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Los hijos del director del Belgrano Day School, Bernardo Green, cuyo padre fue el fundador, acampan en la puerta por un reclamo multimillonario
22/04/2017 - 13:36hs

La situación es, al menos, insólita, tanto por sus protagonistas como por el intrincado argumento motivo. Seis hijos y sobrinos del ex director del Belgrano Day School, uno de los colegios bilingües más prestigiosos y "high class" de la Ciudad, acampan desde hace cuatro días en la entrada de la Institución, pero no por cuestiones académicas.

Reclaman una millonaria herencia familiar -sería de 150 millones de dólares- por la que están en litigio hace más de una década contra la actual administradora del establecimiento y ex mujer de su padre, Matilde Villanueva. E iniciaron en una curiosa huelga de hambre aristocrática.

"Vivo en Inglaterra, tengo un hijo autista, con trastorno de Déficit de Atención (ADD); yo tengo una enfermedad que se llama Fibromialgia -dolor crónico del cuerpo- y Artritis, así que paseo perros y apenas me puedo mover. Por eso necesito que me ayuden y que se haga justicia por lo que nos pertenece", reclamó Lucy Green, una de las hijas de Bernardo Ernesto Green (ex director e hijo del fundador de la escuela), sentada desde un escalón de la entrada, con bastón en mano y una computadora Mac.

El martes pasado acamparon dentro de la escuela y el miércoles explicaron que estuvieron bajo la lluvia y el colegio no les permitió ingresar. Los carteles que adornan la entrada del Belgrano School Day reclaman: "14 años sin nada, somo herederos legítimos de Bernardo Green", "Matilde, nuestro abuelo fundó el colegio y no vimos un centavo en 14 años".

Beatríz Green, otra hermana que reside en la localidad de Michigan, Estados Unidos también viajó a Buenos Aires para reforzar el reclamo de la herencia familiar. Contó que todos los hermanos tenían una muy buena relación con su padre pero el vínculo con su esposa -en terceras nupcias y secretaria del Belgrano Day School en 1982, cuando contrajo matrimonio, Matilde Villanueva-, nunca fue bueno.

La guerra judicial lleva 14 años y el botín es una herencia que incluye la institución escolar en el barrio de Belgrano R, varios departamentos y campos, entre los que se encuentra el campo de deportes de la escuela en Maschwitz.

"Los abogados de Villanueva no nos dejan realizar una auditoria para evaluar el total de las propiedades, pero calculo que hablamos de 150 millones de pesos aproximadamente", dijo el abogado de los Green y amigo de la familia, Lucas Hernández.

Según Hernández, todo se demoró porque la ex esposa de Bernardo Green apeló aduciendo que había perdido los libros de acciones, donde figuran los nombres de los accionistas de las propiedades de Green, y que lo tenía en su poder el abogado de la familia durante muchos años, Juan Miguel Richards. Este presentó a la Justicia desde 2003 y acreditó la prueba de que lo tenía la mujer.

"A partir de ahí, se probó ante la justicia y la cámara dictó un fallo firme que dice que ellos son accionistas de la mayor parte de la herencia, pero Richards y Villanueva siguen apelando con medidas cautelares y juicios que se fueron cayendo para retardar todo", informó el abogado.

Los abogados Gonzalo Esses y Santiago Mollard que llevan la causa por parte de Villanueva, informaron que Richards había realizado negocios con los hermanos Juan Hugo y Bernardo Green (ex directores) y, tras defraudarlos, se quedó con el colegio y otras propiedades.

Mientras se da el reclamo judicial por parte de los Green, Juan Hugo y Bernardo fallecen y Villanueva sigue en pie para recuperar el colegio, acreditado en el expediente "Restitución contra Richards 123673/95", radicada en el juzgado número 13, según Bigbangnews.

La familia de los seis hermanos se presentaron ante la justicia para pedir por una obra social para todos los herederos y dinero para Lucy, de forma urgente, ya que no se puede mantener por estar enferma y con un hijo con dificultades. La mayoría de los Green no trabaja porque están enfermos debido a este litigio judicial, según contó su abogado Hernández. La jueza dio a lugar el pedido humanitario de Lucy, pero Matilde Villanueva apeló a la Cámara, lo que provocó que el pedido de ayuda quede en suspenso.

Sin embargo, los abogados Esses y Mollard aclararon que Matilde pidió que se le pague a las instituciones en las que Lucy acredita deudas vía transferencia bancaria y que la damnificada debe presentar los estudios que acrediten enfermedad.

"Miguel Green perdió la capacidad de hablar fluidamente, vive en Buenos Aires; Alfredo, otro hermano, se encuentra en estado de pobreza, pesa 45 kilos, tiene 68 años y no le alcanza la jubilación mínima, Beatriz es la única que trabaja en logística e importación en una compañía alemana desde hace 10 años y Liliana hace lo que puede, sin contar con los dos hermanos que se murieron de cáncer y quedaron los hijos", detalló el letrado .

Todos los hermanos litigantes, si bien nacieron en Argentina y la mayoria se educó en esa escuela de Belgrano, viven en Inglaterra, Alemania, Estados Unidos y en Buenos Aires.

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