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Hans Vinding-Diers, propietario y enólogo de Bodega Noemía, dialogó con Vinos & Bodegas sobre las particularidades del terroir del Valle de Río Negro
07/02/2017 - 00:09hs

Nació en Sudáfrica, pero creció en Francia. De madre británica y padre danés, Hans Vinding-Diers tiene, sin dudas, algún componente nómade en sus genes… Pero no por ello imaginó que a los 47 años iba a estar viviendo en la Patagonia, con dos fincas y bodega propias y haciendo vinos deliciosos para el mundo: “Es que luego de experimentar dos cosechas en esta tierra me dije ‘esto es el paraíso’, y ya no pude irme más”, asegura. 

Hans es uno de los dueños de Bodega Noemía, y cuando habla de “paraíso” se refiere a “viñas antiquísimas, varietales extraordinarios, clima seco y ausencia de plagas”.

Son condiciones que, según el propio winemaker, le permiten hacer “vinos casi orgánicos por naturaleza”.

Otro factor clave –para no utilizar químicos- es “la amplitud térmica del desierto y los suelos fluviales, pobres y con algo de calcáreo”, dice Vinding-Diers, y agrega con cierta nostalgia: “Estas características del suelo me recuerdan mucho a Bordeaux, donde me crié”.

Así las cosas, en Noemía se producen vinos únicos en el mundo. Tan únicos que uno de ellos –el Noemía- ostenta 97 y 96 puntos por parte de Robert Parker y Wine Spectator, respectivamente; con un promedio que no baja de los 95 en cada caso.

Pero para llegar a semejantes calificaciones hubo pasar por muchas etapas. Hans relata sus primeros pasos en la Patagonia: “En 1998 trabajaba asesorando a una importadora inglesa y me enviaron a General Roca, para hacer vinos de alta gama junto a la bodega Humberto Canale”.

Por esos días, Hans fue clave a la hora de crear un vino emblemático: el Marcus Reserva, dato no menor si se tiene en cuenta que se trata de uno de los primeros Pinot Noir de Argentina. 

Malbec propio en un terroir soñadoMás allá de ese gran Pinot y de la Bodega Canale, Hans quería hacer su Malbec y, ya fascinado con las cualidades de los valles de Río Negro, comenzó a buscar chacras, viñas y uvas que le permitan lograr su cometido.

Para ahorrar pasos y gracias a su relación con el renombrado enólogo local Marcelo Miras, Hans se reunió con Oscar Ferrari (inspector del INV) y le pidió echar un vistazo a los registros: “Primero los papeles, luego el trabajo de campo”, señala.

Así Vinding-Diers encontró algo que lo fascinó por completo: viñedos antiguos (1932) que luego de tantos años conocían perfectamente el clima, el suelo y, estando tan adaptados, nada podrías afectarlos: “eran uvas Malbec casi autóctonas, prácticamente nativas de la Patagonia”.

Entonces compró una pequeña partida y en un viejo galpón de empaque de manzanas comenzó a producir, literalmente, vinos de garaje.

“Si algo me quedaba de Francia eran mis contactos con la ´mafia de las barricas´”, dice Hans entre risas, y aclara que ese fue un factor muy importante para comprarlas buenas y a un precio razonable.

“A mediados de 2003 habíamos podido hacer sólo 1.600 botellas, pero las habíamos hecho exactamente como queríamos”, afirma. 

Así fue como Hans puso dos botellas (sin etiqueta) en un maletín y viajó a la London Wine Fare. Caminando por la gran feria de vinos de Londres, el sudafricano se encontró con Stevan Spurrier, un notable Master of Wine inglés a quien conocía desde hacía muchos años.

Cuando Stevan probó el Noemía quedó fascinado, y en menos de una hora se lo estaba enseñando al mejor sommmelier inglés del momento. La London Faire Trade todavía no había concluido, pero Hans ya había vendido las 1.595 botellas que le quedaban en Río Negro.

Días después, un Malbec de la Patagonia Argentina, el Noemía 2001, se degustaba en los mejores restaurantes del Reino Unido.

De la Patagonia al mundoBodega Noemía produce tres etiquetas en sus fincas y bodegas de Mainqué (localidad situada a 25 kms. al este General Roca) y en Valle Azul (a 30 kms., al este de Villa Regina).

En Valle Azul vinifican Noemía (100% Malbec) y J. Alberto (95% Malbec y 5% Merlot) con uvas producidas en Mainqué. En Mainqué vinifican A Lisa (95% Malbec, 3% Merlot y 2% Petit Verdot) con uvas producidas en Valle Azul. 

El 85% de la producción de Noemía se exporta a Estados Unidos (principalmente), Inglaterra, Canadá, Suecia, Alemania y Dinamarca. El 15% restante se consume en el mercado argentino, fundamentalmente en restaurantes y vinotecas de alta gama.

Redescubriendo un gran terroirEsta zona del valle, por su potencialidad productiva y su tradición centenaria, se ha transformado en una región selecta en producción de vinos y espumantes de calidad nacional e internacional.

Ubicada en la parte norte de la Patagonia, Río Negro es la cuarta provincia en importancia dentro de la producción vitivinícola argentina, con una superficie plantada de 1.674 hectáreas de viñedos. Dicha superficie permite producir unos 45.000 hectolitros por año, menos del 1% del total del país.

De acuerdo con los datos del INV actualmente se encuentran operativas dentro del territorio provincial 33 bodegas y 30 elaboradores artesanales y caseros.

El clima de la zona es seco, con veranos de días calurosos y noches frescas, lo que permite condiciones sanitarias y de desarrollo del cultivo de óptima calidad y, en general, sin uso de agroquímicos. Tiene una amplitud térmica significativa, que llega hasta los 20° y favorece la evolución de las viñas, con intensos y brillantes colores en sus vinos.

Un importante factor diferencial de la presencia de los viñedos a lo largo del valle es la protección que las cortinas forestales brindan con respecto a los vientos patagónicos.

Los viñedos se encuentran a solamente 250 metros sobre el nivel del mar y el mayor riesgo que enfrentan lo constituyen las heladas primaverales tardías.

El terroir natural ofrece un hábitat ideal para varietales tintos como el Merlot, el Pinot Noir y el Malbec. Entre los blancos se destacan el Semillón y el Sauvignon Blanc. Los vinos de Río Negro son los típicos de las zonas frías, de aromas muy definidos y característicos.

En el departamento de General Roca, en lo que se denomina el Alto Valle de Río Negro, se encuentran ubicados los viñedos más antiguos que dieron origen a la vitivinicultura provincial.  

Un poco más al este, a lo largo del río que desemboca en el océano Atlántico, aparece el "Valle Medio”, cuyo centro es la isla de Choele Choel y donde también se encuentran viñedos de larga data. 

Para el Director de Vitivinicultura de Río Negro, Carlos Banacloy, “cada bodega rionegrina encierra una historia de trabajo y dedicación que no hace más que resaltar las virtudes agroecológicas de una provincia destinada a producir vinos de la más alta calidad y esto nos llena de orgullo”.

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