El entusiasmo de Mauricio Macri ante la Asamblea Legislativa por mostrar números auspiciosos de la economía tuvo su respaldo horas más tarde: la recaudación impositiva de febrero, si bien se mantuvo por debajo de la inflación interanual, mostró un dato positivo para las aspiraciones políticas del Gobierno.

La recaudación del IVA-DGI, un verdadero termómetro del consumo, registró una mejora del 41,5%, respecto de febrero del año pasado, por encima de la inflación acumulada.

Para las metas fiscales del Palacio de Hacienda, el salto del consumo implica también un alivio: por el IVA-DGI se juntaron nada menos que $12.000 millones adicionales a lo que se había recaudado en febrero de 2016.

En Hacienda tomaron el dato con optimismo. En el entorno del ministro Nicolás Dujovne admitían en la noche del miércoles que, de ahora en más, éste podría ser el escenario: una actividad económica en superación. Con una mayor tracción del consumo a medida de que vayan cerrando las negociaciones paritarias.

En conjunto, la recaudación tributaria creció un 27,8% en febrero, en comparación con el mismo mes del año pasado. Durante el segundo mes del año se recolectaron impuestos por $172.222 millones, de los cuales sólo $2.838 millones estuvieron vinculados al blanqueo impulsado por el gobierno nacional.

A pesar de la mejora, la cifra recaudada fue algo menor a la que esperaban los expertos del mercado: un sondeo de la agencia Reuters entre analistas estimaba una recaudación tributaria de $177.401 millones.

Algunos de los impuestos ligados directamente al consumo mostraron un claro avance, superando el nivel inflacionario del último año. Fue, además del IVA-DGI, el caso de la recaudación del denominado impuesto al cheque, que mostró un crecimiento del 45,4%.

Otro dato para nada desdeñable refiere a la recaudación del sistema de la seguridad social. Registró un salto del 40,2% ($51.000 millones), que en primera instancia revela que el mercado del trabajo expansivo, tal como vienen aseverando los funcionarios.

En contraposición, los ítem que jugaron en contra de las metas oficiales fueron, por un lado el impuesto a las Ganancias (con un crecimiento de tan sólo el 16,3%). Y el comercio exterior: el desempeño de las retenciones a la exportación de materias primas marcó una caída de nada menos que el 69,5% (implicaron unos $2.400 millones menos que hace un año). Y Bienes Personales, con un retroceso del 15% ($220 millones menos).

La mejora en el perfil de la recaudación son una buena noticia para Nicolás Dujovne, que acaba de presentar sus metas fiscales para este año. En el Palacio de Hacienda saben que los analistas de Wall Street observan con atención la evolución de las cuentas públicas ya que de eso depende el costo de las futuras emisiones de deuda argentina.