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Nigel Lang trabajaba en un centro para jóvenes drogadictos. La policía escribió mal un dato y lo vincularon a un delito. Ahora está paranoico y desocupado
24/03/2017 - 00:06hs

El británico Nigel Lang fue arrestado por haber compartido fotos indecentes de niños en Internet. Pero todo fue por un error de tipeo.

La odisea de Lang ocurrió en mayo de 2011, cuando la policía de South Yorkshire, en el norte de Inglaterra, recibió información de sus pares de Hertfordshire (al norte de Londres) sobre una dirección IP desde la cual se habían distribuido más de 100 imágenes de pornografía infantil.

Pero la (mala) suerte le jugó en contra a Lang: la dirección de IP tenía un dígito de más, agregado por error, que era igual a la cuenta de Internet a nombre de su pareja.

"Cuando me arrestaron temí por lo que me podría pasar ¿Qué pasará con mi familia, serán blancos de ataques? ¿Atacarán la casa de mi madre? ¿Los insultarán y atacarán en la calle?", recordó el propio Lang en el programa de TV de Victoria Derbyshire, de la BBC

En ese momento, tenía 44 años y trabajaba en un centro de asistencia para drogadictos, donde ayudaba a jóvenes a superar sus adicciones.

Intentó convencerse a sí mismo: "No encontrarán nada y yo no he hecho nada así que todo estará bien".

Luego vivió las siguientes semanas en la casa de su madre, lejos de su hijo, que lloraba al no entender por qué su padre no estaba más en su hogar.

Estado de paranoia Tres semanas después del arresto, la policía admitió su inocencia y le devolvió sus computadoras.

Pero el daño estaba hecho y, encima, la experiencia lo impactó psicológicamente.

"Debido a lo que ocurrió no me sentí capaz de volver al trabajo que hacía. Era el mejor trabajo que había tenido en mi vida, y sentía que lo hacía muy bien", comentó.

Además, empezó a tener miedo de trabajar con mujeres, por temor a que lo acusaran de acoso sexual.

"Me volví paranoico", resumió.

Lang demandó a la policía de South Yorkshire once meses después de su detención y denunció discriminación, ya que su pareja –de tez blanca– y titular del abono de Internet no fue investigada, pero él sí al ser moreno.

La demanda no prosperó, pero así pudo enterarse de que la policía de Hertfordshire había proporcionado la información.

Indagó un poco más, pero se topó con que su denuncia no podía llevarse a cabo "debido al paso del tiempo". 

Lucha en la justicia Luego de su frustración por la falta de respuestas, Lang le pidió a su abogado que investigara su caso.

El letrado contactó a la policía de Hertfordshire y así descubrió la verdad sobre la dirección de IP incorrecta.

"Le tuve que pagar a un abogado para encontrar el error, cuando la policía lo podría haber hecho. Eso es lo que duele", relató.

"Estoy gritando mi inocencia y me dicen que no lo pueden hacer, pero después consigo un abogado y sí se puede. Eso me demuestra que no les importa mi vida. No les importa la gente común", disparó.

El incriminado por error recibió una disculpa, por escrito, de la policía de Hertfordshire, donde admitían ser los responsables de su error.

Luego buscó una indemnización por la violación de la Ley de Protección de Información de 1998, falso arresto, agresión policial y violación de la propiedad.

Así llegaron a un acuerdo extrajudicial por u$s75.000 más las costas legales.

 "No es suficiente dinero, pero después de seis años de lucha estás cansado", se resignó, pues no equivalían ni a dos años y medio de salario, cuando estuvo seis inactivo.

"Fue un error administrativo lo que llevó a que esto ocurra y hemos aprendido de nuestros errores para evitar que algo así vuelva a ocurrir", aclaró, por su parte, la policía.

También admitieron que "el arresto de Lang bajo estas circunstancias fue extremadamente angustiante para él y para su familia".

El apoyo familiar Justamente, el soporte de su familia  fue vital para Lang, que luego de lo sucedido vive en estado de paranoia.

"Mis hijos fueron estupendos. Nunca dejaron de creer en mí y me apoyaron todo el camino", señaló.

"No tuve mi día en la corte y necesitaba decirle al mundo que no soy un pedófilo. Era un hombre común que trabajaba duro y ahora dependo de ayuda estatal, y no sé qué me depara el futuro", lamentó.

"Me enfermé por culpa de esto, sufro del síndrome de estrés postraumático. Mi personalidad ha cambiado. Estoy más enojado, me cuesta dormir y estoy extravigilante cuando estoy con otros, me da paranoia de que estén hablando sobre ", concluyó.