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Algunas veces la forma de crecer es precisamente achicarse, o aprender a reclutar personas que son mejores que uno para delegar en ellos parte del control
16/03/2017 - 14:57hs

En la era de internet, una firma puede pasar de ser un negocio de garaje a una empresa global muy rápido. Pero es complejo saber cuáles podrán trascender y cuáles quedarán en el intento.

En el Foro de Fundadores, una conferencia anual de emprendedores en Londres, Jessica Butcher, cofundadora de la "app" de realidad aumentada Blippar compartió su experiencia.

La idea le llegó cuando estaba en un pub y seis años después la aplicación vale u$s1.000 millones. "Me gusta el ambiente caótico de las startups, puedes hablar con todo el mundo en tu equipo, compartir ideas", explicó.

A la vez remarcó que, con el tiempo, "cuando el negocio crece, los retos se vuelven muy diferentes. El fundador no puede involucrarse en todas las decisiones. Tenés que aprender a delegar", recordó.

Fue al tomarse una licencia por maternidad que la emprendedora aprendió a contratar a personas que eran mejores que ella en aspectos operativos, según le dijo a la BBC.

La lección de Blippar es que los jefes deben aprender a soltar cierto control y reclutar con miras al crecimiento.

Algo similar sucedió con la firma de e-books Kobo, que fue de las primeras en el mercado canadiense en los '90. Su fundador, Michael Tamblin, dice que es fácil tener la mística y la pasión en una empresa de diez personas, pero el reto es mantenerlas cuando son 300.

"En Kobo frecuentemente llevamos a cabo el test del bote salvavidas. ¿Te gustaría estar atrapado en un bote salvavidas con esta persona? Eso describe bien lo que es trabajar en una startup. El oleaje es fuerte y no sabes si vas a sobrevivir. Tienes que depender de los demás. Buscas variedad de talentos", le dijo a la cadena británica.

La tienda online es un ejemplo de cómo sostenter a largo plazo la pasión inicial de los emprendedores. 

Sucede que los negocios también atraviesan frustraciones. Fue el caso de la compañía de reclutamiento de empleadas de limpieza Hassle, creadapor Alex Depledge. 

Al no poder concretar una verdadera expansión global, se decidió vender la empresa a un conglomerado alemán por una buena cifra.

"Si supiera lo que sé ahora, probablemente no lo habría hecho. Es algo muy emocional", afirmó Depledge a la BBC. "Al principio de la empresa era mas fácil. Pero después tienes que implementar procesos, contratar personas. No sabíamos cómo se hacían muchas de esas cosas", añadió. 

En el contexto británico, escalar el tamaño de la empresa es difícil. "No hemos tenido un Google o un Facebook británico para aprender de ellos", recordó.

Por su parte Bill Veghte eligió el camino opuesto a la escala global. Tras pasar por "gigantes" como Hewlett Packard y Microsoft, en agosto de 2015 se puso al frente de Survey Monkey, una firma pionera de la investigación de mercados en línea.

"Fue una experiencia profesional fascinante. En cada organización empresarial que dirigí, llegás a la empresa, calibrás cosas, te asegurás de entender cosas que se necesitan, y después empezás a acelerar", le dijo a la BBC.

"En organizaciones muy grandes es a veces como tripular un portaviones. En una empresa pequeña como Survey Monkey es más como maniobrar una lancha rápida. Sientes la velocidad, la aceleración. Hay menos gente, más energía. Tienes una conexión más íntima", aseguró.