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Samsung busca la revancha con el Galaxy S8, su nuevo "súper teléfono"

Anunció las características de su nuevo móvil insignia, con el que busca superar las consecuencias del escándalo por las baterías explosivas del Note 7
30/03/2017 - 12:19hs
Samsung busca la revancha con el Galaxy S8, su nuevo "súper teléfono"

Samsung anunció este miércoles sus nuevos teléfonos móviles insignia, Galaxy S8 y S8+, la respuesta de la compañía coreana al escándalo del Galaxy Note 7, que en septiembre se convirtió en un terminal maldito en el mundo, prohibido en los aviones, después de que varias unidades explotaran y se incendiaran.

La falla de diseño de las baterías de aquel modelo afectó la imagen de la empresa asiática, y pone la vara muy alta para los nuevos modelos.

El principal argumento en la presentación que se realizó en el Lincoln Center de la ciudad de New York fue el nuevo diseño en la historia de la empresa, pero no en el mercado, que destaca la pantalla por encima de todo, con marcos muy reducidos.

Otros puntos resaltados por la marca fueron los tres sistemas de reconocimiento biométrico; el nuevo asistente de voz Bixby; la carga inalámbrica; y la posibilidad de funcionar como una computadora.

Aunque en varios países, entre ellos Estados Unidos, estos nuevos modelos estarán disponibles a partir del 21 de abril, la fecha de llegada a la Argentina se estima recién para junio.

En el mercado argentino, los precios serán de $20.999 para el Galaxy S8 y de $23.999 para el Galaxy S8+. Son valores por un 80% más que en los Estados Unidos, donde los montos anunciados fueron de u$s 750 ($ 11.575) y u$s 850 ($ 13.119) respectivamente. En Chile, los precios anunciados son de unos $15.800 para el modelo S8 y $18.000 para el plus.

El desafío es satisfacer al público que pide móviles con grandes pantallas pero que al mismo tiempo tengan un tamaño manejable.

La única solución para ello es reducir los marcos, que en el caso del Galaxy S8 ofrece una pantalla curva en los laterales, mientras que los bordes se reducen a la mínima expresión en las zonas superior e inferior.

Tanto se achicó que el botón de inicio fue suprimido y se encuentra situado como sensor de presión debajo de la pantalla.

Las pantallas, con tamaños de 5,8 pulgadas (S8) y 6,2 pulgadas (S8+), tienen una resolución de 2.960 x1.440 píxeles en ambos casos.

Se trata de una nueva proporción más cercana al tamaño con el que se ven las películas para perder de vista las franjas negras en las zonas superior e inferior cuando se utiliza de forma horizontal.

La nueva relación 18,5:9 está más cerca de esa eficiencia que la 16:9, propia de los televisores, de los que incorpora también el tratamiento de imagen de alto rango dinámico (HDR Premium).

El procesador del Galaxy S8 y S8+ es de 64 bits y 8 núcleos (cuatro a 2,3 Mhz y cuatro a 1,7 Mhz), elaborado con tecnología de 10 nanómetros. La memoria es de 4 GB y el almacenamiento de 64 GB  (ampliable a 256 GB).

El asistente Bixby  se acciona mediante un botón lateral y hace uso de tecnologías de inteligencia artificial, por lo que puede identificar, por ejemplo, un producto comercial y llevar al usuario hasta una opción de compra. Por ahora sólo saldrá en inglés y en “español de Estados Unidos” y debe competir con los asistentes de Apple (Siri), Google y Amazon (Alexa).

La cámara trasera tiene unas características similares a la del Galaxy S7: 12 mega píxeles y una apertura de 1.7.  La cámara delantera es de 8 mega píxeles y apertura 1.7.

El Galaxy S8 pesa 155 gramos y lleva una batería de 3.000 mAh. El S8+ pesa 173 gramos y su batería es de 3.500 mAh.  En ambos casos, los teléfonos disponen también de carga inalámbrica por inducción. Saldrá en tres colores: Midnight Black (negro medianoche), Orchid Gray (gris orquídea) y Artic Silver (plata ártico).

