Samsung se suma a la lista de empresas que analiza la instalación de una nueva planta de producción en los Estados Unidos. Aunque en este caso se trata de una decisión que perjudicaría a la operación de la compañía en México pues la empresa planea trasladar desde ese país hacia el liderado, ahora, por Donald Trump, la fábrica de placas de hornos.

Se trata de una decisión que, si bien no ha sido oficializada por la empresa, se da por descontada puesto que Samsung mantiene negociaciones con al menos cinco estados del país para instalar allí parte de su producción.

De este modo, la coreana seguirá el camino que otras multinacionales vienen tomando desde que Donald Trump asumió en la Casa Blanca e instaló la idea de pensar primero en los Estados Unidos. Alibaba, Softbank, LG y Ford encaran planes para establecer algún tipo de actividad en ese país.

El análisis en el que, ahora, está embarcado Samsung, implicaría una inversión inicial de capital por u$s 300 millones, que permitiría crear unos 500 puestos de trabajo.

La información sobre la decisión de la multinacional fue dada a conocer por The Wall Street Journal, que siguió un adelanto que hace algo más de un mes había dado a conocer la agencia Reuters cuando afirmó que la coreana estudiaba levantar una planta de electrodomésticos en los Estados Unidos.

Samsung se limitó a aseverar que "este es un proceso complejo que, al igual que todas las decisiones estratégicas, no será definitivo hasta que se determine mediante una planificación y diligencia adecuada qué es la mejor opción para Samsung".

La empresa suele tener una política flexible de adaptación a los cambios que se imponen en los distintos países en que actúa. Especialmente si se trata de un mercado donde no sólo la masa crítica es importante sino también el posicionamiento de su marca.

La determinación de Samsung seguirá, asimismo, la ya anunciada por su competidora coreana, LG Electronics, que desembolsará u$s250 millones para construir también una fábrica de electrodomésticos en Estados Unidos.