"Compañeros, estamos afuera de casa de Alicia en la cuadra siguiente a casa de Gobierno. Está adentro Cristina con Alicia. Vengan! Venga el que pueda! Los necesitamos! Están llegando los docentes, nos estamos juntando, por favor que los padres también nos acompañen".

Así arrancaba el mensaje que, durante la noche del viernes, comenzó a circular en una cadena de Whatsapp y que generó que un nutrido grupo de personas se reuniera frente a residencia de la gobernadora. 

Luego, sobrevino el caos: los manifestantes cercaron el edificio, encendieron fogatas y forzaron un portón, lo que desencadenó el aacionar de la policía, que utilizó desde gases lacrimógenos hasta balas de goma. 

Alicia Kirchner tenía previsto realizar este sábado un acto peronista junto a la ex presidente en Piedra Buena, a 300 kilómetros de la capital provincial.

Se especulaba que en ese marco, la ex mandataria dejaría definiciones sobre su rumbo político de cara a las elecciones legislativas de este año. Sin embargo, en este contexto de tensión, todo se estaría replanteando.

El estallido en esa provincia, que la tuvo como protagonista, se da en un mal momento: Cristina Kirchner está en plena cuenta regresiva para definir su estrategia de cara a las PASO. 

Sucede que el 14 de junio es el último día para inscribir alianzas electorales; en tanto que el 24 de ese mismo mes es el "deadline" para inscribir candidatos.

Por ahora, el armado de la estrategia por parte de la ex presidenta se maneja con mucho recelo. Pese al hermetismo, sí trascendió que hace pocos días se reunió en el Instituto Patria con el gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, con quien se enfrentó durante los ocho años que duró su Gobierno. 

El mandatario puntano tiene sus propios intereses: busca ayuda para frenar a Claudio Poggi, que fue su ahijado político y llegó a ser gobernador en el período 2011-2015 pero que ahora se unió al macrismo y lo desafía electoralmente.

Sin embargo, la ex mandataria tiene varios rivales en esta interna. 

El diputado nacional Diego Bossio, aseguró que "Cristina es parte de un pasado cuya discusión busca instalar el presidente Mauricio Macri como parte de su estrategia de confrontación".

En tanto, el presidente del bloque FpV-PJ, Miguel Ángel Pichetto, continúa apostando a la "renovación del peronismo" de cara a las elecciones en la provincia de Buenos Aires.

Cuando se lo consultó sobre una posible candidatura de la ex presidente, afirmó: "Hace mucho que no hablo con ella. Para este peronismo que necesita reconstruirse hacen falta cuadros políticos y técnicos para ser una alternativa. Creo conveniente un proceso de renovación generacional".

En ese sentido, insistió en su rechazo a un eventual lanzamiento de la ex mandataria: "Mi generación ya perdió la oportunidad", sentenció.