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Estados Unidos difundió imágenes aéreas del impacto de la bomba contra una presunta zona de cuevas de Estado Islámico                        
14/04/2017 - 17:56hs

El Pentágono difundió el video del momento en que la bomba GBU-43, llamada "madre de todas las bombas" impactó ayer contra un sistema de cuevas del Estado Islámico (EI) en Afganistán y dejó por lo menos 36 muertos.

Las imágenes aéreas muestran el momento en que la mayor bomba no nuclear del arsenal estadounidense, nunca utilizada hasta ahora, impacta en la ladera de una montaña en el distrito de Achin, provincia de Nangarhar, con una potencia equivalente a 11 toneladas de TNT.

Una inmensa columna de humo y escombros aparece tras la explosión, que en este tipo de explosivos ocurre antes de tocar tierra para crear una potente onda expansiva capaz de derrumbar túneles y búnkers al crear un pequeño terremoto.

El Ministerio de Defensa afgano dijo que al menos 36 miembros del EI murieron en el ataque de Estados Unidos, del cual el gobierno de Afganistán fue informado con anticipación, mientras que no hubo víctimas civiles.

Varias cuevas y reservas de municiones de la milicia radical quedaron destruidas, según el comunicado del Ministerio afgano de Defensa.

El cuartel general estadounidense en Kabul dijo que la bomba fue lanzada en torno a las 19.30, hora local del jueves, sobre un complejo de túneles en la provincia de Nangarhar, donde operaba la filial afgana del Estado Islámico. El objetivo estaba cerca de la frontera con Paquistán.

Los rebeldes talibanes, que combaten tanto al EI como al gobierno afgano y a las tropas estadounidenses presentes en Afganistán, condenaron hoy la "creciente brutalidad" y el "crimen" de Washington y dijeron que la eliminación del EI debe ser cosa de los afganos, no de extranjeros.

"El arma correcta"

En Kabul, en tanto, el general John W. Nicholson, comandante de las tropas estadounidenses en Afganistán, aseguró hoy que la bomba GBU-43 era el arma correcta para ese ataque.

"Era el arma correcta contra el objetivo correcto", indicó en una rueda de prensa en Kabul Nicholson, también máximo responsable de la misión de la OTAN en el país, en alusión a un complejo de túneles, cuevas y búnkers que el EI utilizaba como una base de operaciones.

El militar estadounidense indicó que la bomba, de 10 toneladas y una de las más potentes del arsenal convencional de Estados Unidos, es "un arma efectiva" y por ello decidieron emplearla en la campaña lanzada en marzo por las tropas afganas contra el EI.

Afirmó que la base alcanzada era un "gran obstáculo" en la lucha contra ese grupo y por ello "era el momento correcto para usarla".

Nicholson mantuvo que hasta el momento se han contabilizado 36 muertos en el ataque, "totalmente coordinado" con el gobierno afgano, y subrayó, como ha venido informado el Ejecutivo del presidente Ashraf Gani, que no se han producido bajas civiles.

El vocero del Ministerio de Defensa afgano, Dawlat Waziri, precisó en la misma conferencia de prensa que solo una familia vivía en las cercanías del lugar del bombardeo y que había sido evacuada pocas horas antes de la acción militar.

También señaló que algunos de los túneles, construidos por los combatientes islámicos afganos durante la época de la invasión soviética a Afganistán, se encontraban a 40 metros de profundidad por lo que la Fuerza Aérea afgana no podía destruirlos.

En los últimos dos años, alrededor de 400 kilómetros cuadrados de territorio han sido despejados de presencia del Estado Islámico en Nangarhar, el principal bastión del grupo, donde han pasado de estar presentes en 11 distritos a controlar "una pequeña zona".

El ataque se produjo después de que el gobierno de Afganistán afirmara esta misma semana que el número de insurgentes del EI en el país es inferior a 400 y que el año pasado abatió a unos 2500 miembros del grupo, lo que redujo su presencia a sólo dos de las 34 provincias afganas.

También la misión de la OTAN en Afganistán informó la semana pasada de que en los dos últimos años ha reducido a la mitad el número de miembros del grupo y en más de un 60 % el territorio controlado por el EI en el país.