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Dolores de cabeza, espalda o piernas, problemas visuales, tendinitis, "burning" y estrés son trastornos comunes a ambos géneros
26/04/2017 - 12:30hs

Las modernas formas de trabajo desencadenaron una nueva serie de enfermedades que hemos dado en llamar oficinopatías.

Dolores de cabeza, problemas visuales, dolores de espalda y de piernas, problemas en los brazos y manos, tendinitis, "burning" y estrés son trastornos comunes al hombre y a la mujer que realizan trabajos de oficina, pero existen algunas diferencias entre las causas que las originan y es importante tenerlas presente para prevenirlas.

El principal problema que afecta a la mujer que trabaja es la dificultad para encontrar el equilibrio entre el hogar y el trabajo, lo que las expone más al estrés.

Además, también deben ser mamás y, en muchos casos, amas de casa. Las tareas de la casa exponen a la mujer a los mismos riesgos que otros trabajos: movimientos forzados y repetitivos, posiciones inadecuadas, fatiga mental, sobrecarga psíquica.

Los siguientes son algunos "tips" para que la mujer que trabaja adopte medidas de prevención para no padecer estos problemas:

- No es posible pretender hacer todo, hay que saber delegar tanto en el trabajo como en la casa. Si vive sola, hay que fijar prioridades y organizarse para realizar lo imprescindible y programar el resto. Si vive con una pareja o comparte el departamento, debe quedar claro que si todos trabajan fuera de la casa, también todos trabajan en la casa, repartiéndose equitativamente las tareas.

- Tanto en tu casa como en el trabajo realiza pausas activas. Cada dos horas, conviene detener el trabajo 10 minutos, relajarse tanto física como psíquicamente. Realizar ejercicios de estiramiento, caminar, pensar en otra cosa.

- Demasiado contacto con la tecnología hay durante el trabajo. Al llegar a casa, utilizar lo menos posible la computadora y el celular, especialmente si es un teléfono inteligente, porque solo esfuerza la vista, se continúa efectuando movimientos repetitivos con las manos y el cerebro sigue recibiendo cargas estresantes.

- No trabajar más tiempo que el que corresponde. Si hay un horario, es porque se considera que es suficiente para realizar las tareas. Si no es así, debes replantear cómo utilizar el tiempo o modificar la forma en que se trabaja.

- Nunca llevar trabajo a casa. El tiempo que no estás en el trabajo es propio y para la familia. Esto vale tanto para los días de semana como para los días de descanso.

- Ocupate de tu salud. Olvídate de estas tres palabras: "No tengo tiempo". Concurrir periódicamente al control médico. Dedicar una hora al ejercicio. Hay muchas actividades físicas que se pueden realizar en familia: caminar, andar en bicicleta, etc.

- Alimentarse adecuadamente. No saltear comidas para realizar más actividades. Al final, una alimentación sana y equilibrada te dará energía para desarrollar todas tus labores, evitará el sobrepeso y te protegerá de otras enfermedades.

- Dormir bien. Si bien es cierto que las horas de sueño ideales se van ajustando con la edad, también es cierto que el lapso recomendable para mujeres adultas es entre 7 y 8 horas. Si te despertás cansada es porque tu sueño no fue reparador.

Más allá de estos consejos generales, también hay medidas especiales para las mujeres embarazadas que trabajan:

- Controlar el embarazo y prepararse para el parto. Si debés acudir al ginecólogo o al curso psicoprofiláctico, organizar el tiempo de tal manera que puedas realizar todo sin contratiempos ni retrasos.

- Descansar el tiempo que sea necesario. Es importante descansar el tiempo suficiente y evitar trasnochar.

- Usar ropa cómoda. A partir del quinto mes, evitar los tacos altos y ropa muy ajustada. Usar blusas anchas, zapatos de taco bajo y pantalones adecuados para estar cómoda y tranquila durante todo el día

- Comer bien, para evitar las náuseas y los mareos del embarazo. Ingerir en porciones pequeñas durante todo el día y evitar las comidas con mucha grasa. No beber bebidas alcohólicas y evitar los dulces.

- Trata que tu puesto de trabajo sea lo más confortable posible. Adecuar el puesto de trabajo a las condiciones mismas del embarazo: debe ser un sitio bien ventilado, con una silla cómoda, descansapiés, etc.

- Expresate. El embarazo no sólo es una etapa de cambios físicos, sino también emocionales. Expresa tus sentimientos de miedo, estrés, alegría, descontento etc. con tu jefe o una persona de mucha confianza.

- Evita grandes esfuerzos físicos. Los golpes y las caídas pueden afectar al bebe.

- No dejes de realizar todo lo que recomendamos anteriormente. El ejercicio adecuado, las pausas activas, la alimentación, y el control de las causas que generan estrés son siempre importantes para que, trabajando, mantengas un embarazo saludable.