerio Trabajo decidió llevar el caso de Takahashi ante la justicia por considerar que Dentsu incumplió la normativa laboral maquillando sistemáticamente los registros de horas extras de sus empleados.