La gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner, apostará a tomar deuda para solucionar la grave situación social de la provincia, donde sube la tensión de las protestas de los empleados estatales que reclaman por sueldos atrasados.

Kirchner planea emitir un bono de u$s350 millones y solicitar un préstamo al Banco Nación, de entre 300 y 900 millones de pesos, que deberá ser aprobado por el gobierno nacional.

La medida surge tras la protesta de la noche del viernes frente a la residencia oficial del gobierno santacruceño, donde estaban la gobernadora y la expresidenta Cristina Kirchner.

Los reclamos terminaron con destrozos en los jardines de la residencia y cinco heridos de bala de goma. En el medio, funcionarios del Ministerio del Interior y autoridades santacruceñas se comunicaron constantemente para evaluar una solución.

De hecho, la gobernadora mantuvo contacto telefónico con el ministro Rogelio Frigerio, cuyos colaboradores estarían avanzando para que el Banco Nación pueda prestar fondos la provincia.

Gobernada desde 1991 por el kirchnerismo, Santa Cruz tiene cerca de 86.000 empleados, entre provinciales y municipales.

Pero no sólo no cobraron la totalidad de sus haberes de marzo, sino que además la oferta por paritarias rondó el 3%.

Además, la cuñada de Cristina indicó que la provincia posee un déficit cercano a los $7.000 millones.

Al cóctel hay que sumarle que los estatales agremiados en la CTA Autónoma pararán en repudio por la represión del viernes, cuando los manifestantes se enfrentaron a la policía santacruceña.

Los sindicatos acusan a la gobernadora de "no dialogar ni resolver los problemas de la gente", por lo que otros gremios estatales se sumarán a las protestas y asambleas.