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Una de las intenciones del Gobierno es eximir de Ingresos Brutos a esos préstamos para lograr una disminución del 20 por ciento en las cuotas
11/03/2017 - 13:07hs

La eliminación del cepo y, más tarde la creación de las UVA, como se conoce a las unidades creadas por el Banco Central para indexar préstamos por inflación, ayudaron a reanimar un mercado de hipotecas que estaba desahuciado.

Ahora, el Gobierno quiere ir más allá y aspira a poder eximir a los nuevos créditos para la vivienda que estén ajustados por UVA del impuesto a los Ingresos Brutos que cobra gran parte de las provincias.

De lograrlo, anticipan en los bancos, las cuotas bajarían al menos un 20 por ciento.

El Ministerio del Interior, que impulsa la idea, apuntaría a incluir la modificación del tributo en la nueva ley de mercado de capitales que fue enviada por el oficialismo al Congreso en noviembre pasado.

Y es que, por norma, toda reforma impositiva debe hacerse por ley. Hoy, tanto los intereses como el ajuste de capital de las hipotecas UVA están gravados por Ingresos Brutos.

La tasa varía en función de cada jurisdicción, pero en las más grandes llegan a registrarse tasas de más del 8%. Y si bien es el banco que da la hipoteca el que responde por el impuesto, el costo luego se traslada a los clientes.

Según estimó el director de un banco de primera línea, Ingresos Brutos encarece las tasas de las hipotecas en hasta 1,5 puntos porcentuales. Conseguir que las hipotecas con UVA queden exentas podría llevar a una reducción de cerca del 20% del valor de la cuota mensual.

Así, por un crédito UVA a 20 años de un $1 millón por el que hoy se paga una cuota de cerca de $7.700, podría pasar a pagarse en torno de $6.200 mensuales, teniendo en cuenta que la tasa de Ingresos Brutos promedio que se está cobrando hoy en las jurisdicciones más grandes, como provincia de Buenos Aires, Santa Fe, Mendoza y Córdoba, es de entre 7 y 8 por ciento.

El ahorro sería algo menor, aunque igualmente relevante, si el Gobierno lograra eximir sólo el ajuste de capital del impuesto, y ya no los intereses. En tal caso, la cuota mensual sería del orden de los $6.700, según los cálculos que se manejan en el sistema financiero.

"Desde el punto de vista técnico, es irracional cobrar sobre un ajuste de capital inflacionario", opinó un banquero, con la condición de no ser identificado.

"El Gobierno tiene la oportunidad de negociar ahora con las provincias para modificarlo porque hay muy poco crédito todavía. Y no sería difícil para las provincias compensar lo que dejan de recaudar con Ingresos Brutos con el impuesto a los sellos que ya cobran sobre las hipotecas", explicó.

En el sistema bancario estiman que existen cerca de 4000 hipotecas con UVA. Pero, reconocen, la demanda de crédito para la vivienda es cada vez más fuerte y sería todavía mayor si se lograra reducir una de las principales barreras de entrada, como es el valor de la cuota.

La intención del Gobierno, no obstante, deberá sortear varios obstáculos para poder terminar de concretarse. Por lo pronto, el no contar con mayorías en el Congreso complica la votación de cualquier proyecto de ley, sobre todo, en un año electoral.

La iniciativa de reforma del mercado de capitales, en el cual se piensa agregar ahora la propuesta de exención de Ingresos Brutos, no tiene garantizados todavía los votos del Frente Renovador.

En una reunión con directivos del Mercado de Valores (Merval), el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, y el jefe del bloque PRO, Nicolás Massot, confiaron que habrá cuatro sesiones hasta junio, y que el objetivo sería tratar el proyecto en una de ellas, según La Nación.

"El proyecto ingresó en comisión pero no se habló más nada. Los cambios y agregados son intenciones. Recién se va a perfeccionar en el momento de redacción del dictamen", explicó una fuente legislativa del oficialismo, con la condición de no ser identificada."Pero todavía se está negociando; no está clara la posición que va a tomar Massa [Sergio, el líder del Frente Renovador]", deslizó.

Mientras tanto, desde la cartera que conduce Rogelio Frigerio ya comenzaron las negociaciones para convencer a las provincias de aceptar el cambio impositivo. La esperanza, dicen, es lo último que se pierde.

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