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Involucran $8.219 millones de pesos del Fondo de Infraestructura Municipal; para agilizar los trámites se hicieron reuniones simultáneas
18/02/2017 - 14:53hs

En tiempo récord, y con una mecánica inusual para agilizar los trámites, el gobierno bonaerense cerró acuerdos con los 135 intendentes de la provincia para poner en marcha las obras del Fondo de Infraestructura Municipal (FIM), una partida de $8.500 millones destinada a que los jefes comunales realicen obras en sus distritos. 

El viernes se cerró la última ronda de negociaciones simultáneas. En total, se habían acordado 948 proyectos de obras por un total de $8219 millones en sólo nueve días.

El FIM fue creado en 2016 y repetido en 2017 como un mecanismo de negociación entre María Eugenia Vidal y los intendentes de la oposición.

A cambio de obras, los jefes comunales del peronismo y el kirchnerismo debían convencer a sus legisladores para aprobar el presupuesto y, sobre todo, los dos pedidos de endeudamiento que envió la gobernadora.

El FIM, que se reparte entre los municipios según el coeficiente de la coparticipación provincial, responde además a otras dos lógicas. Por un lado, le permite a los intendentes hacer las obras chicas y medianas que se necesitan en cada ciudad y que conocen mejor que nadie.

Obras que "valen doble" en un año electoral

Por otro lado, esas obras (cordón cuneta, asfaltos, arreglos en plazas o canales de desagüe, por ejemplo) requieren de mano de obra intensiva (generan más puestos de trabajo) y son más "visibles" para el vecino que otros proyectos de fondo como los dragados en ríos y canales para evitar inundaciones, por ejemplo, que la provincia encara por separado.

Las obras del FIM terminan siendo políticamente redituables tanto para los intendentes como para el gobierno provincial, más aún en un año electoral.

Fue lo que llevó a Vidal a ordenar a sus funcionarios que agilicen la aprobación de proyectos, para que se así se puedan abrir las licitaciones rápidamente y las obras inicien cuanto antes.

A cargo de la tarea quedaron los ministerios de Infraestructura, que conduce Roberto Gigante, de Gobierno, que encabeza Joaquín De la Torre, con la asistencia del ministerio de Economía, de Hernán Lacunza, y la coordinación de la jefatura de Gabinete, de Federico Salvai.

Los funcionarios adaptaron el salón de usos múltiples (SUM) de la residencia oficial de la Gobernación y lo convirtieron en un escenario, indicó La Nación.

Se dispusieron media docena de mesas redondas, donde esperaban sentados funcionarios provinciales de Infraestructura, Gobierno, Asuntos Municipales y, cuando fue necesario, técnicos de Economía y de organismos específicos. Por ejemplo, del Servicio Provincial de Agua Potable y Saneamiento Rural (SPAR).

Hacia esas mesas desfilaban los intendentes bonaerenses, con carpetas bajo el brazo y acompañados por sus secretarios de obras públicas, de vivienda y otras reparticiones municipales. Los intendentes presentaban sus proyectos y los funcionarios provinciales revisaban los detalles

Por ejemplo, que el valor de una cuadra de asfalto no fuera muy distinto en los distritos de una misma región. O se encargaban de poner en contacto a dos intendentes vecinos si estaban proyectando desagües en una misma región, para asociar esos proyectos y bajar costos. También controlaron que hubiera obras de más largo alcance: no sólo remozar plazas o pintar fachadas. Una vez conseguido el aval de la provincia, los intendentes pueden llamar a licitación para realizar las obras.

Al cerrarse la última reunión, se conocieron estos datos: 135 municipios atendidos, 948 proyectos presentados y activos comprometidos por $8.219.248.340,49, que representan el 96,71% del FIM. Lo que da un valor medio de 8,6 millones de pesos por proyecto. Los 280 millones que no se acordaron corresponden a obras y cálculos que la provincia pidió redeterminar a los intendentes.