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En ví­speras del paro, el Gobierno promete concesiones para "hacer las paces" con la industria nacional
05/04/2017 - 11:02hs

El Gobierno está decidido a fragmentar el reclamo gremial, que se verá amplificado este jueves con un paro que hará de la supuesta “avalancha importadora” uno de los principales argumentos en contra del macrismo.  

La estrategia elegida desde el Ejecutivo es salir a tejer una red de acuerdos con diferentes cámaras sectorialesempresas sindicatos, haciendo foco en la competitividad y en el cuidado de los puestos de trabajo. 

El macrismo está urgido por aquietar las aguas lo máximo posible, al menos hasta que los indicadores comiencen a arrojar números más positivos y esto se palpe en el ritmo de actividad. 

El primer acuerdo lo selló con la actividad petrolera para los proyectos en Vaca Muerta. Replicó un esquema similar para la industria automotriz a través del plan “1 Millón”. Continuó con el Acuerdo Federal para la Construcción y ahora acaba de cerrar un pacto con el sector textil y el del calzado, dos rubros de los llamados “sensibles” y que más combativos se habían mostrado en contra del ministro Cabrera. 

Los objetivos a los que se apuntan con cada uno de estos acuerdos, en líneas generales, son bastante similares: se traza una agenda con la que se busca incrementar la producción y el consumo; aumentar los niveles de empleo y, en algunos casos, fomentar exportaciones a través de una mejora de la competitividad. 

Con esta agenda de trabajo, sector por sector, el Gobierno gana algo que, en la previa electoral, vale oro: tiempo. 

De hecho, gracias a este último acuerdo alcanzado con la rama textil y la del calzado, el Ejecutivo consiguió un “pacto de no agresión” con cuatro gremios, entre los que figuran el Sindicato de Empleados Textiles y la Unión de Trabajadores de la Industria del Calzado. 

Y, además, se aseguró un “changüí” con los dirigentes de cinco cámaras empresarias, que suelen ser las más aguerridas a la hora de reclamar por las importaciones

Lo más trascendente de este acuerdo es que Producción vuelve a reflotar la idea de "cuidar el empleo" de la competencia del exterior, una promesa que ya había asumido el año pasado pero que no llegó a cumplir. 

Recientemente, el titular de la cámara que nuclea a los fabricantes locales, Alberto Sellaro, había salido a apuntarle directamente al ministro Cabrera por haber incumplido con su parte: topear” las importaciones

Según la entidad, en el primer bimestre el ingreso de calzado desde países asiáticos y desde Brasil se disparó un 60%, luego de un 2016 en el cual se fabricaron 14 millones de pares menos (caída del 11%) y en el que se destruyeron cerca de 4.000 puestos de trabajo. 

"Acordamos que habrá un monitoreo más cuidadoso de lo que vaya a entrar de ahora en más. No se habló de cupos, pero sí de poner más atención y reforzar los controles sobre normas técnicas, de calidad y seguridad", afirmó un empresario del rubro calzado a iProfesional.

El año pasado, el Ministerio de Producción también había llegado a un acuerdo “de palabra” con el sector textil para “resguardar” el mercado interno. Pero el mismo nunca llegó a ponerse en práctica: el año pasado ingresaron 13 millones de kilos de prendas, casi 30% más que en 2015. 

Los gremios vinculados con la cadena textil fueron de los que se mostraron más críticos con el Gobierno, en un contexto en el que Fundación ProTejer viene alertando que desde comienzos de 2016 se perdieron 20.000 empleos a lo largo de toda la cadena. 

Pero la estrategia cambió: mientras que los anteriores pactos eran más bien informales y no se buscaba que trasciendan, ahora el macrismo involucra a funcionarios de primera línea y los anuncia con bombos y platillos. 

“Tomamos la decisión de apoyar y fortalecer la competitividad de las industrias textil y del calzado, en un esquema de compromiso de todos los actores de la producción nacional: el Estado, las empresas y los trabajadores”, celebró Cabrera.

“Estamos acompañando a los sectores y poniendo sobre la mesa todas las herramientas que tenemos a disposición, para que puedan crecer, desarrollar su producción y generar nuevos puestos de trabajo para todos los argentinos que buscan progresar”, acotó el ministro de la cartera laboral, Jorge Triaca. 

El “line up” de funcionarios se completó nada menos que con el titular de Hacienda, Nicolás Dujovne y los secretarios de Industria, Martín Etchegoyen, y de Transformación Productiva, Lucio Castro.

Claramente, un cambio de estrategia notorio respecto de los acuerdos improvisados y a las apuradas que se habían sellado en 2016

“Estamos viendo que están haciendo un nuevo diagnóstico en el Gobierno, que ahora es el correcto: activar el consumo y cuidar el mercado argentino”, sostuvo Ariel Schale, director ejecutivo de ProTejer. 