Puede ser desbloqueado mediante huella dactilar, aunque el lector está situado en la parte trasera de la pantalla a la derecha de la cámara, que va centrada. La posición del sensor es incómoda. Para evitar las contraseñas, el teléfono puede desbloquearse también mediante el iris, como ya hacía el malogrado Note 7, o por reconocimiento facial. Llevará la última versión de Android, Nougat, con una fuerte capa de personalización de Samsung.

En cuanto a los accesorios, uno de ellos es el Samsung DeX, que convierte al móvil en una computadora completa para trabajar en escritorio.

Basta colocar el móvil en un pequeño soporte con ventilador para convertirlo en una PC en el que se pueden correr aplicaciones. Es una extensión que puede permitir a un usuario tener una sola máquina para soluciones tanto de movilidad como de mesa de trabajo.

La cámara panorámica Gear 360 y su carcasa de realidad virtual Gear VR fueron rediseñadas, al que se añadió un mando para las manos que permite ejecutar acciones, como complementos del nuevo S8.

La nueva cámara, más manejable, permite ser usada en directo en streaming y compartir en vivo lo que está a su alcance a través de redes sociales.

Además, el celular permite controlar toda una serie de elementos del hogar, desde la heladera a la aspiradora, dentro de la plataforma Samsung Connect. El móvil de Samsung está protegido como sus predecesores, contra agua y polvo

Contexto y análisisEl anuncio de este miércoles fue el primer lanzamiento de dispositivos de alta gama de la empresa surcoreana luego de la pesadilla que experimentó con las baterías defectuosas del Galaxy Note 7.

La más importante de las nuevas incorporaciones en los dispositivos de Samsung es Bixby, un asistente personal de inteligencia artificial desarrollado por la misma empresa, dejando atrás el “Assistant” de Google que incluían modelos anteriores, aunque está disponible si el consumidor lo prefiere.

El nuevo equipo tiene un botón dedicado exclusivamente a invocar a este asistente virtual, con el fin de evitar confusiones e invitar al consumidor a usarlo asiduamente. Se trata de un enfoque distinto al de Apple, que se sirve del botón de inicio o de una llamada de voz en los últimos iPhone.

La pantalla sin marco es una característica experimentada por otras empresas como ZTE y Oppo, pero que Samsung se empeña en señalar como novedoso.

La relación de aspecto de la pantalla 9 no sería una innovación pura de Samsung ya que LG ya produce “smartphones” con esa proporción.

También se dejó atrás el mini USB y se da paso al USB tipo C, cuya característica más promocionada es la reversibilidad que permite que el teléfono sirva para cargar otro dispositivo.

El lanzamiento del S8 llegó con un poco de retraso: desde 2014 la marca coreana utilizaba el Mobile World Congress (MWC) en la ciudad catalana de Barcelona para presentar anualmente su nuevo teléfono, pero este año decidió esperar un poco más.

La presentación del nuevo teléfono es importante para la compañía tras el fiasco del Galaxy Note 7, uno de los episodios más nefastos de la historia de la empresa.

El gigante surcoreano tuvo que retirar unos tres millones de “smartphones” por problemas con sus baterías, aunque aún así y todo registró las mejores cifras de los últimos tres años durante el cuarto trimestre de 2016.

Debido a los rumores previos, la expectativa estuvo concentrada en confirmar esas versiones acerca de una mejor resolución, nuevas carcasas, sistemas de reconocimiento y seguridad.

Aunque los celulares anunciados tienen mejoras, no es un punto de innovación como lo hizo Sony con la resistencia al agua con la serie Xperia Z.

La saturación del mercado mundial de teléfonos inteligentes se refleja en este dato: apenas creció 7% en 2016, o lo que es lo mismo, la mitad del año anterior, según datos de la consultora Gartner.

El poco crecimiento proviene de los mercados de Asia y el Pacífico, donde no dominan ni Apple ni Samsung, sino Oppo, Xiaomi y Huawei.

Los desafíos que enfrenta la marca surcoreana están en los campos de un mejor proceso de prueba de sus dispositivos, luego de lo sucedido con el Note 7; el diseño y el nuevo asistente virtual Bixby. Si la seguridad es el principal reto de Samsung luego del “NoteGate”, reconstruir su credibilidad es su mayor necesidad para garantizar su éxito.

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