Macri se prepara para uno de sus viajes internacionales más importantes del año: este domingo se embarcará en un vuelo de la compañía Air France junto a su esposa, Juliana Awada, con destino a Holanda. 

El objetivo del Presidente es múltiple: continuar con su plan de “evangelización” sobre la Argentina y sus reglas de juego claras; hablar de las oportunidades de inversión; buscar un incremento del alicaído comercio bilateral y, con una mirada más estratégica, seguir juntando voluntades para avanzar en la negociación Mercosur-Unión Europea, como respuesta a la corriente proteccionista que inauguró Donald Trump. 

En el plano doméstico, los problemas para el macrismo se han multiplicado. La agenda con la que debe lidiar está cargada de temas calientes, que van del manejo de los piquetes al paro de los docentes, en un contexto en el que la inflación no se desacelera tanto como pretende el oficialismo y en el que la imagen del Presidente viene en caída. 

La contracara está en el plano internacional, donde el Gobierno viene de anotarse varios puntos a favor. 

El Reino Unido acaba de anunciar que otorgará créditos flexibles a las empresas británicas que quieran invertir en la Argentina, por un monto cercano a los u$s1.250 millones. 

Previamente, Macri realizó una gira por España, donde logró un espaldarazo político importante por parte de la administración de Mariano Rajoy y de la que volvió con un total de once acuerdos bajo el brazo, incluyendo pactos en materia de intercambio comercial, cultural, turístico, educativo y laboral. 

Ahora, las fichas están puestas en Holanda, donde el Presidente buscará jugar de local aprovechando el “efecto Máxima”, la actual reina que desde hace años goza de una enorme simpatía entre los ciudadanos holandeses por haberle cambiado la cara a la monarquía en ese país de más de 17 millones de habitantes. 

Nacida en Argentina e hija de una figura controvertida como es Jorge Zorreguieta, Máxima tendrá un espacio importante en la agenda de Macri por los Países Bajos. 

Junto a su esposo, el rey Guillermo Alejandro, le darán la bienvenida al Jefe de Estado en la plaza Dam de Ámsterdam, la más importante de ese país. 

Luego, el matrimonio real formará parte del clásico Foro de Negocios, un evento que el macrismo realiza en cada destino que visita. 

El mismo tendrá lugar en la Bolsa de Ámsterdam y contará con la participación de más de 250 empresarios. Será un encuentro clave, ya que estarán algunas de las caras más importantes de grandes empresas holandesas con presencia en la Argentina, de la talla de Unilever, Shell, Philips y CCU (Amstel-Heineken), por nombrar algunas (acceda a la agenda de Macri en Países Bajos). 

Claro que el viaje de Macri tendrá un condimento extra y bien “local”: en medio de la polémica por el relanzamiento del “Plan Antipiquete” que busca instrumentar el Gobierno, luego de varias jornadas de caos en el centro porteño, el Presidente sufrirá una manifestación en el corazón mismo de Ámsterdam. 

Sucede que la agrupación HIJOS anticipó que encabezará una protesta a las 10 de la mañana del lunes en la plaza Dam, para hacer visible "el reclamo en relación a las políticas de represión, persecución política y pobreza”. 

La tranquilidad para Macri es que únicamente podrán manifestarse en silencio y en completo orden, para no ser desalojados por la policía. 

Alianzas para enfretar el fantasma de TrumpLa comitiva que acompañará al Jefe de Estado será más bien pequeña pero tendrá a tres ministros. 

Estará conformada por la canciller Susana Malcorra; el titular de la cartera de Trabajo, Jorge Triaca, y el de Educación, Esteban Bullrich, además del secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo. 

Para los expertos, además de la búsqueda de inversiones y el intento por reactivar exportaciones de productos albicelestes, uno de los grandes objetivos que persigue el macrismo es consolidar la posición argentina ante un cada vez más cercano acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea, que crearía una zona de libre comercio inédito para más de 750 millones de consumidores. 

Un pacto de esta naturaleza sería sumamente trascendental, dado que se convertiría en la respuesta “globalizadora” de ambos bloques en un contexto internacional delicado y cambiante, en el que el presidente de los EE.UU., Donald Trump, llegó a la escena central para representar el papel del proteccionismo más duro, y en el que el Reino Unido está iniciando su salida de la UE, amenazando con resquebrajarla. 

Para el consultor Marcelo Elizondo, ex director de Fundación ExportAr, “Macri utilizará su visita a Holanda para reafirmarse como el principal vocero de la globalización y del libre comercio en la región”. 

Elizondo agrega que los Países Bajos le otorgan a la visita oficial un telón de fondo acorde a la “agenda globalizadora” que lleva el macrismo: se trata de una de las naciones más liberales en términos políticos y económicos del mundo y que tiene en su principal puerto, el de Róterdam, a la mayor puerta de entrada logística al mercado europeo. 

“El liderazgo de Brasil sigue empantanado. El reciente escándalo por la adulteración de la carne y el continuo cuestionamiento que pesa sobre Michel Temer y su gabinete por los escándalos de corrupción, no hacen más que confirmar que el papel clave desde el Mercosur hoy lo tiene la Argentina”, señala el experto. 

“El discurso de Macri en España fue de un alto contenido internacional y esta nueva salida al mundo seguramente la volverá a tratar de capitalizar para mostrarse como enemigo del proteccionismo”, agrega. 

En tanto, para Miguel Ponce, experto en comercio exterior, “ahora tenemos la presidencia pro témpore del bloque y es muy probable que Macri se vaya de los Países Bajos con una manifestación favorable, algo que sería una buena señal para el futuro de esta alianza". 

