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El gobierno de Donald Trump presentó un plan para rebajar un 20% las cargas corporativas y hacer recortes impositivos a personas físicas 
27/04/2017 - 14:16hs

La administración del presidente Trump propuso "la mayor reforma fiscal" de la historia de Estados Unidos, que incluye la baja del gravamen sobre las ganancias de las empresas de un 35 a un 15% y recortes de impuestos para los ciudadanos, una medida que fue una promesa de campaña pero que deberá pasar por el Congreso.

El anuncio fue realizado en la Casa Blanca por el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, junto al director del Consejo Económico Nacional, Gary Cohn. Al evaluar que "se trata de uno de los mayores recortes de impuestos de la historia", Mnuchin remarcó que con estas medidas se puede alcanzar "una tasa de crecimiento económico anual del 3% o superior".

La propuesta incluye un impuesto único a la repatriación de beneficios de las grandes empresas en el extranjero, a una "tasa muy competitiva", que el secretario del Tesoro eludió cifrar. "Esperamos que billones de dólares en el extranjero regresen y sean reinvertidos aquí en Estados Unidos por bienes de capital y creación de empleo", precisó.

El plan sólo tiene una página de extensión y esboza "principios básicos" que deberán ser detallados más adelante.

Actualmente, sumando los impuestos locales y estatales, las empresas en Estados Unidos tienen una carga cercana al 40%. Con el recorte, quedarían tras Francia o Japón, y millones de empresas verían aumentar de golpe su rentabilidad.

La aceptación de esta medida es tan evidente que uno de sus principales problemas, como destacaron expertos, es que se intente utilizar también para derivar por esa vía las declaraciones de ingresos personales, mucho más onerosas. Pero viene acompañada de una batería de propuestas que dan un giro a la actual trama impositiva.

Como la eliminación del impuesto a las sucesiones, la reducción de 7 a 3 (10%, 25% y 35%) tramos para realizar las declaraciones fiscales, y la duplicación de las deducciones.

Según estimaciones, el costo de la iniciativa a las arcas públicas puede superar los u$s2 billones en 10 años.

Mnuchin insistió en que el plan no implicaría más deuda federal, al no incluir recortes para equilibrar esta reducción en la recaudación vía ingresos, puesto que "se pagaría por sí solo gracias" al impulso económico generado.

Es probable que la implementación de la reforma fiscal tome varios meses. Aunque las dos cámaras del Congreso y la Casa Blanca están lideradas por los republicanos, los intereses en algunos campos difieren.