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Por el fuerte rojo del año pasado, la distribuidora de energía eléctrica se quedó sin reservas y con menos de la mitad de su patrimonio
26/04/2017 - 12:55hs

Edenor postergó para mitad de año un eventual plan para evitar una posible disolución luego de que su último balance correspondiente a 2016 arrojó pérdidas por $1188 millones que le insumieron el 100% de las reservas y más del 50% de su capital en comparación con los $779 millones que perdió en 2015.

Este escenario dejó a la distribuidora del grupo Pampa Energía al borde de su disolución y de una eventual pérdida de la concesión, ya que quedó comprendida en la obligación de reducir su capital, situación prevista por el artículo 206 de la Ley de Sociedades.

Si bien debía definir cómo resolver el problema, una asamblea ordinaria de accionistas que se llevó a cabo el 18 de abril determinó postergar cualquier medida sobre su situación patrimonial hasta conocer los resultados trimestrales de los ejercicios que finalizaron el 31 de marzo y el que finalizará el 30 de junio.

Según un comunicado enviado por la distribuidora a la Bolsa de Comercio, se esperará conocer los efectos que sobre sus resultados tendrán los nuevos cuadros tarifarios adoptados por el Gobierno mediante la Resolución 63/2017 del Ente Nacional Regulador de la Energía (ENRE) para el quinquenio comprendido entre el 1º de febrero pasado y el 31 de enero de 2022.

De acuerdo a lo que consta en el acta de la asamblea, los accionistas de Edenor estiman que esta recomposición de tarifas "podría motivar que en el corto plazo la sociedad mejore su situación patrimonial y deje de estar comprendida en el causal de reducción obligatoria de capital".

Sin embargo, otros accionistas entendieron que la futura situación patrimonial dependerá, en gran medida, de la evolución del tipo de cambio, el cobro de deudas devengadas y el nivel de pérdidas de energía, respecto de las cuales se llevarán a cabo "fuertes acciones de recupero".

En el acta, Ricardo Torres, presidente de Edenor, advirtió que el impacto del diferimiento de parte del incremento tarifario, que será pagadero en cuotas a partir de febrero de 2018, "resulta parcialmente incierto".

Tras las reflexiones de Torres, otros accionistas mocionaron por no adoptar ninguna medida de reducción del capital y que se instruya al directorio para que, de continuar con el mismo escenario, se convoque a una asamblea extraordinaria para definir la estrategia.

Hasta ahora, la compañía viene mostrando balances negativos a pesar de los cambios tarifarios impuestos por el Gobierno y que permitieron a las distribuidoras del sector sortear el cepo tarifario que había impuesto el kirchnerismo durante 12 años. Y la posible reducción de capital tampoco es una situación novedosa para Edenor.

Ya en marzo del año pasado estuvo al borde de la disolución también producto de pérdidas mayores a las de su capital social. En ese momento, una decisión del Gobierno le permitió algunos asientos contables de su último balance y evitar caer en una situación de patrimonio neto negativo, con lo que tendría que haber iniciado el proceso de liquidación de la empresa, según establece la ley de sociedades.

Pero actualmente, ya no existen deudas que Edenor pueda reclamar al Estado y por eso desde el Gobierno no se pensó en poder volver ofrecer ayuda financiera para evitar este problema, señala El Cronista.