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Así lo indica una carta que le había enviado a una amiga antes del recital trágico. El músico pensaba resguardarse para "observar su salud"
16/03/2017 - 00:39hs

Al parecer, el show del Indio Solari en Olavarría que terminó en tragedia había sido planeada por el músico como la antesala de un período de descanso.

Así lo indica una carta, que exlíder de Los Redondos escribió antes del sábado pasado, donde le decía a una amiga que después del recital se resguardaría para cuidar su salud. Además, remarcó que no es militante del kircherismo.

"He tomado la decisión de guardar mi personalidad pública hasta después del concierto de Olavarría y tomar un descanso luego, que me permita observar mi salud. Estoy usando estos días para explicar (una vez más) que no soy un militante", señala el primero de los ocho párrafos de la misiva.

En el texto, reproducido con autorización de Solari por la Agencia Paco Urondo, señaló que es considerado por muchos como una “rata kirchnerista” luego de haber “acompañado, con expresiones de ciudadano elogiosas, decisiones que tomó la administración Kirchner toda vez que en una entrevista me preguntaron algo al respecto”.

“Todo esto, sumado al cansancio que trae mi dolencia y los cambios de temperamento que provocan mis medicinas me llevan a tomar un descanso, quizás prolongado, de mis presentaciones en público. No faltará quien me eche en cara que este no es el mejor momento. NUNCA ES EL MEJOR MOMENTO. LA CANALLA NO DESCANSA NUNCA", concluyó.

Pero, además, el músico posteó en el muro de Facebook de un amigo que "no tienen información dada por los diarios que sea cierta".

"La fiscal habla de la verdad y negó (en la indagatoria) todas esas versiones como faltas a la verdad de lo sucedido y a las víctimas. Leyendo las noticias, hoy, me encuentro una vez más, situado en un lugar protagónico que me excede", disparó.

La carta completaHe tomado la decisión de guardar mi personalidad pública hasta después del concierto de Olavarría y tomar un descanso luego, que me permita observar mi salud.

Tratando de evitar decepciones injustas, estoy usando estos días para explicar ( una vez más) que no soy un militante. Estoy, así también, contestando a cada uno de quienes han requerido mi solidaridad.

Debo creer que, en justicia, nunca les ha interesado mi manera de actuar políticamente. Están convencidos de su mirada y de sus actos, viéndolos como los únicos gestos posibles y efectivos para pulsear con los eternos dueños del poder. No sé que motiva esa creencia a la luz de los resultados. Mi motor político tiene muy poco que ver con esas maneras. Tengo la edad suficiente como para no tolerar más el dominio cíclico de quienes así justifican sus acciones.

He acompañado, con expresiones de ciudadano elogiosas, decisiones que tomó la administración Kirchner toda vez que en una entrevista me preguntaron algo al respecto. Eso me ha transformado para muchos en la“rata kirchnerista”.

Sin embargo, mi manera de oponerme a los “círculos dominantes”, del color que sean, no llega a transformarme en algo con similar poder. Parece ser que la fábula madre ha impuesto que “para luchar con un monstruo debes contemplar la necesidad de transformarte en uno”. Ya hemos visto como termina eso. Sartre nos lo contó en “El Engranaje” hace mucho tiempo ya. Todo esto me obliga a definirme periódicamente, cosa que siento humillante. Pero bueno…que ruede la bola!

Soy un hombre de la psicodelia y por lo tanto comparto, con pocos, una visión diferente a la que abunda en la sociedad. No voy a exponer en éstas líneas lo que deja la experiencia lisérgica. Lo importante, lo desconocido y al mismo tiempo ignorado, es la transformación metafísica que se da en uno durante esa aventura. Desde allí creo que, mi codiciada por muchos políticos, llegada a las gentes, se debe a simplezas que exhiben mis canciones mientras transportan emociones.

Creo, eso sí, que se debe trabajar mucho sobre y con la educación y la cultura en honestidad. Hombres y mujeres transparentes y diáfanos , ante un proyecto mediocre, se darán maña para llevarlo adelante con bien. Mientras que con un plan brillante, la canalla volverá a arrastrarnos con su desvarío planificado al sufrimiento.

He acompañado en toda causa de derechos humanos, incluyendo libertades primordiales y acceso a labores que permitan vivir dignamente. Pero estos últimos meses, compromisos tomados en distintos momentos y resueltos todos a la vez(no por mi conveniencia), han limado mi personalidad artística. Con dedicación en algunos casos han tratado también, de confundirme con artistas entregados al entretenimiento. No veo mal que muchos y dignos se dediquen a ello, pero nunca estuvo en mis planes mantener entretenida a la gente.

Todo esto, sumado al cansancio que trae mi dolencia y los cambios de temperamento que provocan mis medicinas me llevan a tomar un descanso, quizás prolongado, de mis presentaciones en público. No faltará quien me eche en cara que este no es el mejor momento. NUNCA ES EL MEJOR MOMENTO. LA CANALLA NO DESCANSA NUNCA.

Indio

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