Las cámaras de seguridad del aeropuerto de Kuala Lumpur capturaron el momento preciso en que asesinan a Kim Jong-nam, el hermano del líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, en la capital de Malasia, el pasado 13 de febrero.

La secuencia corresponde al archivo del circuito cerrado de televisión del aeropuerto. La grabación fue obtenida por Fuji TV y muestra en una imagen borrosa a dos mujeres que se acercan Kim Jong-nam desde diferentes direcciones mientras él está ante un puesto de venta de boletos Una se le acerca desde atrás y parece sostener algo sobre la boca del hombre durante pocos segundos.

La hipótesis principal es que se colocó en boca de Kim Jong-nam un pañuelo impregnado con veneno, mientras era distraído por un cómplice del asesino.

Tas el ataque, las imágenes muestran que Kim se acerca a las autoridades para relatar lo que aconteció y su malestar físico. Mientras que las mujeres se alejan en distintas direcciones.

El hermanastro del líder norcoreano, de 45 años, fue atendido en el centro médico del aeropuerto. Murió poco después de la agresión mientras era trasladado a un hospital, tras sufrir una convulsión, según funcionarios malasios.

Noor Rashid Ibrahim, subdirector de la Policía de Malasia, dijo que Kim contó a empleados del servicio de atención a clientes del aeropuerto que "dos mujeres no identificadas habían pulverizado o mojado su cara con un líquido y que se sentía mareado".

En lo que respecta al crimen, fueron detenidos cuatro sospechosos con documentos identificativos de Corea del Norte, Malasia, Indonesia y Vietnam. La Policía continúa la búsqueda de otros hombres que podrían estar involucrados. Algunos son norcoreanos que salieron de Malasia el mismo día del ataque.

Kim Jong-nam, considerado durante un tiempo como el sucesor del régimen, cayó en desgracia cuando en 2001 protagonizó un incidente embarazoso para el régimen comunista: fue detenido en el aeropuerto de Tokio con un pasaporte falso de la República Dominicana. 

En aquel momento, afirmó que quería visitar el parque de atracciones de Disneylandia. Desde entonces vivió exiliado con su familia en Macao, Singapur o China. Viajó en múltiples ocasiones a Bangkok, Moscú y Europa. 

Cuando su hermanastro llegó al poder, en 2011, expresó sus dudas sobre sus capacidades para gobernar. Los anuncios de purgas, ejecuciones y desapariciones -algunas confirmadas, otras no- se han multiplicado desde la llegada al poder de Kim Jong-Un.

Crisis

Desde la muerte de Kim, hermano por parte de padre del líder norcoreano Kim Jong-un, la relación entre Malasia y Corea del Norte se tensó. Malasia decidió retirar a su embajador en Pyongyang.

Desde Corea del Norte acusan a Malasia de asociarse con "fuerzas hostiles" para dañar su reputación.

En medio del conflicto, Malasia llamó a consultas a su embajador en Pyongyang, y convocó al embajador norcoreano en Kuala Lumpur, Kang Chol, para asegurarle que estas acusaciones "carecen de fundamento".

Pero Kang reiteró esos reproches en conferencia de prensa este lunes, añadió que no podía tener confianza en los investigadores malasios y propuso enviar una delegación norcoreana.

"Han pasado siete días (desde los hechos) pero no hay ninguna prueba indudable sobre la causa de la muerte y de momento no podemos confiar en las investigaciones de la policía malasia" dijo el embajador a los periodistas.

El diplomático acusó además a los policías malasios de haber golpeado al hijo adolescente de un sospechoso norcoreano detenido en Kuala Lumpur la semana pasada.

Por su lado, el ministerio de Exteriores de Malasia precisó tras la reunión con el embajador "haber insistido sobre el hecho de que el fallecimiento se produjo en territorio malasio en circunstancias misteriosas y que le corresponde al Estado llevar a cabo una investigación para identificar la causa de la muerte" de Kim Jong-Nam.

La crisis comenzó cuando la policía malasia rechazó las demandas de los diplomáticos norcoreanos de que se entregue a Corea del Norte el cuerpo de Kim Jong-Nam, que aparentemente fue envenenado.

El embajador Kang Chol dijo a los periodistas desde la puerta de la morgue donde está el cadáver que Malasia sufría presiones de Corea del Sur para difamar al Norte. 

Ante las denuncias cruzadas, Corea del Sur también se involucró en el caso y acusó a su vecino del Norte. Sostuvo que existía una "orden permanente" del dictador Kim Jong-Un de eliminar a su hermanastro, que era muy crítico con el cerrado régimen comunista de Pyongyang.