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El sistema eléctrico soportó la exigencia de los 40º pero aún no está a salvo del colapso

En el entorno de Aranguren vincularon los cortes del martes a fallas en redes puntuales antes que a un problema de la distribución en general
23/02/2017 - 11:15hs
El sistema eléctrico soportó la exigencia de los 40º pero aún no está a salvo del colapso

Superada una jornada con casi 41 grados de sensación térmica,  y encaminada ya la normalización del suministro eléctrico, en el Gobierno reina la idea de que los cortes de los dos últimos días corresponden a un calor impensado antes que a las deficiencias que todavía exhiben las redes bajo administración de Edenor y Edesur.

En esa dirección, fuentes cercanas al ministro Juan José Aranguren comentaron a iProfesional que “los inconvenientes tuvieron relación con fallas en redes troncales antes que en la distribución que llega de las veredas a los hogares”. 

En el entorno del funcionario incluso se esfuerzan por negar el número de afectados por los cortes sobre todo del martes: aseguran que fueron menos que los 430.000 clientes declarados por Edesur y Edenor al Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE).

“No hay que caer en análisis apresurados y hay que recordar que la situación de las redes no se puede mejorar de un día para otro. Las compañías han invertido y generado mejoras en las subestaciones, además de la instalación de equipos móviles que ha hecho el mismo Gobierno. Lo que ocurrió esta semana es puntual. La situación del servicio recién será normal en 2018”, dijo a este medio Emilio Apud, integrante del comité de expertos que asesora a la cartera de Energía.

Para Apud, más allá de los apagones de las últimas horas, la situación dista en mucho respecto de los inconvenientes con el suministro de electricidad ocurridos sobre todo en los últimos años del kirchnerismo. “En el verano de 2014 y 2015 tuvimos picos con hasta 1 millón de afectados. Hoy no tenemos los mismos inconvenientes y, al mismo tiempo, también se mejoró en lo que hace al tiempo de respuesta de las distribuidoras”, expuso.

Desde las distribuidoras sostienen este argumento. Así, Eduardo Mirabelli, vocero de Edenor, sostuvo ante iProfesional que, comparado con los años de la gestión De Vido, "la cantidad de cortes bajo al menos un 93%, y un ejemplo de eso está en la calma con la que pudimos sortear el último diciembre".

“Llevamos dos veranos continuos de mejoría. Si bien estamos operando muy cerca del límite de la capacidad de suministro, confiamos en que no llegaremos al nivel de tener un apagón de gran envergadura. Las elecciones se hacen sentir”, dijo Mirabelli.

En Edesur, en tanto, reconocen que los parámetros de demanda son récord. Por ende, de no disminuir la temperatura, los cortes podrían volverse frecuentes producto de la demanda sostenida.

"Igualmente este verano registramos una baja del 40% en los cortes, así como disminuimos 35% la duración de los mismos. Poco a poco el servicio está mejorando", comentó a iProfesional una fuente de la distribuidora.

En las redes sociales, Edesur expuso sus complicaciones de última hora:

El ENRE, en tanto, mostró el rendimiento de Edenor durante la jornada del martes:

 

 

Riesgo existente
Más allá de estos guarismos, en la cartera que encabeza Aranguren reconocen que una seguidilla de días con térmicas similares a las del último martes puede colocar al sistema al borde del colapso. 
En ese sentido, la preocupación de los equipos técnicos está concentrada en anticipar potenciales olas de calor durante marzo, mes en el que el grueso de las actividades que demandan un consumo sostenido de electricidad ya funcionan a pleno.
“Si tenemos tres o cuatro días con temperaturas de 34 grados o más, todo el suministro entrará en problemas. Los cambios en el tendido permitieron cambiar la pauta que teníamos hace dos años, cuando ya estar en el orden de los 30 o 31 grados implicaba el inicio de los cortes generalizados. Esa mejora es real y tiene que ver con la acción de las distribuidoras”, argumentó Apud.
Entre los equipos técnicos de Energía la visión es la misma. Sostienen que los cortes de esta semana respondieron a fenómenos puntuales y que, en gran medida, se podrían haber evitado si el año pasado la Justicia no hubiese demorado el incremento en las tarifas.
“Las empresas tuvieron menos tiempo para trabajar. Y la realidad es que tienen que cargar con una década en la prácticamente no se destinó un peso a la mejora de la infraestructura. Por estas cuestiones es que el Gobierno tampoco puede ejercer demasiada presión sobre Edenor y Edesur. Recién a fines de 2018 las empresas serán plenamente responsables si el servicio continua siendo deficiente”, precisó una fuente de la cartera.
En el círculo más cercano a Aranguren hay confianza en que, como pasó en diciembre último, el clima jugará a favor de las intenciones de Cambiemos. De hecho, entre los asesores la intranquilidad se circunscribe a la primera semana de marzo, lapso en el que el termómetro oscilará entre los 33 y los 35 grados con techo incierto para la sensación térmica. 
“Después ya la temperatura comenzará a bajar hasta el otoño. Cerraremos marzo con un promedio de 26 grados y, esperemos, un tendido que ya no sufrirá de graves interrupciones. Si el clima acompaña como suponemos, habremos concluido un verano sin grandes sobresaltos”, expuso su optimismo un experto vinculado al oficialismo.
Entre otros ítems, Aranguren apunta a cerrar el verano bajando el tiempo de resolución de los cortes. Mientras que en 2003 el servicio se restablecía en máximo 3 horas, en la actualidad el promedio se ubica en el orden de las 40. 
A la par de seguir de cerca todo lo concerniente a la distribución, el Gobierno también se mantiene activo en lo que hace a garantizar la disponibilidad de energía para el sistema. 
De ahí que, desde principios de semana, la Argentina comenzó a comprarle a Uruguay sus excedentes energéticos. “Ya se hizo en enero y es una práctica usual. Nunca está de más contar con flujo de reserva. Igualmente no se trata de un tema tan relevante como garantizar el servicio en las casas”, comentó Apud.
Con la mira puesta en los días que quedan del verano, Cambiemos cuenta las horas para concluir una de las semanas más complicadas en términos de suministro eléctrico. 
Aunque reacios a reconocer la gravedad de los apagones ocurridos principalmente el martes, los expertos que asesoran a Aranguren dejan en claro que cualquier salto en el termómetro originará nuevos cortes. Como ya es tradición desde que se instaló el calor, el Gobierno coloca el grueso de sus fichas en el casillero del clima favorable.