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Los papeles de este sector, después del energético, son los que vienen mostrando mejor rendimiento en 2017. Los analistas recomiendan poner fichas
15/03/2017 - 11:38hs

Los plazos fijos ya no protegen de la inflación y el dólar está anestesiado. Todo un problema para muchos argentinos de a pie que aún cuentan con cierta capacidad de ahorro, ya que no saben qué hacer con sus pesos.

Por lo pronto, deben saber que quienes invierten en la Bolsa porteña están ajenos a esa problemática. Más aun, festejan que viene subiendo a pasos acelerados.

Tanto, que el índice Merval viene mirando por el espejito retrovisor al billete verde, a los depósitos bancarios y también a los mercados bursátiles de la región.

En lo que va de 2017 ha escalado más de 13% en moneda local y cerca de 17% en si se mide dólares, lo que no hace otra cosa que despertar el interés de inversores locales y del exterior.

¿Quién es el responsable de la suba? Fundamentalmente el sector energético.

En este rubro se combinan los incrementos de tarifas, inversiones y un mejor cuadro de resultados, que ha permitido que los balances contables muestren números positivos por primera vez en cinco años.

Por cierto, no es el único rubro. Hay otro que le viene disputando el protagonismo y quiere sacar "chapa" de líder: el bancario, con acciones que han escalado hasta un 26% en poco más de dos meses.

Tendrá que batallar bastante para primerear, ya que sus cifras aún están lejos del impactante 76% que ha trepado Metrogas en el llamado "Panel General".

Aun así, tiene ganas de dar la pelea, consciente del alto potencial que tienen los papeles de varias entidades financieras y, además, del interés que puede generar en el público por la pobre performance de las opciones tradicionales.

Hablando en plata, quienes compraron dólares vienen perdiendo 2% en lo que va de 2017. Aquellos que eligieron un plazo fijo apenas obtuvieron 3,2%, tomando ese mismo lapso como referencia.

Estas cifras nada tienen que ver con las exhibidas por las acciones de varios bancos: algunas han dejado ganancias de hasta 190% en los últimos dos años.

Desde que asumió Macri, el mercado comenzó a dar como un hecho que el rubro bancario iba a crecer tanto por la corrección de algunos problemas domésticos como por la llegada (y la canalización) de capitales foráneos.

Además, el bajo nivel de bancarización que existe en Argentina le otorga a este sector un potencial del que carecen otros.

En este sentido, desde que Federico Sturzenegger pasó a timonear el Banco Central, tomó como bandera propia la misión de expandir el sistema financiero local, una premisa que suele reiterar en cada evento al que concurre como disertante.

Por cierto, esta intención no sólo es "de palabra", sino que queda plasmada en medidas concretas que ha venido tomando. La incorporación de la tecnología para agilizar distintas transacciones, o el cobro de cargos a las entidades por uso de efectivo dan cuenta de sus aspiraciones.

"Las acciones bancarias están fuertes. Son de las que más han subido en 2017. De cara a lo que viene, debe tenerse en cuenta que es un rubro que se verá beneficiado si Argentina mejora su situación crediticia", resume el analista José Prats.

Lupa en los papeles

Las buenas perspectivas para este sector se remontan al 2015.

Concretamente, cuando los inversores comenzaron a ver en las encuestas que Macri -con fuerte "ADN" empresario y visión promercado- contaba con altas chances de ganar la contienda electoral.

Desde ese entonces, los papeles muestran en su historial repuntes que llegan hasta el 187%, como es el caso de Grupo Financiero Galicia.

Le siguen los de Patagonia (178%) y los del Macro, con el 152% (ver gráfico).

Luego de ese puntapié inicial asociado al cambio de Gobierno, aparecieron otras cuestiones que fogonearon la suba.

Una de ellas es la esperanza de un cambio de ciclo económico, que aún no se observa con fuerza pero a lo que apuestan los inversores. En este sentido, los pronósticos de consultoras privadas hacen referencia a un crecimiento de entre 3% y 4% del PBI.

Otra viene por el lado de los balances exhibidos por varias firmas. En noviembre pasado se evidenciaron mejoras de hasta un 64% en los resultados con respecto a diciembre de 2015.

En la Bolsa de Comercio, los inversores no son ajenos a estas cifras. Observan que, por ejemplo, las acciones de Grupo Financiero Galicia crecieron 25,6% sólo en lo que va del 2017. Y las de Macro avanzaron 24,6%.

Le siguen en el ranking las del Patagonia, con el 15,6%, y las del Santander, con 12% (ver cuadro).

Bancos, ante un cambio de época

Son varios los analistas que consideran que las empresas de este sector tienen altas chances de mantener su recorrido alcista.

Pero también advierten que muchas de ellas tendrán primero que adecuarse a los nuevos tiempos, a los cambios normativos y estar en sintonía con la intención del BCRA de propiciar una mayor bancarización.

"Nosotros creemos que los bancos argentinos van a tener que adaptar su modelo de negocios", resume a iProfesional Juan Manuel Vázquez, jefe de Equity Research de Puente.

"El de tipo transaccional -en el que se basaron durante los últimos años- va a tener que cambiar hacia uno tradicional, en un contexto de mayor competencia", especifica.

En su visión, los márgenes de intermediación financiera (tasas de préstamos versus depósitos) se van a ir comprimiendo producto en parte de los menores índices de inflación.

El consenso de los analistas es que las entidades van a tener que enfocarse en captar un mayor volumen de dinero y en mejorar su eficiencia.

