La gobernadora hizo declaraciones por la radio ultra K (Radio 10), micrófono que le abrió el socio Cristóbal López para que cuente su versión.

Tal como era previsible, la mandataria atacó a los medios, a la oposición, a los sindicatos y se exculpó de cualquier responsabilidad, aún la política. La situación sigue tensa aunque la manifestación frente a la residencia oficial cedió y en este momento comenzaron a manifestarse los gremios.

Después de pasar una noche complicada en la residencia oficial, la gobernadora Alicia Kirchner, lejos de dar un comunicado oficial o llamar a una conferencia de prensa, se comunicó con Radio 10, del empresario Cristóbal López.

Recalcó que está acosada, que existe un ánimo destitutivo y que no puede pagar sueldos en tiempo y forma porque el petróleo está en baja, el gobierno nacional no la asiste y nadie la ayuda a sostener a Santa Cruz por cuanto hay una campaña para sacar al kirchnerismo del poder.

"Estoy preocupada de que en mi provincia pasen estas cosas", dijo Alicia Kirchner, haciendo una elipsis sobre el germen de este problema: la falta de pago de haberes.

Al 22 de abril aún no se pagaron los sueldos de marzo y deben aumentos acordados en paritarias del 2016 y algunos ítems de las remuneraciones de febrero.

"Fueron mas o menos 200 personas. En algún momento alguien habló de represión. Éramos 5 mujeres solas con un bebé de 8 meses dentro de la residencia”, dijo, acotando todo a la mirada política que tiene la gobernadora, generalmente con grupos que quieren complicarle la existencia. 

Puntualizó que la reacción policial no fue una represión, sino un acto de defensa. A raíz de ello la mandataria señaló que "jamás voy a defender la represión pero lo que han hecho fue un ataque porque querían entrar a la vivienda".

“Querer entrar a tu casa me parece una barbaridad", enfatizó y remarcó: "Quieren mi cabeza para la campaña electoral nacional".

En diálogo con radio Diez, consideró que "hay una intencionalidad de decir todo lo que ha sido el proyecto nacional que primero condujo Néstor (Kirchner) y después Cristina (Fernández) ha sido malo" y que se trata de "la intencionalidad de poner el foco en esa realidad".

Luego cargó contra la oposición argumentando que "la oposición obstructiva y destructiva" quiere su cabeza.

Apuntó a los medios y los sindicatos a la vez que pasó un aviso a Macri: "La provincia tiene recursos, vamos a salir pero necesito el apoyo de Nación", remarcó, no sin dejar de recalcar que "quieren su cabeza" para la campaña electoral.

Los sindicatos dieron una conferencia de prensa esta mañana, en la cual tomaron posición respecto de la represión sufrida, descartaron que se tratara de una acción destitutiva como dice al gobernadora y recalcaron que el punto fundamental del conflicto es el incumplimiento del Gobierno en materia salarial, la falta de diálogo y la sordera oficial al momento de dar respuestas concretas a los gravísimos problemas que aquejan a Santa Cruz. 

Determinaron un paro general por parte de CTA-A para el día lunes. ADOSAC, por su parte, a través del Secretario General Pedro Cormack, exigió que la CETERA convoque a un paro nacional por lo sucedido anoche en Río Gallegos.

Máxima tensiónLa marcha de trabajadores públicos de Santa Cruz que reclamaban el pago de los sueldos de marzo frente a la gobernación finalizó con al menos tres personas heridas.

Alertados sobre el ingreso a la residencia oficial de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, muchas personas se fueron acercando al lugar con pancartas alusivas para manifestar su descontento con la gestión actual.

"Compañeros, estamos afuera de casa de Alicia en la cuadra siguiente a casa de Gobierno. Está adentro Cristina con Alicia. ¡Vengan! ¡Venga el que pueda! ¡Los necesitamos! Están llegando los docentes, nos estamos juntando, por favor que los padres también nos acompañen. Queremos solo dialogar con Alicia y ser escuchados, difundan, decía el mensaje que se viralizó a través de celulares y redes sociales para convocar a la gente.

Minutos antes de la medianoche, un grupo de manifestantes quiso ingresar a la residencia oficial donde se encontraban resguardadas Alicia y Cristina Kirchner, lo que derivó en el inmediato accionar de los efectivos policiales que se encontraban en el lugar.

De manera violenta, lanzando un gran número de gases lacrimógenos y disparando balas de goma en dirección a la multitud, los agentes de seguridad intentaron disipar la convocatoria e hirieron al menos a tres personas, entre ellas un reportero gráfico que trabajaba en el lugar.

Algunos de los movilizados respondieron a las agresiones arrojando piedras, mientras la mayoría huyó en busca de un lugar seguro donde permanecer alejados de cualquier peligro.

Los cruces continuaron a lo largo de la madrugada e imposibilitaron la salida de Cristina Fernández de Kirchner, a quien intentaron evacuar del lugar durante uno de los momentos más tensos del enfrentamiento, aprovechando la poca visibilidad generada por los gases arrojados por la policía.

Sin embargo, sólo pudieron llevarla, junto a su cuñada, a un edificio perteneciente a la gobernación que se encuentra frente a la residencia oficial.