El presidente Mauricio Macri decidió mostrar su lado más confrontativo este jueves, mientras se desarrollaba el primer paro nacional de la CGT contra su gestión.

Mientras los funcionarios de la Casa Rosada salieron a minimizar la adhesión a la huelga, la tildaron de "extorsiva" y "mafiosa" y pidieron a los trabajadores que salieran de sus casas para ir a trabajar, avisando que garantizaban la libre circulación, el secretario Legal y Técnico, Pablo Cusellas, firmó una disposición que endurece el control sobre los gremios.

Este jueves, se publicó del Boletín Oficial la disposición 7-E/2017, que prohíbe que sean candidatos a conducir los sindicatos quienes tienen causas penales o civiles abiertas, implementa un mayor control de las reformas, estatutos y cuentas; y marca mayor rigurosidad en la aplicación de toda la normativa como el cumplimiento del cupo femenino en las listas electorales.

Voceros oficiales señalaron que la resolución es una "respuesta legal" al paro dispuesto por la CGT y precisaron que el impedimento de ser candidatos por tener procesos abiertos puede alcanzar a Omar Viviani, jefe de los peones de taxis, luego de haber sido denunciado por ordenar que "den vuelta los autos" de aquellos conductores que salieran a trabajar.

Ganar la calleLa estrategia del Gobierno es deslegitimar la convocatoria al paro, vincularlo al kirchnerismo y acusarlo de "golpista".

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, advirtió que la Gendarmería aplicaría el protocolo para desalojar cualquier autopista, avenida o calle que sea bloqueada por las agrupaciones de izquierda

"Se les ha advertido a los manifestantes que queremos que liberen la Panamericana, que dejen circular a la gente, y ahora se pone en marcha el protocolo de la Gendarmería y, si no responden, actuarán", enfatizó esta mañana antes de despejar la autopista.

"Actuar significa desalojar para que la gente pueda trasladarse no sólo por las vías laterales sino por la vía central", afirmó.

"Le digo a la gente que salga de sus casas, que vengan a trabajar. Ha habido algunos focos pero estamos logrando que la gente pueda circular", enfatizó. 

"Mi mensaje es: salgan a trabajar, en bicicleta, en auto, en camión, en furgoneta, en lo que sea. El Estado está presente, con algunos conflictos, pero hoy la gente puede llegar a cualquier lugar en la Ciudad de Buenos Aires", sentenció. 

Por su parte, el ministro de Trabajo Jorge Triaca hizo una evaluación del acatamiento al paro nacional.

Si bien admitió que la protesta tuvo "alta adhesión", intentó minimizar la adhesión. "Creemos que hay mucha gente con voluntad de ir a trabajar, que no puede acceder por el paro de transporte", apuntó el funcionario.

Y criticó a los dirigentes sindicales que cuando denuncian "incumplimientos, no se lo plantean a las empresas sino al Gobierno".

Luego insistió sobre que "hay intencionalidad política" en la huelga general convocada por la central obrera peronista y puntualizó: "Evidentemente me parece que están escondidos detrás de esto, sectores vinculados con algunos que quieren volver a las prebendas del pasado".

"Se esconde un mecanismo extorsivo", afirmó.

"En los últimos 15 meses, a través del diálogo nos sentamos en mesas de trabajo, pudimos conseguir muchas cosas que no se habían conseguido desde hace muchos años, como la solución al Impuesto a las Ganancias, el mínimo no imponible, la reparación histórica de los jubilados. Todo esto fue un conjunto de cosas, producto del diálogo", añadió.

"La gente nos eligió para cambiar. Así que hay que parar de mentirnos, agredirnos, de extorsionarnos, de usar a los chicos como rehenes, parar de mirarnos como enemigos. Hay que parar la mano y ponernos a laburar", enfatizó Triaca.