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El año pasado tuvo una caída de 6%. En el Gobierno estiman que las paritarias cerrarán con alzas del 21 y 22%. La clave es cumplir la meta de inflación
11/02/2017 - 15:23hs

En el Gobierno prevén que el salario real registre un crecimiento del 5% este año, luego de la caída del 6% del año pasado. Por otro lado creen que las paritarias en el sector privado deberían rondar del 21 al 22 por ciento.

Así lo analizan en la Casa Rosada, donde creen que están dadas las condiciones para que la economía crezca entre 3 y 4% en 2017 con una recuperación del consumo y de la inversión.

"Las paritarias deberían arrancar en el 24% y terminar en el 16% durante el año en el sector privado", explicaron.

Además indicaron que luego del 36,6% acumulado en 2016 en el IPC "nacional" -que resulta de la combinación de la inflación porteña y de San Luis- es posible que la suba de los precios ronde entre el 17 y 18% este año. "Si el salario real crece el 5%, la economía crecerá más del 3 por ciento", afirmó, confiada, la fuente en Casa de Gobierno.

Un informe del Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE), de la Universidad de Belgrano, indicó que "la remuneración bruta promedio de los trabajadores registrados del sector privado fue de $20.658 en noviembre de 2016, es decir, un 35% superior a los $15.304 que recibían un año antes, según datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA)".

Sin embargo, el IPC de la ciudad de Buenos Aires para igual período registró un incremento de 45%, por lo que "el salario real del sector privado cayó 7% el año pasado".

"El mayor retroceso se produjo entre noviembre de 2015 y mayo de 2016, cuando la inflación acumulada fue de 30%, frente a un incremento salarial de sólo 18%, lo cual implicó un deterioro en términos reales del 9 por ciento", expresó Víctor Beker, director del CENE de la UB.

"Las menores tasas de inflación del segundo semestre permitieron una recuperación parcial. Sin embargo, junto con la caída del empleo formal, explica la contracción registrada en el consumo", concluyó. Por su parte, la consultora Ecolatina estimó que la pérdida del poder adquisitivo en 2016 fue de un 6%, ya que los sindicatos obtuvieron aumentos salariales en torno del 33%, frente al 41,5% de inflación promedio anual.

En cuanto al crecimiento económico, en el Gobierno afirman que "hay muchos factores exógenos, pero el piso de crecimiento será del 3% y el desafío principal es que se siga creciendo a esa tasa en los próximos años, en lugar del serrucho de los últimos años. Si hay suba de consumo e inversión, y se toma en cuenta que este año Brasil ya no caerá y la obra pública se reactivará, la situación mejorará en forma importante".

En este sentido, luego de la catarata de números negativos de 2016, en el Gobierno confían en que haya una recuperación baja, pero sólida, del consumo. "Este año crecerá entre 2 y 3 puntos y, en particular, enero sería el primer mes de recuperación", detallaron las fuentes.

Del lado de la inversión -la gran apuesta del oficialismo para potenciar el desarrollo-, el Gobierno cree que crecerá cerca del 10 por ciento. "Ya están creciendo mucho las importaciones de bienes de capital y el leasing", afirmaron.

A diferencia de varios analistas, que ven un trade-off entre el crecimiento y la inflación, en Casa de Gobierno creen que con este nivel de tasa de interés ese dilema no existe, a menos que los precios vuelvan a subir y entonces el Banco Central tenga que endurecer su política monetaria, según La Nación.

A mediano plazo resta que el consumo de bienes durables se vea alimentado por un crecimiento de los créditos hipotecarios que, afirman, se dará de la mano de la baja de la inflación. "El sistema financiero tiene una gran liquidez y, si sigue descendiendo la inflación, hay un gran espacio para un boom gradual del crédito hipotecario", se entusiasmaron en el Gobierno.

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