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Los argentinos, más optimistas: creen que bajará la inflación y están más propensos a comprar bienes durables
20/04/2017 - 22:32hs

Los argentinos comienzan a dar muestras de optimismo en el rumbo económico del Gobierno y confían en que la situación del país podrá mejorar en el futuro.

No es un dato menor: los principales indicadores que registran las expectativas de la gente se venían situando en niveles muy bajos respecto de la asunción de Macri, cuando había fuertes esperanzas en el entonces nuevo gobierno.

Además, este incipiente optimismo contrasta con las últimas cifras del Indec y de consultoras privadas, que ofrecen un panorama desalentador en varios frentes.

Por ejemplo, según el Observatorio Social de la UCA, un tercio de los argentinos son pobres, dato que no se animó a desmentir el propio Mauricio Macri.

En otro orden, la consultora CCR viene de estimar un desplome del consumo del 4,7% para 2016, una cifra similar a la caída que sufrió la actividad industrial, de acuerdo con el Indec. 

El propio ente señaló que la economía retrocedió 2,3% el año pasado, mientras que el desempleo se incrementó 0,7% en ese mismo período.

Y las cifras oficiales de la inflación, uno de los principales temas a resolver por el Gobierno, mostraron un acumulado de 6,1% en el primer trimestre del año, lo que complica la meta del 17% fijada por el Banco Central.

Paradójicamente, en esta variable es en la que se registra el primer signo de repunte del optimismo entre los argentinos, según el informe mensual Expectativas de Inflación de la Universidad Torcuato di Tella (UTDT).

De acuerdo con el relevamiento, la inflación esperada para los próximos 12 meses se ubicó en un 20% en abril, el nivel más bajo de los últimos cuatro años.

De esta manera, las expectativas positivas que refleja este informe coinciden con las del titular del Banco Central, Federico Sturzenegger, quien cree que todavía es factible que el alza de precios de este año no supere el tope de 17%

Esto, a pesar, de que el índice de marzo -según el Indec- se situara en 2,4%, mientras que el de febrero lo había hecho en 2,1%, haciendo que el techo oficial se convierta en una especie de "misión imposible".

Y también a pesar de que el propio Sturzenegger haya subido las tasas de interés al ver que la inflación núcleo –es decir, la que no contempla las variaciones estacionales– “no estaba bajando” al ritmo que esperaba.

Por otro lado, las perspectivas inflacionarias -según el informe de la UTDT- retrocedieron: 3,9 puntos porcentuales en abril con respecto a marzo, ubicándose en 27,4%.

"Las expectativas de inflación caen en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires y se mantienen en el Interior del país con respecto a marzo", resumió Juan Cruces, director del Centro de Investigación en Finanzas de la UTDT.

Además, Cruces añadió que esta reducción se pudo comprobar "tanto para los sectores de ingresos altos como para los de ingresos bajos".

Pero el “buen clima” no se observa únicamente a la inflación, aunque sea el tema que más desvela tanto al Gobierno como a los consumidores.

Un estudio de Kantar TNS Gallup también señala que está mejorando la percepción sobre la situación general del país y las expectativas de consumo a largo plazo.

De hecho, su Índice General de Expectativas creció tres puntos, pasando de 81 en febrero a 84 en marzo.

Las mismas cifras se evidenciaron en cómo la gente percibe la situación actual, mientras que el pronóstico sobre la situación futura también creció levemente: el índice subió de 72 a 74 puntos entre febrero y marzo.

La mejora que se evidencia en los entrevistados por este informe va en sintonía con las declaraciones del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, quien a fines de febrero “decretó” la salida de la recesión.

También, con las últimas declaraciones del funcionario en las recientes reuniones con el Fondo Monetario Internacional, en las que sentenció: “Nuestra estrategia fue normalizar la economía y poco a poco lo fuimos logrando”.

Pero el Gobierno no debería alegrarse rápidamente con las cifras reportadas por Kantar TNS Gallup.

La consultora advirtió que este movimiento positivo registrado en su informe hay que interpretarlo más como una recuperación tras las correcciones que decidió realizar el Gobierno para subsanar errores. 

A modo de ejemplo, la gente mostró una mayor propensión a adquirir bienes durables, lo que a primera vista podría leerse como un signo de confianza en la economía a largo plazo.

Este indicador registró una pequeña suba: 4%, al pasar de los 92 puntos de febrero a los 96 de marzo.

Sin embargo, no es un dato menor que esta recuperación tuvo lugar luego del fallido programa Precios Transparentes implementado por el Gobierno, que provocó confusión y temor entre los consumidores a la hora de comprar artículos del hogar y electrónica. 

La propia Secretaría de Comercio asumió la “culpa” por los efectos de esta norma con la prórroga de los planes Ahora 12 y Ahora 18, además de la inclusión de modalidades de 3 y 6 cuotas sin interés para la compra financiada de los rubros indumentaria y calzado.                                                                                                                             

En febrero, cuando entró en vigencia el programa, el indicador de Kantar TNS Gallup se había desplomado 20%, al bajar de 112 puntos a 92, mostrando claramente cómo incidió la medida en el ánimo de los consumidores.

Para abril y mayo, el Gobierno espera que la demanda mejore, basándose en los ajustes salariales que están recibiendo empleados.

En el macrismo se ilusionan y hablan de un cambio de humor. Pero el economista Miguel Angel Broda aseguró que hay que ser un poco más cautos, al considerar que todavía "la reactivación es muy escasa, lo que está poniendo en riesgo los objetivos a largo plazo”.