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La oferta no convenció a la firma anglo-holandesa. La petrolera estatal quería quedarse con los puntos de venta más rentables de la competidora
30/04/2017 - 14:37hs

YPF, principal jugador del mercado de combustibles, trazó una compleja estrategia para saltear el veto de Defensa a la Competencia y quedarse con parte de la red de estaciones de Shell en la Argentina.

Sin embargo, la maniobra de la petrolera que preside Miguel Gutiérrez, que esta semana acompañó al presidente Mauricio Macri en su vista a Houston, no pasó una serie de filtros establecidos por la compañía anglo-holandesa, que se inclinará por desestimar su oferta.

Shell, segunda en el negocio de expendio de naftas y gasoil, encomendó al banco Credit Suisse la búsqueda de interesados en adquirir su negocio local, que comprende una refinería en Dock Sud y una red de más de 600 puntos de venta. Al igual que otros competidores, el 11 de abril YPF presentó una primera propuesta económica no vinculante para comprar esos activos.

La petrolera bajo control estatal se metió en la contienda en el marco de una movida defensiva para frenar el ingreso de empresas intermediarias de combustibles –denominados traders en la jerga petrolera, como Trafigura, Vitol y Gunvor–, pero también para apoderarse del fragmento más rentable del negocio de Shell en el país.

Según comentaron dos personas con acceso directo a la operación, YPF aspira a quedarse sólo con el grupo más redituable de las estaciones de la petrolera anglo-holandesa, señala Pefil.

Son cerca de 15 instalaciones, la mayoría emplazada en el corazón de Buenos Aires, que por su ubicación geográfica concentran un porcentaje importante de la facturación de la compañía que preside Teófilo Lacroze, no sólo por la cantidad de combustibles que despachan sino por el valor que incorporan sus áreas de retail.

Para concretar la jugada, YPF evaluó distintas combinaciones que contemplan incluso la cesión de una parte de su propia red de estaciones. “YPF no puede agrandar su market share porque sabe que chocará con la negativa de la Comisión de Defensa a la Competencia. Eso no implica, sin embargo, que existan múltiples opciones para agregar rentabilidad al negocio”, explicó una fuente al tanto de la estrategia de la petrolera estatal.

“En la práctica, la única ecuación válida para YPF consiste en adquirir la refinería de Dock Sud y las estaciones más rentables, la crema del negocio, y desprenderse, en la misma operación, del resto de los surtidores de Shell y de una porción de su red propia”, agregó. Así lo bosquejaron Gutiérrez, un experto en el área de las telecomunicaciones, un mercado altamente regulado, y Daniel González, CFO de YPF, el encargado de cuidar la caja de la petrolera argentina.

Sin embargo, esas lucubraciones no pasarán los criterios de selección establecidos por Shell. En lo económico, la oferta de la petrolera es inferior a la de otros interesados que están en carrera, como Pluspetrol, el tercer productor de crudo del país, y Trafigura. Además, existen otros intangibles que cortan de plano las chances de YPF.

¿Por qué Shell accedería a esperar hasta dos años por el aval de Defensa a la Competencia (el tiempo que le demoró a Bridas, de la familia Bulgheroni, conseguir la aprobación de la compra de Esso) cuando tiene a mano otras ofertas más interesantes?”, reflexionó un alto ejecutivo del sector petrolero.

El requisito adicional de obligar al comprador a mantener la marca Shell en las pizarras tampoco hace sinergia natural con YPF. El target de venta al que apunta es una petrolera no integrada –como por ejemplo Pluspetrol– o un jugador ajeno al negocio de combustibles como Cosán, que compró su red en Brasil, o el grupo Luksic, que hizo lo propio en Chille.

Aún así, el Credit Suisse aún no envió ninguna notificación formal a YPF, por lo que la petrolera bajo control estatal aún no se ve afuera de la disputa. En las próximas semanas, YPF y Shell terminarán de concretar una asociación formal en otro segmento del negocio: anunciarán una inversión conjunta en el área Bajada de Añelo para explotar el gas de Vaca Muerta.Una inversión clave para 2018Algunos economistas ya empiezan a hacer los pronósticos para 2018 y en su Excel de variables tienen que poner entre otras, cuánto esperan que sea la inversión total para calcular cuánto se moverá el Producto Bruto Interno.

Si la inversión es el 15 o 20% del PBI, ¿hasta dónde tiene que llegar el fenómeno de Vaca Muerta para mover el amperímetro y cambiar las perspectivas de crecimiento el año que viene? “Si el shock de inversión de Techint, que pasará de uno a seis pozos en funcionamiento este año en Neuquén contagia a otras empresas, puede haber un efecto que hoy no se está contemplando”, aseguran a Perfil analistas del mercado.

De hecho, cuando se le pregunta a consultores como Orlando Ferreres, qué pronóstico tiene para 2018, su respuesta es concreta: “Decime qué hace el Gobierno después de octubre y te contesto”, decía hace una semana en la cena del think tank Cippec. El Gobierno aspira a que desde 2019 la inversión por año en Vaca Muerta sea de u$s20.000 millones por año.