Además, el experto considera que el momento en el que está viajando “no podía ser más oportuno”, en un contexto en el que acaban de celebrarse los comicios generales de Holanda y en los que sufrió un duro revés el populista Partido Por la Libertad, que había prometido que sacaría a su país de la Unión Europea en caso de triunfar. 

“En términos políticos, se trata de un escenario ideal para la gira de Macri, porque su discurso a favor de la globalización se verá amplificado luego de que los electores holandeses le hayan puesto un freno a un potencial giro anti-integración”, apunta. 

Los siguientes “rounds” en el Viejo Continente en el que intentarán imponerse los populismos al estilo Trump tendrán lugar en Francia (fines de abril) y Alemania (en septiembre).

Máxima, carta clave

Para los analistas, Máxima jugará un rol vital en la visita del Presidente a esta nación europea, con quien mantiene una relación fluida desde que era Jefe de Gobierno de la Ciudad.

Además, ya compartieron encuentros en el foro de Davos de 2016 y un almuerzo privado entre ambos matrimonios en octubre pasado, en una estancia de la Patagonia. 

“En términos políticos, Máxima es una aliada de Macri. La reina es una figura muy relevante a nivel nacional en los Países Bajos y cuenta con un nivel de imagen excelente. Su influencia es tal que hasta ayudó a que los holandeses tuvieran una imagen distinta de la Argentina”, señala a iProfesional el analista italiano Davide Caocci, profesor de Relaciones Internacionales y experto en la Unión Europea de la Universidad Austral. 

“Este buen vínculo es un factor que no debemos minimizar y que jugará un rol importante en la firma de acuerdos bilaterales”, agrega el experto. 

Búsqueda de inversiones, claveA fines del año pasado, el canciller de los Países Bajos había encabezado una misión comercial a la Argentina, acompañado por más de 20 empresarios de primera línea, con el objetivo de reavivar la relación y el intercambio bilateral. 

La realidad es que el “efecto Máxima” y el impacto positivo de la reina a nivel político y cultural, no se tradujo en mayores exportaciones. 

El nivel de intercambio es muy pequeño y los envíos hacia ese destino vienen en caída libre: en 2016 se despacharon a ese mercado europeo productos por u$s1.170 millones, el nivel más bajo desde 2003. 

En tanto que las importaciones, tras tocar un pico entre 2012 y 2013, el año pasado se estancaron en torno a los u$s430 millones (ver cuadro).

En cuanto a los bienes nacionales más despachados a ese mercado se observa una fuerte concentración en materias primas y alimentos. 

De hecho, los cinco principales bienes exportados a los Países Bajos explican más del 80% del total. El top 5 está dominado por harina y pellets de soja, hortalizas, oleaginosas, carne y frutas frescas. 

Lo positivo es que desde hace más de una década que la Argentina mantiene un saldo comercial positivo con Holanda (en 2016 fue de casi u$s750 millones). 

Sin embargo, no todo lo que brilla es oro: Elizondo señala que las cifras de exportación están distorsionadas por el hecho de que el puerto de Róterdam es la gran puerta de entrada al Viejo Continente, de modo que muchos de los embarques que figuran en las estadísticas con destino a Holanda, en realidad luego se distribuyen a otros mercados europeos. 

Para Elizondo, habrá algo de espacio para la búsqueda de oportunidades de negocios, pero afirma que el foco estará puesto en la captación de inversiones, una estrategia que el macrismo ha venido repitiendo en casi todos los países que visitó. 

“Holanda es un país ejemplar en temas hídricos, en servicios y también en materia energética. Estos rubros serán los que claramente dominarán la agenda presidencial”, apunta.

Según un relevamiento de Abeceb, si se analiza el stock de inversiones directas extranjeras en la Argentina, la nación reinada por Máxima ocupa el tercer lugar, con más de u$s8.500 millones y una participación superior al 10%, superando incluso a Brasil, que actualmente está relegado a un cuarto puesto. 

En la actualidad, hay cerca de 100 compañías que forman parte de la Cámara de Comercio Argentino-Holandesa (CCAH), entre las que figuran peso pesados de la talla de Unilever, Shell, Philips, CCU, Makro, KPMG, Rabobank y KLM. 

En cuanto a los acuerdos que se esperan, según trascendió, durante el viaje está contemplada la posibilidad de negociar con el Banco de Desarrollo Holandés financiamiento para proyectos vinculados con el tratamiento de aguas. 

Además formará parte de la comitiva el subsecretario de Infraestructura Hidráulica de la provincia de Buenos Aires, Rodrigo Silvosa, quien ha venido gestionando créditos con esa nación para avanzar con obras públicas en las castigadas zonas ubicadas en la cuenca del Río Salado. 

En el plano logístico, Macri visitará el puerto de Róterdam. Desde Cancillería anticiparon la firma de un acuerdo de intercambio de know-how entre esa terminal y el puerto de Buenos Aires. 

Además, se prevén avances en materia turística, dado que se apuntará a incrementar la frecuencia de los vuelos entre ambos destinos a siete por semana. 

La expectativa también está en traerse en el bolsillo algunos anuncios de inversión. Posiblemente se ratifique el desembolso de u$s70 millones que realizará en Mar del Plata la holandesa Farm Frites, el segundo mayor productor de papas congeladas del mundo y que generará 200 nuevos empleos directos. 

Pero hay mucho terreno fértil: la CCAH entregó a compañías de ese país europeo un completo informe en el que detalla numerosas oportunidades en proyectos agroindustriales, construcción de canales, terminales portuarias, aeropuertos y centros logísticos, además de alternativas en energía renovable y fósil. 

El macrismo apuesta muchas fichas en este viaje. No sólo por lo que significa holanda a nivel político, sino por ser una de las grandes puertas de entrada a toda Europa para los negocios.