La escena se repitió el jueves y el viernes en los bancos de todo el país: la fila de clientes se extendía varios metros y, en algunos casos, hasta llegaba a la vereda.

Hubo pocos empleados en las cajas y se les recomendaba a los usuarios que realicen sus transacciones por terminales de autoservicio.

La causa: las asambleas que realizaron los bancarios en las filiales de todo el país para defender el acuerdo salarial que firmaron con las cámaras Adeba y Abappra a fines de noviembre.

Estos encuentros tuvieron como fin "ordenar la propuesta de un paro de 24 horas, cuya fecha será fijada por el plenario de secretarios generales que se realizará el lunes", según indicó  el secretario de prensa de la Asociación Bancaria (AB), Eduardo Berrozpe.

El arreglo entre ambas partes contemplaba un bono de fin de año ($2.000), que se efectivizó, y un adelanto a cuenta de la paritaria equivalente al 19,5% del sueldo inicial de la actividad, con un adicional del 4%, lo que totalizaba una mejora de 24,12% hasta abril.

Pero la idea contrarrestaba el “Modelo Vidal”, que plantea un techo de 18% para los trabajadores estatales, incluyendo a quienes trabajan en los bancos dependientes de los gobiernos nacional y provinciales.

De esta forma, la estrategia oficial planea que se genere un “efecto contagio” hacia otros rubros de la economía y moderar los aumentos salariales con miras de contener la inflación.

Dentro de esta estrategia, el ministro de Trabajo Jorge Triaca no sólo no homologó el acuerdo salarial, sino que esta semana presentó un recurso para solicitar el “levantamiento de intromisión” de la Justicia, que falló a favor de los bancarios.

"Somos respetuosos de la Justicia, pero no puede intervenir en el cierre de paritaria", dijeron a iProfesional desde el ministerio.

Esa fue la respuesta que ensayaron el martes en Casa Rosada luego de la reunión que tuvieron Triaca y el vicejefe de gabinete, Mario Quintana, con los banqueros.

Pero el conflicto volvió a subir de tenor este viernes, cuando el ministro fue escrachado por los trabajadores del sector en la ciudad entrerriana de Paraná, en un encuentro del plan Empleo Joven.

Allí, Triaca fue increpado por manifestantes mientras subía al trailer de un camión que la cartera laboral instaló en la plaza 1º de Mayo para promocionar el programa.

"Sos un traidor. Te maneja la banca extranjera", le dijeron algunos manifestantes. El ministro no tuvo más remedio que reunirse con algunos de los manifestantes.

"La negociación bancaria tiene una particularidad, no podemos homologar un acuerdo que no se firma por todas las partes. Por eso se presentó una cautelar. Debemos arbitrar entre las partes como gobierno", afirmó Triaca a medios locales. 

Pero, desde los gremios, dudan de que la cartera laboral pueda participar activamente de las negociaciones.

"El Ministerio de Trabajo no es árbitro, es parte. Nos pusimos de acuerdo con el sector empresario, a los 30 días hábiles eso debería estar automáticamente homologado. Si quieren ir a la Corte Suprema, que vayan, esperaremos los tiempos legales”, respondió por su parte Sergio Palazzo, secretario general de la Asociación Bancaria.

Paralelamente, algunas entidades se “cortaron solas” y se están plegando a lo pautado con los gremios. Se trata del Credicoop, el Banco de La Pampa, Chaco, Corrientes, Formosa, Cabal, Bica, Bradesco, Imfc, Cajas Profesionales de Córdoba de Salud, de Abogados, de Ingenieros y Notarial.

Las entidades pagarán un anticipo de haberes en concepto de pago a cuenta de la pauta salarial acordada. Así acatarán la resolución de la Justicia laboral que ordenó abonar dicho aumento y evitarán medidas de fuerza en sus sucursales, según acordaron con el gremio.

Sin embargo, algunos bancos estatales adoptaron la estrategia del Ejecutivo a rajatabla y hasta evalúan descontar a los empleados las horas de las asambleas.

Con todos estos ingredientes, las más de 1.000 asambleas de esta semana llevaron la tensión de los bancarios al máximo.

De hecho, los secretarios generales de la Asociación Bancaria se reunirán el lunes en la sede de Sarmiento al 300 para definir las próximas medidas.

Si bien mantienen el hermetismo sobre lo que se decidirá en la reunión, lo más probable es que el “efecto contagio” del Gobierno haya tenido un cauce distinto al esperado.

En este sentido, los bancarios seguirán los pasos de los gremios docentes, quienes llamaron a un paro para el 6 y 7 de marzo.

La huelga –probablemente, de 48 horas, si sigue la escalada de tensión– será el tema excluyente del plenario del lunes. Sólo resta conocer la fecha.