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La mayoría dividirá los aumentos para empleados fuera de convenio en dos. Los acuerdos por productividad o con "claúsula gatillo" no se impusieron
23/03/2017 - 10:43hs

Para la mayoría de los asalariados argentinos, sobre todo para aquellos que están fuera de convenio, los primeros días de abril significarán un alivio: será en ese momento cuando se perciba la primera mejora de remuneraciones del año, con un ajuste promedio que, según las encuestas, rondará el 20% en esta primera fase.

Las consultoras revelan que la modalidad de dos cuotas a lo largo de 2017 -con la mayor carga de aumento en la primera- y sin cláusulas gatillo por inflación es la modalidad elegida por gran parte de las empresas para actualizar los sueldos de su personal.

Alrededor del 70% de las firmas que operan en el mercado local optarán por este camino y, sumando las mejoras de todo el año, terminarán otorgando una suba salarial total de entre 25% y 30%.

Es una política que, claramente, se aleja de la pauta que promueve el Gobierno en las paritarias, con un ajuste promedio del 18% y cláusulas gatillo si se supera la meta de inflación.

La situación deja en claro las dudas y el escepticismo respecto del control de los precios este año.

Por lo pronto, la encuesta de expectativas que publica la Universidad Torcuato Di Tella refleja una proyección de inflación 31,3% para los próximos doce meses. Hasta el director del INDEC puso en duda el objetivo oficial de llevarla a un nivel del 18% anual, en el caso de que las tarifas de servicios siguen incrementándose. 

En este sentido, con paritarias demoradas y sin muchas estimaciones respecto de las potenciales cifras para empleados dentro de convenio (a diferencia de lo que sucedió años anteriores), las empresas llevaron más cerca del 20% los aumentos que verán los ejecutivos en esta primera etapa.

Un relevamiento de la consultora Hucap calculó que en febrero las compañías preveían para el personal no convencionado un aumento del 23,7% anual. Esto implicaba casi 2 puntos menos que lo pronosticado en el Estudio de Compensaciones, Beneficios y Tendencias de noviembre, realizado por la misma consultora.

"Los ejecutivos consultados veían un escenario de reactivación a partir de marzo. Sin embargo, finalizando el mes, sólo se ven unos pequeños indicios de recuperación. Otros la esperan recién para junio", explicó a este medio Miguel Alfonso Terlizzi, Director General Hucap.

"La pregunta que todos se hacen es cómo hacer para llegar a tales fechas, sin certeza de que realmente se concrete dicha reactivación, considerando además que podrán darse otras medidas de ajuste para la etapa posterior a las elecciones 2017", añadió.

En medio de las dudas, las compañías estiman que los sueldos de los empleados fuera de convenio verán alzas de entre 25% y 30%, en promedio.

En ese marco, "la mayoría de las compañías siguen apostando a dar dos ajustes por año. Este mes o el que viene llega el primero, que será de hasta 20%", vaticinó Daniel Iriarte, Socio director de Glue Executive Search.

"Las empresas estarán otorgando un primer incremento algo mayor al planificado oportunamente, ya que estarán entre el 17% y el 21% siendo el promedio de 19%", coincidió Marcela Angeli, directora del área de Gestión de Talento y Compensaciones e Willis Towers Watson (WTW).

"Entendemos que las empresa tomaron esta decisión teniendo en cuenta que el año pasado finalmente el incremento total otorgado quedó unos cuantos puntos por debajo de la inflación; y esta sería una manera de compensar o recuperar la pérdida", aclaró.

El consultor de Glue, especializado en "headhunting", estimó que el segundo tramo del aumento se definirá de acuerdo a cómo evolucionen las paritarias y la suba de precios, y que sin datos estimados siquiera respecto de las pretensiones de los convencionados, los empresarios "patearán la pelota un poquito más para adelante".

En resumen, afirmó Iriarte, lo que se percibe en el mercado es que el "techo" de 18% para las negociaciones con los gremios que planteó en algún momento el Gobierno es interpretado en las empresas "como un piso".

"Pocas compañías siguieron la estimación oficial de inflación para presupuestar sus aumentos de 2017. La mayoría se acercó a un valor entre 25% y 30%, al tiempo que monitorearán muy de cerca la evolución de la economía y los precios para confirmar esta estimación o ajustarla", coincidió Matías Ghidini, general manager de la firma de de talento y selección GhidiniRodil.

Para él, si bien la cifra final es aún una incógnita, está confiado en que en este escenario habrá pocas empresas que ajusten por debajo del 25% anual.

En muchos sectores además, la definición de las alzas para los sindicalizados será el punto de inflexión: "En segmentos con un fuerte peso gremial, donde el solapamiento salarial ya es una realidad instalada, el cierre de las paritarias es clave para el posterior análisis", sugirió.

En WTW estiman que, en promedio, los empleados fuera de convenio recibirán un 28% de aumento en total este año y que la referncia clave estará determinada por el porcentaje que terminen por definir los gremios.

De acuerdo a ese resultado, "podrá suceder que las empresas utilicen sólo una parte de los puntos que quedan o que tengan que recurrir a la casa matriz y solicitar más dinero", anticipó Angeli.

