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Las diferencias surgieron durante la primera reunión del consejo directivo después del paro del 6 de abril                        
21/04/2017 - 12:42hs

En la CGT afloraron viejas disputas durante la primera reunión del consejo directivo después del paro del 6 de abril. Hubo reproches y escaló la tensión, que casi se traduce en golpes de puño. Corrió el rumor de que el moyanismo podía escindirse pero la versión se evaporó rápido.

El secretario de prensa de la UTA Mario Calegari y el diputado nacional (FR) Facundo Moyano, dos de los protagonistas de la pelea (junto a Héctor Daer, también diputado por el Frente Renovador) confirmaron este viernes la existencia de "disidencias" dentro de la CGT pero, ante las versiones sobre un posible resquebrajamiento, negaron la posibilidad de una "ruptura" de la central obrera.

Entre los pases de factura prevaleció el posicionamiento con respecto al Gobierno. Están, por un lado, quienes se inclinan a negociar con la Casa Rosada y, por otro, aquellos que se muestran más duros, presionados por las bases. Entre algunos temas que fueron fuente del conflicto se contaron el debate en torno a la “democracia sindical” y a cómo se negoció la Ley de ART y Ganancias.   

"Las cosas se discuten dentro del recinto de la CGT donde se puede coincidir y se puede disentir. En la disidencia a veces se arman discusiones que por supuesto son normales, pero no creo que estemos cerca de una división", manifestó Calegari.

Respecto a su relación con el diputado nacional Facundo Moyano, el dirigente del gremio de los colectiveros aseguró que mantiene "puntos de vista distintos, si quiere hacer televisión que vaya a los medios televisivos".

"Si Facundo quiere estar dentro de la línea de lo que es la televisión me parece muy bien pero en la CGT se hace sindicalismo. A mi también me gusta (Susana Giménez), pero yo hago sindicalismo", agregó.

El Consejo Directivo de la CGT se reunió ayer en la sede de la calle Azopardo para tratar, entre otras cosas, el acto del 1° de mayo pero según trascendió se produjeron fuertes discusiones entre algunos participantes que incluyeron cuestiones personales.

En tal sentido, el diputado Moyano aseguró que la central obrera y su conducción debe estar por encima de cualquier discusión o disputa interna personal y que lo que él plantea son posturas respecto a lo que denominó democracia sindical.

"Es una discusión que di y que sigo dando y la practiqué en mi organización sindical. Eso es algo que genera enojo en muchos dirigentes. Hay muchos gremios que practican la democracia sindical pero solo se ven los que no la practican", expresó Moyano.

"Si hay una discusión fuerte es natural que trascienda, pero no tiene importancia lo que haga yo en lo personal porque no lesiona ni daña a los trabajadores, lo que hay que discutir son las posturas", agregó.

Moyano coincidió con Calegari en cuanto a negar la posibilidad de que los enfrentamientos entre dirigentes de la central obrera pudieran profundizar las diferencias provocando su ruptura.

"Esto es una cuestión que tendrá que seguir debatiendo la CGT, lo haremos parándonos como corresponde por encima de las cuestiones personales. Naturalmente surgen divisiones porque hay una complejidad profunda para conducir", expresó.

"Es una conducción diversa con dirigentes con muchas diferencias políticas, gremiales, y que han tenido diferentes actitudes ante los diferentes gobiernos", añadió.

La Pelea“La pelea fue fuerte”, afirmaron a iProfesional.  “Fue feo, casi se van a la manos”, añadió la misma fuente.

La interna explotó en plena reunión de consejo, en el cuarto piso de Azopardo 802, cuando Facundo Moyano tomó la palabra y ensayó una suerte de disculpa tras haber criticado públicamente a la cúpula de la CGT por haber dilatado el llamado al paro. Acto seguido, se preguntó: "¿Qué pasó entre diciembre de 2016, cuando algunos de esta CGT brindaron con Macri en Olivos, a marzo de este año para hacer un paro?", planteó.

"A mí este pendejo no me va a decir qué hacer", se levantó indignado Mario Calegari, representante de los colectiveros de la UTA. Pero fue Daer el que salió al cruce de inmediato. Acusó al hijo de Moyano de romper el modelo sindical y de avanzar sobre atributos de otros gremios. Hasta lo criticó por sus fotos con la diva Susana Giménez, como publicó La Nación.

Facundo se levantó de su silla con vehemencia y le enrostró a Daer el alineamiento que tuvieron "los Gordos" en el último tiempo. Furioso, Daer se jactó de la cantidad de afiliados de su gremio (unos 250.000) para demostrar y peso gremial.

Intervino el maquinista Omar Maturano, que irrumpió con un grito: "Podés tener esos afiliados, pero los que paramos el país fuimos los gremios del transporte". Se levantó y se fue.

Como si fuera poco, el camionero Pablo Moyano –el otro hijo de Hugo- puso sobre la mesa otra disputa que está latente: su pulseada con el metalúrgico Francisco Gutiérrez por la normalización de las seccionales cegetistas del interior. La puja entre Moyano y Gutiérrez tiene sus años y siempre florece.

No obstante, desde la CGT insistieron que no habrá ruptura.

No hay ruptura. No es momento. Hay muchas diferencias y el triunvirato no sirve. Pero este no es el momento. Este año no puede pasar. No le podemos dar esa foto al Gobierno”, indicaron.

Por lo pronto, el moyanista Juan Carlos Schmid, otro de los triunviros que conduce la CGT, fue de los más preocupados por poner paños fríos al enfrentamiento en pos de privilegiar la unidad de la central obrera.