La automotriz Mercedes-Benz anunció la ejecución de un plan de inversiones por u$s150 millones para producir la nueva generación de la Sprinter. Se trata de una promesa que la compañía le había hecho hace nueve meses al presidente Mauricio Macri, durante la visita que hizo a Alemania.

La puesta en marcha de este desembolso implicará la creación de más de 500 nuevos empleos, equivalente a un aumento de 22% del plantel de la compañía, integrado por 2.300 trabajadores.

Parte del anuncio que se trajo el jefe de Estado en aquel entonces ya se encuentra en marcha. Se trata de la fabricación de un nuevo utilitario pesado que se está realizando en el Centro Industrial Juan Manuel Fangio, de La Matanza, en la provincia de Buenos Aires. Y se prevé que la producción global de este vehículo se iniciará antes de 2020.

El objetivo de esta iniciativa es aumentar la producción de la planta en un 50% además de incrementar en ese mismo porcentaje las exportaciones. La Argentina tiene la oportunidad de elevar los niveles de ventas en el exterior a partir de la fabricación de unidades de mayor valor agregado.

Para Wolker Mornhinweg, responsable a cargo de esta unidad de negocios, destacó que la ejecución de esta inversión se da en un entorno de negocios "más amigable de lo que vimos en el pasado y este ha sido el factor decisivo" para esta concreción, en declaraciones al diario La Nación.

El ejecutivo fue recibido por Macri en la residencia de Olivos. Allí, el presidente se mostró orgulloso de que "Mercedes-Benz apueste por el país y haya decidido que la nueva generación de la Sprinter sea fabricada en la Argentina".

En el encuentro también se abordó sobre el proyecto para fabricar la pick-up Clase X que la compañía fabricará en la planta Santa Isabel, en Córdoba, en el marco del acuerdo con Renault-Nissan. Se trata de la primera pick-up de marca Premium que se fabricará y exportará desde la Argentina hacia la región.