Un escenario no desconocido para las compañías que operan en la Argentina, dado que debieron hacer esto mismo en otras oportunidades. 

Discusiones incipientes

A diferencia de lo que se preveía durante el verano, todo parece indicar que el 2017 no será el año en el que el salario en la Argentina se ate a la productividad en las empresas, una pretensión que viene tratando de imponer el macrismo.

"Creemos que la tendencia en este punto sigue siendo muy leve, casi nula, dado que en las compañías no se habla de productividad laboral", evaluó Terlizzi.

El avance concreto en este sentido se dio en la alicaída industria petrolera. Pero recién esta semana llegaría la homologación del acuerdo aceptado por los gremios que operan en el yacimiento Vaca Muerta, donde se acordaron condiciones menos favorables para los trabajadores a cambio de conservar las fuentes de trabajo.

Se trata de un acuerdo considerado "modelo" por el Gobierno nacional y que las autoridades buscaban extender a otras áreas, como la de aeronáuticos o la automotriz.

Sin embargo, los expertos concuerdan en que se trata de algo "todavía muy reciente".

Pese a esto, "en términos generales, el mundo cada vez está yendo más a un modelo atado a los resultados. Es una tendencia que tiene que ver con la competitividad", afirmó Iriarte.

Tampoco prosperó la intención de atar los salarios al avance de los precios. En esto está teniendo mucho que ver el fracaso en la negociación del gobierno de la Provincia de Buenos Aires con los docentes, que haber tirado por tierra el famoso ajuste con "cláusula gatillo". 

Se trata del modelo impulsado por la gobernadora María Eugenia Vidal -que en el Gobierno celebraron inicialmente con bombos y platillos como un éxito rotundo-, que acordó con los docentes a nivel nacional un incremento del 18% anual como piso, con una reapertura de paritarias en caso de que el índice oficial de inflación superara esa cifra.

En este sentido, es muy probable que no se pueda extender este esquema a otras discusiones salariales en diversas áreas.

"Las negociaciones que comienzan a desarrollarse, manifiestan un panorama disperso. Por un lado, están los trabajadores con un claro interés por recomponer la pérdida de poder adquisitivo respecto de la inflación real del 2016. Por otro lado, el Gobierno mantiene esta expectativa de acordar paritarias en el orden del 18%. Y por último, las empresas, que prevén un escenario del orden del 25% con las expectativas puestas en que la ansiada recuperación suceda", dijo Terlizzi.

"El objetivo del Gobierno, de cerrar paritarias entre un 13% y 18% no parece ya alcanzable, en función de las negociaciones que se están encarando", agregó el director de Hucap.

Sin embargo, no en todos los casos podrán compensar el poder adquisitivo perdido.

"Depende del sector, pero muchas empresas también están luchando con un mercado interno resentido desde el año pasado y rentabilidades en general en baja. Así y todo, tratan de ofrecer lo mejor posible para retener a la mejor gente en un contexto desafiante", dijo al respecto Iriarte.

Los más atractivos

Como suele suceder, los sectores con mejores perspectivas económicas a futuro serán los que estarán en posición de otorgar a sus empleados y directivos un incremento monetario más interesante.

Los expertos consultados aseguran que esta vez las áreas que se encuentran en esta posición son, sobre todo, el agro, la energía, comunicaciones, empresas químicas y todas las industrias vinculadas a la exportación.

"Servicios financieros, energía y petróleo, laboratorios y minería suelen tener una línea de pago por encima del promedio de mercado", informó Ghidini.

Para Iriarte, antes que pensar esta temática por sectores, lo que se destacarán son determinadas posiciones que, por ser nuevas y requerir calificaciones bastante específicas, están en mejor condición para negociar su compensación.

"Va a haber posiciones que son nuevas o que súbitamente tienen más peso. Por ejemplo, todo lo que tenga que ver con 'governance', con 'compliance', con auditoría", le dijo a iProfesional.

Esto se debe, explicó, a que tanto en la Argentina como en la región, a la luz de recientes escándalos como el de Odebrecht o Skanska -solo por mencionar algunos- e investigaciones como la que involucra a los productores de carne en Brasil, se valorizaron las posiciones de control de todo aquello que impacta en la imagen y a los marcos legales.

"Eso hace que las casas matrices pongan un foco más fuerte en 'compliance' en la región. Porque eso tiene impacto en la bolsa y en la credibilidad de la compañía. Por más que para la mayoría de los negocios Argentina es un mercado chico, el golpe a nivel global de algo mal hecho a nivel local, es muy grande", dijo el director de Glue.

Agregó además que las posiciones vinculadas a "customer experience" o a negocios digitales -desde marketing, pasando por ventas, hasta inteligencia- serán otras de las mejor posicionadas a la hora de negociar salarios.

El experto también destacó este marco de "amesetamiento" del mercado laboral, en el que hay algunos sectores que están activos en contrataciones y que, en caso de que un candidato logre un cambio laboral, también representan una oportunidad para obtener un mejor salario.

Para Iriarte, los más dinámicos en la búsqueda de mandos gerenciales hacia arriba son en este momento empresas vinculadas al agro, energía y obra civil. Por otra parte, los sectores más resentidos, según el director de Glue son el de consumo masivo y retail