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El presidente de EE.UU. prometió presentar su misterioso plan de reforma impositiva. Hay gran escepticismo por los grandes desafíos que implica
26/04/2017 - 11:45hs

Donald Trump presenta hoy su reforma fiscal, que quiere que sea uno de los puntos fuertes del inicio de su mandato, y que incluye ideas como simplificar las declaraciones o reducir impuestos sin desalentar el crecimiento.

Aseguró la semana pasada que su proyecto de reforma ofrecería "quizás la mayor reducción de impuestos jamás vista". Pero ir más allá de las meras reducciones de impuestos y reformar el conjunto del código fiscal, algo que no se hace desde 1986, promete ser una tarea compleja. 

En lo que se refiere a los impuestos sobre la renta, que son de lejos la principal fuente del presupuesto federal, el plan fiscal busca "reducir los impuestos para la clase media", afirmó en varias ocasiones el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.

Una idea de campaña era que se redujera la tasa impositiva máxima a la renta, del 39,6%, pero Mnuchin sólo prometió que las eventuales reducciones de impuestos para los más ricos se compensarían con la eliminación de las deducciones.

Entre estas rebajas también debería aparecer un crédito de impuestos promocionado por la hija del presidente, Ivanka, sobre los gastos para el cuidado de niños.

Para compensar la inevitable pérdida de ingresos por el Estado tras estas reducciones de impuestos, la administración Trump examina de cerca las deducciones fiscales que podría eliminar a cambio, un proceso muy delicado.

También estaría incluida una deducción de los impuestos locales actualmente en vigor. Con la reforma también se quiere llevar a cabo una gran simplificación, reduciendo las franjas impositivas sobre la renta de siete a tres (12%, 25%, 33%).

Steven Mnuchin resumió este objetivo de simplificación asegurando que el contribuyente medio debería ser capaz de "rellenar su declaración fiscal en una amplia tarjeta postal".

Para las empresas, Trump quiere reducir el impuesto de sociedades al 15% desde el actual 35%, lo cual parece optimista. Los congresistas republicanos, preocupados por no inflar la deuda y los déficits, prefieren una tasa del 20%. Se considera que una quita de un punto porcentual del impuesto empresarial equivale a una reducción de u$s100.000 millones en ingresos del Estado en 10 años.

A la vez Trump asegura que al bajar la tasa impositiva de las empresas creará empleos y atraerá nuevamente a empresas a EE.UU.. "Queremos hacer que vuelvan billones de dólares a territorio de EE.UU.", afirmó Mnuchin dirigiéndose a multinacionales que establecieron su sede en el extranjero para beneficiarse de unas condiciones fiscales más ventajosas, o que evitan a través de filiales y de procedimientos contables repatriar sus beneficios al país. A esos grupos incluso podrían ofrecerles la ventaja de pagar unos impuestos de sólo 10% de los beneficios que aportarían al territorio.