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El consultor analizó, en exclusiva para la sección Ahora Brasil de iProfesional, los últimos datos positivos del mayor socio comercial de la Argentina
15/04/2017 - 00:17hs

En un análisis realizado para la sección Ahora Brasil de iProfesional, el consultor especializado Gustavo Segré afirmó que, debido al nivel de oferta de dólares en la plaza vecina, el billete verde no superará los 3,30 reales hacia el cierre de este año. 

“Observamos que la balanza comercial brasileña debe terminar el 2017 con un superávit de alrededor del 60.000 o 65.000 millones de dólares y esto, claramente, es más oferta para aquellos que deseen comprar moneda extranjera”, afirma el experto. 

Además, afirmó que existe otra variable clave: la tasa Selic, a pesar de estar bajando,  está siendo positiva en términos reales. 

Por eso, según Segré, “es muy redituable que un inversor del exterior traiga dólares, los cambie a reales, invierta en títulos que ajustan por la tasa de referencia y, de acá a un año, vuelva a comprar dólares y llevarse esas divisas al exterior”. 

De acuerdo con el CEO de la consultora Center Group, la rentabilidad es de un promedio del 5% al año en divisas. 

“Es una de las tasas de retorno más elevadas del mundo, por eso calculamos que la oferta de dólares va a continuar y esto va a generar que el tipo de cambio no tenga ningún sobresalto”, señala. 

En paralelo, Segré resaltó un dato no menor: por primera vez desde diciembre del 2014, la industria automotriz brasileña registró un alza en marzo en el volumen de ventas, en comparación con el mismo mes del año anterior. 

En concreto, en marzo fueron vendidos en el país vecino unos 189.100 vehículos, lo que implicó un incremento del 5,5%. 

En paralelo, la producción de vehículos en Brasil continúa mostrando signos de recuperación.

En marzo salieron de las líneas de montaje unas 234.700 unidades, lo que representa un aumento de más del 18% en comparación con el mismo mes del año pasado. En tanto que las exportaciones se dispararon un 70%.

“Es una muy buena noticia, porque un aumento de las ventas brasileñas puede traccionar la producción de la Argentina”, apunta.