Es decir, más allá del buen potencial que tiene el sector, señalan que el negocio bancario atravesará fuertes cambios.

Son varias las voces que afirman que esta actividad pasará de ser "un negocio de márgenes a un negocio de volúmenes".

Por lo pronto, sin el "impuesto inflacionario", cada entidad tendrá que hacer un manejo más eficiente de sus gastos, sumar tecnología y, a la vez, batallar más por mantener (o ganar) un punto de share.

Algunos analistas hablan directamente de un claro cambio de tendencia, a partir del cual se irán notando campañas más agresivas para incrementar la colocación de créditos, ya sean personales, prendarios o vía tarjetas.

Sólo así podrán ganar volumen y compensar los menores diferenciales de tipos de interés.

En principio, lo que se advierte es que con un índice inflacionario en baja, tendrán que compensar con el "efecto escala" aquello que pierdan por rentabilidad unitaria en cada una de sus líneas de negocios.

Claro está que este escenario beneficia más que nada a las entidades con mayor "market share", que son la mayoría de las cotizantes en la Bolsa, que por lo general tienen una elevada cobertura geográfica a nivel nacional y una amplia plataforma de negocios.

Este no es el caso de los denominados bancos medianos, a los que se les complica cada vez más permanecer en el negocio, que requiere un mayor volumen.

En tal sentido, la opción que se les presenta es tratar de superar sus problemas de estructura o plantear la opción de venta, como es el caso del Banco Patagonia.

Algo similar sucedería en el caso del Banco Comafi, que muestra problemas de calidad de cartera, mayoritariamente volcada al sector comercial, lo cual impacta en su resultado acumulado.

En el actual contexto económico, tal distribución implica pérdidas de negocios -actuales y eventuales- alto grado de incobrabilidad (en aumento) y,  en consecuencia, caída de la rentabilidad a niveles preocupantes. 

De hecho, el porcentaje de la cartera irregular sobre el total de las financiaciones casi duplica al promedio del grupo similar de entidades (3,2% vs. 1.8%).

Resulta aún más grave lo que sucede con la cartera de consumo, que alcanza al 6,8% del total. Es decir 2,5 veces superior a la de su grupo de referencia.

En cuanto a sus resultados, según los últimos datos disponibles, están "planchados": entre julio y noviembre de 2016 ganó prácticamente lo mismo que en el segundo semestre de 2015, con una inflación que en el período no dio tregua.

También el Comafi presenta cierta ineficiencia operativa que se refleja, por ejemplo en que los depósitos y préstamos -medidos en términos de cantidad de empleados-  resultan inferiores al promedio de la competencia.

Cómo juega la baja de encajesA inicios de marzo, el Banco Central bajó un 2% los encajes bancarios. Lo hizo con el objetivo de que las entidades paguen tasas más altas a los ahorristas por sus plazos fijos.

Según Juan José Vázquez, experto en research de Cohen Sociedad de Bolsa, la iniciativa libera unos $30.000 millones y debería, en principio, propiciar un achicamiento del spread entre la tasa activa y pasiva.

"A los bancos les permitirá financiar el incremento del stock de créditos al sector privado por un poco más de un mes. Cabe recordar que en enero pasado los mismos crecieron en $26.000 millones", apunta.

En la misma tónica, el experto de Puente interpreta que la reciente medida fue algo favorable para el sector, ya que "la medida sirve para compensar a los bancos ante el hecho de no poder integrar efectivo como encaje".

También el analista de Cohen considera que la medida "cayó bien la city".

"El bancario es uno de los sectores más atractivos dentro de las opciones que ofrece el mercado local. Más que nada, teniendo en cuenta el potencial de crecimiento del crédito en la Argentina, en un contexto de tasas nominales descendientes", afirma el experto.

Las "perlitas"

A la hora de identificar las acciones que pueden experimentar un buen crecimiento en el corto y mediano plazo, los analistas consultados por iProfesional muestran sus coincidencias.

Para Rubén Pasquali de Mayoral, si bien Grupo Financiero Galicia y Macro dieron buenos balances, " el Patagonia se presenta como una buena oportunidad de compra, ya que su precio luce algo atrasado".

Cabe aclarar que este papel, junto con los de Santander e Hipotecario, cotizan en el Panel General, que presenta un menor volumen de transacciones que el Merval (o Panel Líder), en el que participan Francés, Macro y Galicia.

Desde Puente indican que Banco Francés es "una buena alternativa, pese a que ha perdido market share en los últimos años".

"Mostró uno de los balances más firmes del sistema financiero. El último trimestral fue negativo porque llevó a cabo una política agresiva para captar nuevos clientes", expresan.

Desde el lado de Cohen, recomiendan al Grupo Financiero Galicia, Banco Macro y Patagonia.

Los dos últimos fueron seleccionados por ser los bancos más rentables en términos de ROE, ROA y Resultados por Intermediación Financiera.

En tanto, destacan que el Galicia cuenta con una cartera de tarjetas de crédito "muy importante".

"Tanto Macro como Grupo Financiero Galicia pueden, en un escenario conservador, incrementar sus ganancias un 30% en 2017", arriesga Vázquez de la firma Cohen.

De igual modo, Prats selecciona a estos dos papeles por considerar que son los mejor posicionados por sus resultados y perspectivas de crecimiento.

"Macro es un banco ligado principalmente a la actividad agro comercial, que es uno de los sectores mejor posicionados. En tanto, Galicia mejoró sus balances y sus ratios considerablemente", finaliza.

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