En diálogo con iProfesional, tras la cumbre con funcionarios, el directivo agregó que “el convenio establece una mesa de trabajo tripartita, entre trabajadores, industriales y el Estado. En ese sentido, es positivo para el sector”. 

Cabrera, uno de los referentes más cuestionados de Cambiemos por parte de los gremios, está poniendo el acento en la generación de nuevos empleos, buscando darle más oxígeno a su gestión

Por ahora son promesas, pero igualmente son bien recibidas por los sindicatos que se alinearon y pasaron a formar parte de estas mesas de trabajo. 

En concreto, se esperan generar 30.000 puestos en el sector automotor, unos 100.000 en la construcción y, en el caso de los rubros textil y calzado, se apunta –en una primera etapa- a recuperar la mitad de los empleos perdidos en el último tiempo, lo que sumaría otros 12.000.  

Una pulseada mediática por las importaciones

El reclamo por la supuesta “apertura indiscriminada” de las importaciones será una de las grandes banderas de la jornada del jueves. 

De hecho, la CGT hizo circular un spot protagonizado por chicos en el que se esgrimen las razones de la medida de fuerza. 

En el corto se los puede ver en una fábrica abandonada pidiendo que se cuide el empleo y se defienda a la industria argentina. 

Este video se publicó luego de que Producción difundiera su propio spot defendiendo la quita de aranceles a las importaciones de notebooks tablets, medida que –según dicha cartera- permitió que los precios disminuyeran casi 30%. 

“Eliminamos el impuesto del 35 por ciento. Ahora habrá más marcas de computadoras y costarán menos”, agrega el video, dejando en claro que, así como ahora tiene más contemplación con sectores sensibles”, el de las portátiles es un caso cerrado. 

Sin embargo, en la “pulseada mediática”, el macrismo continúa intentando imponer la visión de que no existe tal avalancha de productos del exterior y que las motivaciones de la protesta son principalmente políticas

“Las razones que se esgrimieron para hacer el paro no son válidas", afirmó Cabrera, restándole crédito al postulado gremial que alerta por este fantasma.  

El ministro fue más allá al recalcar que “es falso” que exista una "lluvia de importaciones" y que, por el contrario, el Gobierno “fue muy cuidadoso con la administración del comercio”. 

Al analizar los últimos datos oficiales, se observa un dato clave: las compras al exterior de “fierrosno levantan, mientras que las de bienes de consumo y autos se muestran muy dinámicas.

En el caso de bienes de capital, hubo una fuerte caída de casi 10% en cantidades. 

En insumos para completar procesos industriales se observó una notoria baja del 12%. 

En piezas y accesorios para maquinaria, el desplome llegó al 20%. 

Claramente, todos indicadores que confirman que las inversiones en la economía real se están demorando y que subsiste la cautela entre los empresarios

“Los brotes verdes dejaron de florecer en el sector industrial, que acumuló su segunda caída mensual en febrero tras crecer durante todo el tercer trimestre del año pasado”, indicaron desde la consultora Econviews. 

Como contrapartida, dos grandes rubros se mueven en dirección contraria, y son las que generan malestar en los gremios:  

Bienes de consumo, que registraron un incremento del 11% interanual. 

Vehículos, con un gran salto del 55%, también en volúmenes. 

En este contexto, los datos del intercambio con Brasil correspondientes a marzo, que permiten anticipar un poco el pulso del comercio exterior argentino, muestran otras señales amarillas: 

-Las importaciones crecieron un 32% con respecto a marzo, dominadas principalmente por la compra de vehículos y autopartes. El único dato positivo es que también ingresaron máquinas para el agro y la construcción. 

-Las exportaciones, en cambio, cayeron un 1%. Así, el déficit bilateral se disparó un 122% en marzo, tras superar los u$s700 millones. 

En medio de esta pelea dialéctica entre gremios y funcionarios, la Unión Industrial Argentina por ahora mantiene la cautela.  

Trascendió que en la primera junta directiva que realizó la entidad fabril, a mediados de marzo, hubo coincidencia entre los referentes sobre la preocupación que genera el crecimiento de las importaciones en un contexto de baja del consumo. Además, abundaron las quejas por el flagelo del atraso cambiario. 

En un párrafo del último informe del Centro de Estudios, los economistas de la UIA deslizaron la palabra “aluvión”, justamente la que busca desterrar el macrismo

Sin embargo, los sectores sensibles, que ahora acaban de firmar el compromiso para incrementar la producción y el empleo, se muestran más cautos.

Desde ProTejer, por ejemplo, señalan que en el sector no se puede hablar de “avalancha”. 

Pero, acto seguido, argumentan que esto no invalida el argumento de que la competencia importada, por más mínima que sea -en un contexto de costos en alza, presión tributaria récord y caída de las ventas internas del 25%- también causa daño. 

Ahora, la expectativa está puesta en cómo el Gobierno hará para cuidar a sectores que hasta hace poco no figuraban entre los prioritarios.