Tras la movilización de la CGT, donde una de las principales críticas de los dirigentes gremiales fue la apertura comercial, el presidente Mauricio Macri quiere abrir una mesa de diálogo con diversos sectores sindicales para discutir sobre el esquema de importaciones.

El responsable de iniciar el acercamiento será el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, con participación del ministro de Producción, Francisco Cabrera. La consigna: lograr negociaciones con cada sector por separado.

La prioridad en el orden de las convocatorias serán los sindicatos y cámaras más afectados por los despidos y las suspensiones tras la apertura a las importaciones.

Por lo tanto, las fábricas de bienes de consumo, ensambladores de computadoras (representados por la UOM), mecánicos de Smata y la industria textil estarían en el tope de la agenda.

Los disturbios en la marcha de la CGT del martes es lo que motiva al Gobierno a realizar encuentros sector por sector, ya que leyeron que se trata una crisis de representatividad de la central obrera.

Además, lo interpretan como una forma de apaciguar la presión social tras las “marchas atrás” del Ejecutivo en temas claves, como el acuerdo con el Correo, el cambio de la fórmula para el cálculo jubilatorio y la asignación de rutas a Avianca.

También saben que deben buscar soluciones en sectores sensibles a las importaciones, como el informático y el automotor, que además son generadores de mano de obra intensiva.

"Seguimos con la voluntad de diálogo, para encontrar solución a los problemas de los sectores particulares que tengan conflicto. Pero también necesitamos encontrar una representatividad gremial y empresaria que pueda asumir compromisos sustentables", indicó Triaca a La Nación.