El Consejo de Administración de PSA, el grupo de Peugeot-Citroën, aprobó la compra de Opel a General Motors para crear un gigante automotor a nivel global.

La operación, que se cerraría definitivamente el lunes, convertirá a PSA en el segundo fabricante europeo de vehículos, solo por detrás de Volkswagen.

La sociedad resultante fabricará más de cinco millones de autos en todo el mundo y generará 2.000 millones de euros en sinergias gracias al desarrollo y utilización conjuntas de plataformas y motores.

Además, subirá al segundo puesto en el ránking europeo que ocupaba hasta ahora su compatriota Renault, que está consiguiendo grandes resultados en los últimos ejercicios.

Ahora vende en el continente 2,2 millones de autos, 300.000 más que PSA. Opel vende 1,2 milloones de vehículos en el mercado europro.

De este modo, PSA y General Motors lograron tras zanjar sus diferencias sobre cargas de pensiones en la división europea de GM y otros asuntos. El anuncio se realiza antes del Salón del Automóvil de Ginebra, que abrirá sus puertas el martes.

El presidente ejecutivo de PSA, Carlos Tavares, dijo la semana pasada que la adquisición de Opel brindaba una "oportunidad de crear un campeón en la industria automotriz europea" y superar rápidamente ventas anuales de más de 5 millones de vehículos.

Sin embargo, pronto surgieron dificultades sobre un déficit en pensiones de casi u$s10.000 millones dólares en Opel y exigencias de GM de que la marca, siendo ya propiedad de PSA, no pudiera competir en el extranjero contra su propia línea Chevrolet.