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En el mercado estiman que el real test del año empieza en febrero cuando se vea el impacto del aumento de la luz y otros servicios. Festejos en el BCRA
10/02/2017 - 13:05hs

Hubo festejos en el Gobierno tras el dato de inflación de enero. El Indec publicó un modesto 1,3% de aumento, todo un logro si se considera que las previsiones de los economistas y los índices "alternativos" hacían esperar una cifra más alta. De todas maneras, la mala noticia es que aceleró el alza de precios del rubro alimentos y bebidas y se ubicó de nuevo arriba del promedio.

El número estuvo por debajo de lo que estimaban las consultoras (suba de 1,5%) y la misma CGT (1,6%). Fue, en otras palabras, una sorpresa para el mercado.

Independientemente de esto, la inflación "núcleo" que excluye a los precios regulados y los estacionales, mostró también un 1,3%. Este dato es el que ahora sigue el BCRA para medir sus políticas. Y es el que mostrará un dato inferior a la inflación general de febrero que ya estará "contaminada" por el alza de la luz. 

Pero más allá de esto, salieron rápido algunos funcionarios del Central en las redes sociales a "festejar" el dato del Indec. El twittero más conocido que lleva la bandera del BCRA en alto es el mismísimo vicepresidente de la entidad, Lucas Llach.

El ex candido de vice de Ernesto Sanz publicó en la red social que la inflación en los últimos seis meses es 8%, a un ritmo anualizado de 16,7%. Ergo, dentro de la meta del BCRA del 12% al 17% para este año. Ese mismo tuit fue publicado por el vicepresidente segundo del banco, el economista y físico Demian Reidel

Pero a pesar la aparente "victoria" oficial contra la inflación por la medición del primer mes de año, en el mundo de los economistas no están seguros que la película vaya tener un final tan feliz.

De hecho, dicen que es difícil que el Banco Central logre la meta de inflación que se autoimpuso del "12% al 17%".

Sucede que para obtener eso, la inflación de los próximos meses luego de lo que será febrero y marzo (con sendas subas del 2% por las tarifas en el servicio eléctrico) debería ser de 1% mensual.

Algo más que dudoso teniendo en cuenta que falta el impacto de las paritarias y el resto de los aumentos de precios que se dan durante el año.

Esto se observa en el dato del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que publica el mismo BCRA. La actualización de la medición de enero arrojó una proyección de inflación anual de 20,8% para 2017, un fuerte avance frente a 2016, pero todavía muy lejos, más de 6 puntos porcentuales por encima, del centro de la meta perseguida por el Banco Central para este año, que es de 14,5%.

Los pesimistas"No es que el mercado intuya una gran devaluación que impacte en la dinámica de precios. Más bien, la brecha parece obedecer a la expectativa de negociaciones salariales con cláusulas de ajuste más cercanas al 25% que al 20%, y a la subsistencia de múltiples mecanismos de indexación", explica Jorge Vasconcelos, de Ieral Fundación Mediterránea.

"Al margen de las conjeturas, la credibilidad del Banco Central se juega este año en el comportamiento de la inflación durante el segundo semestre", agrega el economista.

Y dice que sería un éxito si los guarismos se acercan a 1% mensual, aun cuando el acumulado del año se ubique algo por encima del techo de la meta (17%). Esto podría lograrse con un 18,5%, por ejemplo, pero no con el 20,8% proyectado por el mercado, agrega Ieral. 

"Es probable que el Banco Central tenga una visión más optimista acerca de la marcha de la inflación y por eso mantiene, pero no sube, las tasas de interés de corto plazo", advierte Vanconcelos.

Y reafirma que, sin embargo, a partir de abril o mayo la especulación comenzará a ceder espacio a los datos. "Para la autoridad monetaria habrá un dilema si para ese momento la inflación proyectada del año sigue encima del 20%, porque ese guarismo tendría implícito un ritmo de 1,5% mensual para la suba de precios a lo largo del segundo semestre", calcula el economista.

"Por ende, al margen de subas mensuales engordadas por los ajustes tarifarios que van de febrero a abril, deberá prestarse de aquí en adelante suma atención a la evolución de los precios libres, de los servicios privados y, particularmente, de las negociaciones salariales", agrega Vasconcelos.

El economista de la Fundación Mediterránea sostiene que por alguna razón las expectativas de inflación se resisten a perforar el piso de 20% para 2017, lo que implica –en caso que el mercado esté en lo cierto- un segundo semestre de inquietante brecha entre los datos y lo que el Banco Central necesita para lograr su objetivo.

"El Banco Central necesita que la inflación se acerque a 1% mensual antes de fin de año. No es imposible, pero ya se sabe que el futuro puede ser ingrato con los pronosticadores…", concluye Vasconcelos. 

Los optimistasMás optimista, desde Economía & Regiones (la consultora que hasta hace pocos años tuviera como director al actual ministro del Interior Rogelio Frigerio) dicen que apresurado considerar que la meta de inflación 2017 no podrá ser cumplida. Y enumeran: 

-El cumplimiento de la meta de inflación 2017 no está “lejos” y es factible.

-Cumplir la meta exige que la inflación sea 1,3% promedio mensual a lo largo de todos los meses de este año.

-Ese número no está “lejos” de los últimos registros observados.

-Puntualmente, en el segundo semestre 2016 la inflación minorista promedió 1,38% (según INDEC).

-Lo cual es 17,9% en términos anualizados.

-Paralelamente, la inflación de diciembre 2016 (según INDEC) ascendió a 1,2%, que en términos anualizados es 15,4% al año.

"Hay chances (no certezas) de cumplir la meta de inflación del 17%. De acuerdo con nuestras estimaciones, los aumentos tarifarios anunciados tendrían una incidencia de entre 7 y 8 puntos porcentuales en la inflación anual, lo que casi representa el 50% del aumento general de precios que tolera la meta de inflación 2017", explica Economía & Regiones. 

De acuerdo con la consultora, la inflación minorista observará una clara tendencia a la baja en la medición interanual. Paralelamente, la inflación mensual también tendrá tendencia bajista pero menos clara, ya que estará el ruido que inyectan los tarifazos.

¿Hasta dónde bajaría la inflación interanual?, se pregunta Economía & Regiones. "La fuerza con la cual continúe bajando la inflación depende de la prudencia de la política monetaria. A mayor prudencia monetaria, más bajará la inflación y más chances de cumplir la meta", afirman.

Con desenlace abierto 

Con un poco más de esceptcisimo, Federico Muñoz (de la consultora Federico Muñoz y Asociados), sospecha que para que la inflación caiga hasta la meta oficial del 17% se necesitaría una tasa de interés real bastante más alta que la actual (e insostenible en el plano político).

Y se pregunta si la actual tasa de interés real -de unos 4 puntos porcentuales, tomando la inflación mensual anualizada- será suficiente para extender el proceso de desinflación, en un año en el que la economía saldrá de la recesión y en el que las tarifas sumarán presiones inflacionarias.

De hecho, el grueso de los economistas consultados en el REM desconfía del BCRA. En la encuesta de enero, el consenso apostó a una inflación 2017 de 20,8%; dos décimas menos que en el relevamiento de diciembre, pero casi cuatro puntos porcentuales por encima de la meta a la que aspira el BCRA.

"Si, en efecto, Sturzenegger logra que la inflación cierre el año por debajo del 17%, de seguro constituirá uno de los éxitos de política económica más rutilantes y menos esperados de la historia argentina", afirma Federico Muñoz.