El ex primer ministro conservador, Francois Fillon, reconoció este domingo su derrota en la primera vuelta de las presidenciales francesas, con un 19% de los votos, según encuestas.

Pese a mostrarse visiblemente golpeado, llamó a votar por su rival, el liberal independiente Emmanuel Macron, para frenar una potencial victoria de la extrema derecha, representada por Marine Le Pen y su Frente Nacional, en el balotaje del próximo 7 de mayo.

De manera similar, el socialista Benoit Hamon, con menos del 7% de los votos, pidió a sus votantes "vencer como sea posible al Frente Nacional".

"Debemos decidir qué es preferible para nuestro país. Cuesta elegir, pero nunca promoví la abstención. El Frente Nacional de (Marine) Le Pen, con su programa económico y social, llevaría a nuestro país a la quiebra...y sería catastrófico para la Unión Europea y el euro. Llamo a votar por Macron", explicó Fillon, que este domingo representó el poder tradicional de los conservadores en Francia, Los Republicanos.

"El futuro de Francia está en sus manos", agregó el candidato en un discurso ante sus simpatizantes.

Consciente de que su tercer-cuarto lugar, empatado con el izquierdista Jean-Luc Mélenchon, con un 19% de los votos, podría ahondar aún más la crisis actual que divide al establishment conservador, Fillon intentó asumir la culpa.

"Asumo que la derrota es mi responsabilidad y soy el único que debe afrontarla", sentenció el dirigente.

Fillon había comenzado la campaña presidencial como el favorito indiscutido en las encuestas.

Sin embargo, las sucesivas denuncias de corrupción mediáticas y, finalmente, la imputación judicial por la sospecha de enriquecimiento ilícito terminaron de sepultar su popularidad y la cohesión de los conservadores, una fuerza en constante crisis desde que el ex presidente Nicolas Sarkozy perdió su reelección en 2012 a mano de los socialistas.

La izquierda se vuelca hacia el centro

Ubicado en un muy alejado quinto lugar, con menos del 7% de los votos, Benoit Hamon, el candidato socialista que dividió las aguas en el oficialismo francés, fue el primero en reconocer este domingo su derrota.

"Hago un llamamiento para vencer con tanta fuerza como sea posible al Frente Nacional para luchar contra la extrema derecha votando por Emmanuel Macron, incluso si no pertenece a la izquierda y no pretende representar el futuro", dijo el candidato.

"Distingo entre un adversario político y una enemiga de la República. El momento es serio", sentenció Hamon.

El joven socialista, además, le habló a sus militantes: "La izquierda no ha muerto, sé que no esperan una recomposición del aparato ni arreglos en la vieja política. Pero se espera un renacimiento. Esta noche es dolorosa, pero mañana será fructífera. No se los prometo, se los pido".

Hamon, quien reconoció que la ciudadanía le infringió "una sanción histórica" al socialismo, es el gran derrotado de la jornada, al no haber obtenido más de un 6% o 7% de los votos, según las primeras estimaciones hechas sobre voto real, tras el cierre de los colegios electorales.

Melénchon: entre la prudencia y la resignación

El candidato presidencial “antisistema” de Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, admitió que los primeros resultados conocidos tras el cierre de las urnas no son “los que esperaba” y reconoció el pase a segunda vuelta de Emmanuel Macron y Marine Le Pen, aunque sin revelar por quién votará.

Mélenchon ya se había pronunciado en Facebook para apelar a la “prudencia” y, en sus primeras declaraciones públicas, reiteró que no existen datos definitivos. “Cuando se conozcan los resultados, los respetaremos”, dijo.

No obstante, el dirigente izquierdista lamentó que pasen a segunda vuelta dos candidatos que “aprueban y quieren prolongar las instituciones actuales”, sin dar todavía consigna alguna a sus votantes, como sí han hecho el conservador Fillon y el socialista Hamon.