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El plan fue criticado por legisladores demócratas, porque ese gasto "paralizará programas nacionales" como la protección del medio ambiente y la educación
28/02/2017 - 15:31hs

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, buscará lo que describió como un aumento "histórico" en el gasto de defensa, pero se topó con la oposición inmediata de los republicanos en el Congreso que deben aprobar su plan.

El aumento propuesto del gasto del Pentágono a u$s603.000 millones viene en momentos en que Estados Unidos redujo su presencia en grandes escenarios bélicos como Irak o Afganistán y sigue siendo la mayor potencia militar mundial.

El plan fue criticado por legisladores demócratas, que dijeron que los recortes propuestos para pagar por el gasto militar adicional paralizarán importantes programas nacionales como la protección del medio ambiente y la educación.

Un funcionario de presupuesto de la Casa Blanca, que esbozó el plan en una conferencia telefónica con la prensa, dijo que el Gobierno propondrá un aumento del gasto en defensa "en u$s54.000 millones de dólares o un 10%".

Pero Mick Mulvaney, el director de presupuesto de la Casa Blanca, dijo que el plan llevaría el presupuesto del Pentágono a u$s603.000 millones  en total, sólo un 3% más que los u$s584.000 millones que la agencia gastó en el último año fiscal, que concluyó el 30 de septiembre del 2016 .

El aumento sería ligeramente superior a la tasa actual de inflación del país de un 2,5%.

"El presidente Trump planea presentar un presupuesto de Defensa que sólo estaría un 3% por encima del presupuesto del presidente (Barack) Obama, que dejó a nuestras fuerzas armadas con una financiación insuficiente para enfrentar las amenazas a nuestra seguridad nacional", dijo John McCain, el presidente republicano del Comité de Servicios Armados del Senado, en un comunicado.

El aumento en el presupuesto de Defensa sería equilibrado al recortar la misma cantidad de otras partidas ajenas a la defensa, entre ellas una gran reducción en ayuda exterior, dijo el funcionario de presupuesto de la Casa Blanca.

El mandatario no tiene la última palabra en lo referente al gasto federal. Su plan forma parte de una propuesta al Congreso, que, si bien en manos de republicanos, no tiene por qué seguir necesariamente sus propuestas. Las negociaciones de presupuesto con los legisladores pueden tardar meses en dar frutos.