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La empresa californiana ofrece desde hace diez años un servicio de streaming en video, y ahora sumó un abono de televisión en vivo
26/04/2017 - 14:06hs

Hulu, la compañía de streaming de video que tiene diez años de existencia, fue conocida como un lugar para ponerse al día con los shows de las cadenas televisivas después de su transmisión original.

Pero hace unas semanas lanzó un paquete de suscripción de TV en vivo: por menos de u$s40 al mes, los espectadores podrán acceder tanto a la gran biblioteca de contenidos de Hulu como a transmisiones por streaming en tiempo real de más de 50 cadenas de aire y cable, incluyendo CBS, ESPN y FX.

El servicio incluirá también productos similares al DVR (la tecnología que permite grabar, pausar y rebobinar en vivo) que funcionará en celulares, tabletas y TV.

El objetivo es ofrecer, por menos de la mitad del precio del cable, lo mejor de la televisión en vivo con la funcionalidad a demanda de una plataforma de streaming, junto con recursos que ninguna de las dos alternativas ha ofrecido antes.

Hulu, cuyo servicio de streaming de TV, películas y originales tiene 12 millones de suscriptores en los Estados Unidos, ante los los 54 millones de abonados con que cuenta Netflix, se está lanzando a la nueva frontera más entusiasmante y abrumadora en el negocio multimillonario del entretenimiento: el esfuerzo por salvar a la TV por cable antes de que se hunda bajo su propio peso.

En la actualidad, un 20% de los hogares en los Estados Unidos no tiene cable y los "skinny bundles" (los llamados paquetes básicos que están ofreciendo los cables, sin incluir las señales más populares) intentan ofrecer una alternativa a la gente que renunció al cable ("los cortadores de cable") o los que lo evitaron por completo ("los que nunca tuvieron cable").

El nuevo servicio DirecTV Now de AT&T, que se lanzó en noviembre pasado, consiguió 200.000 suscriptores en el primer mes y los críticos aplaudieron a PlayStation Vue de Sony por permitir a los usuarios usar el servicio de streaming en más de un dispositivo al mismo tiempo.

Pero esta categoría naciente está padeciendo crecientes problemas. Cada servicio ofrece más o menos las mismas cadenas de aire y cable, lo que a los consumidores les hace difícil distinguir entre ellos.

Sling TV, el servicio más establecido con un millón de suscriptores, y DirecTV Now tuvieron dificultades para transmitir su contenido por streaming sin interrupciones embarazosas. Se prevé que YouTube, el mayor servicio de video, lanzará su propio paquete este año.

Lo que está sucediendo en el negocio de la televisión es emblemático del modo en que Internet transforma los distintos sectores. La TV por cable, al igual que los diarios, operaba en un tiempo como una serie de monopolios locales.

Pero ahora cada proveedor de contenido -establecido o novato- tiene que competir con todos los demás, sin ventajas geográficas o de otro tipo. Al tomar forma esta competencia, los ganadores serán determinados no tanto por los canales que ofrezcan como por los recursos que agreguen.

"Si el contenido mismo no es el diferenciador -dijo el CEO de Hulu, Mike Hopkins-, entonces hay que pensar en otras cosas para competir."

Por tanto Hulu está de vuelta en el punto en que comenzó hace diez años: su futuro y el de sus socios de entretenimiento tradicionales depende de que logren imaginar una nueva experiencia del usuario y crear una audaz plantilla nueva para el modo en que consumimos TV.

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