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Pablo Perillo tiene 49 años, vive en Vicente López, y fue convocado por la productora del famoso actor para realizar eventos especiales
10/04/2017 - 12:57hs

Vicente López puede decir que tiene a su propia celebridad "hollywoodense", ya que Pablo Perillo (49) puede ser confundido con Bruce Willis por cualquiera que lo vea.

Su parecido con el protagonista de "Duro de matar" y "El quinto elemento", entre una larga nómina de films, no representa el principal motivo por el cual decidió dedicarse a la actuación: "Arranqué a los ocho años, participé en varios comerciales y sobre todo en obras de teatro al aire libre por mi barrio. Lo del parecido vino mucho tiempo después", sostiene.

En los aeropuertos siempre me paran para pedirme fotos y autógrafos, a veces hasta no hablo para seguir con el juego.

A los 20, en un boliche, comenzó a caer en la similitud física que tenía, y tiene, con el reconocido actor. Pero no fue por cuenta propia: "Estaba en una disco con un amigo y se le acerca una chica para comentarle al oído ‘decile a tu amigo que es igual a Bruce Willis'.

Yo no sabía ni quién era, lo reconocí cuando me mostraron que protagonizaba la serie ‘Moonlighting'", recuerda. Y agrega: "En ese momento también tenía un aire a Mickey Rourke, y a la salida del colegio las chicas me cantaban una canción que decía ‘yo no soy Mickey Rourke' -'Nueve semanas y media', de ‘Zapato Veloz'-. Me volvían loco con eso".

En 2002 participó de un concurso donde buscaban dobles de estrellas de Hollywood y fue uno de los tres ganadores: "Integraba el trío elegido junto a una cordobesa -Julia Roberts- y a una brasileña -Madonna-. Viajé a Los Angeles, estuve en la alfombra roja, hice lo mismo que hace cualquier actor, bajé de la limusina, la gente me confundía con Bruce y me gritaban desde las gradas", recuerda.

Y remarca: "Tengo una anécdota con Matthew Perry, íntimo amigo de Bruce, en la fiesta después de la gala. Se acercó rápidamente hacia mí, frenó un metro antes, y luego vino a admitirme que se había confundido. Ahí me di cuenta de que el parecido era bastante grande ya que hasta un amigo cercano se pudo equivocar".

Llegar a Hollywood fue algo muy positivo y se estableció una buena relación con el verdadero Bruce. Ahora forma parte de su productora y ante cualquier llamado está como uno de los dobles a disposición, más allá de que no es doble de riesgo, sino que lo suyo va más por una cuestión personal y física: "En los aeropuertos siempre me paran para pedirme fotos y autógrafos, a veces hasta no hablo para seguir con el juego. Al principio les explicaba que no era y la gente no me creía, ahora me divierto un poco. Ya lo tengo muy incorporado", admite a Clarín.

"‹"Todo el mundo supuestamente tiene dobles o gente muy parecida, a mí me tocó parecerme a un tipo muy conocido", asegura. Y revela los pros y los contras de esto: "En los castings a veces quedás y a veces no porque hay papeles que yo no puedo hacer debido a la similitud. Por suerte sigo con lo mío, hace poco se hizo una coproducción con Brasil que se llamó ‘Decime qué se siente: la venganza', donde interpreté el papel de un gendarme argentino. Así puedo demostrar que también tengo lo mío, que no sólo soy una foto o un parecido y nada más", concluye.